Primeramente, quería darles las gracias a todas ustedes, gracias por apoyar el fic, por votar y por sobre todo comentar... amo leer lo que comentan, es el mejor pago por hacer el fic. En segundo lugar, si... dije que el cap lo iba a sacar la próxima semana pero, esta semana ni siquiera descanse del word por culpa de los trabajos universitarios :c así que que más da. No me enrollo más, espero que les guste lo que hoy les traje.
Tiempo
Solo el calor del Gallytrot en su pierna la mantenía con vida, el resto de su cuerpo, desde hacía horas que no lo sentía, el frío viento costero invadía toda su columna vertebral, la misma que mandaba violentas descargas eléctricas a toda su piel, a todos sus músculos, a todos sus huesos, a todos sus órganos, todo con la intención de mantenerla con vida.
El cuerpo humano es perfecto en todos los sentidos del habla, el sistema nervioso es el sistema que se encarga de mantener vivo al cuerpo, tanto así que utiliza ínfimos mecanismos de defensa que buscan proteger y postergar la vida. El calor de sus extremidades comenzó a viajar poco a poco hasta su centro, con el fin de mantener al motor de su pecho, que este no dejara de latir, al menos de forma física puesto que en alma, se había detenido con tan solo un "no puedo". Su piel comenzó a contraerse de manera dolorosa, creándose una capa gruesa que sirviera como cortaviento mientras que automáticamente su cuerpo completo había comenzado a temblar con el único propósito de calentar su piel fría... si, el sistema nervioso era perfecto, el sistema nervioso la quería viva a pesar de lo muerta que se podía sentir por dentro.
Todo mecanismo de defensa fue infructuoso y fue decayendo poco a poco, pues el viento costero era avasallador y ella tampoco hacía algo para salir del hoyo mental en el que estaba. No quería levantarse, a pesar del frío que sentía no quería caminar. Nuevamente, y como desde hace horas, su pecho comenzó a agitarse de manera violenta y como acto seguido, sus lágrimas brotaron imponentes. Cada lagrima que derramaba era dolorosa, porque cada lagrima producía más y más escozor en su piel.
Aun llorando, se agarró de sus piernas y se acomodó como un feto, era una posición segura y confortante que contrastaba con el ambiente que batallaba contra ella. Como los llantos anteriores, gimoteó y gritó bajo la luna que la observaba en silencio, se apretaba la cara con el fin de que sus lágrimas mermaran, pero, a pesar de eso, estas seguían insistiendo en salir, desbordándose por entre sus dedos hasta llegar a la arena en donde se consumían.
Sus llantos eran escuchados por la fuerte brisa, por el ancho mar, por la fría luna y por Shaitán, quien, al escucharla llorar esa noche, aulló... tal y como si él estuviera llorando junto a ella.
-No Erika, no puedo.
Esa frase resonaba una y otra vez en su cabeza.
-Perdí a mis padres, -susurró- y hoy me di cuenta de que aquí no tengo a nadie –su pecho comenzó a agitarse como las veces anteriores y así mismo volvió a ahogarse en su propio llanto mientras que el Gallytrot aullaba nuevamente.
Se abrazó más a su cuerpo, reconfortándose, tratando de curar un dolor intangible, cuando de pronto, frente a ella, sintió unos fuertes brazos recorrer su espalda y una fina nariz tratando de acariciar aquellas manos que cubrían su mojado rostro...sin duda era él.
-¡Déjame sola! –trató de hablar la castaña.
-Son las tres de la mañana...-movió su nariz hasta el cuello de la faelienne- me preocupé por ti por lo que vine a buscarte. –se separó para mirarla triste mientras la chica aún tenía su cara cubierta. Separó sus manos de su espalda para llevarla hasta las manos de Erika donde trató de quitarlas de su rostro. –Déjame verte...

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Te recuerdo
RomansaEl líder de la guardia Sombra era el típico hombre apuesto que utilizaba sus virtudes para hacer caer a las jovencitas que lo perseguían día y noche... al menos era eso lo que él quería aparentar. El C.G se impregnaba de nuevas reclutas, entre ellas...