Héroe parte 3

1.3K 128 161
                                        

Aquí les dejo esta última parte... (el fic no se acaba aquí)... espero que lo disfruten. Como siempre, cada vez que tengo tiempo les traigo un capítulo, aún no se cuando me demore en subir el otro porque como ya termine con este "mini arco" debo seguir con lo demás entonces debo ordenarme un poco en lo que escribiré a continuación.

PD: ya somos son 50 seguidores... estoy re emocionada :3

Imaginen, voten y comenten.

._._._._._.

Héroe parte 3

El suelo estaba frío, demasiado para mi gusto. Sentía que tenía mucho sueño, solo quería cerrar los ojos e ir a dormir. A mi nariz se acercaban muchos olores, entre ellos el olor de Erika.

Erika...

La sentía gritar mi nombre, que terca era, le dije que escapara. La sentía tocarme, lo sabía aun teniendo los ojos cerrados. ¿Cómo olvidar ese suave bailar de sus dedos cada vez que me acariciaba? Sin embargo, esta caricia no era como las demás, era una caricia desesperada. ¿Desesperada de qué? si yo solo quería dormir y descansar.

De pronto me sentí un poco más ligero, y a pesar de que sentía frío en mi pecho, esto no me impidió abrir los ojos y levantarme. A mi alrededor ya no había nadie. Erika y los demás me habían dejado solo.

Caminé por el bosque hacia el C.G. Todo estaba en paz mientras yo seguía avanzando, esperando llegar pronto a mi destino. El sendero era de piedras y a mi lado no había nada más que árboles que se movían con el viento, viento que yo no sentía en mi piel.

Comencé a recordar mi niñez, como cuando mi madre me acunaba entre sus brazos.

Comencé a recordar mi niñez, cuando mi padre cantaba una de sus tantas canciones.

Comencé a recordar mi nefasta adolescencia, cuando por culpa del egoísmo y del destino, tuve que separarme de mis padres y huir junto a mi hermana.

Recordé mis días en el C.G. Recordé a todas las chicas con las que salí. Recordé cuando me convertí en líder y me hice aún más popular. Recordé la primera vez que dormí en la misma habitación que Shaitán... esa noche, ninguno confió en el otro, esa noche ninguno durmió esperando un ataque sorpresa de alguno de los dos, un ataque que nunca llegó.

Recordé la vez que llegó Erika.

Ella estaba en el suelo mientras yo la miraba asombrado... nunca había visto una humana tan bella, de hecho, nunca había visto una humana. No pude evitar lanzar mi típico comentario de presentación, aquello con lo que me hacía notar.

-Mmm... tienes un olor demasiado delicioso... a humana –me relamí contento- ¿Qué acaso es hora del almuerzo? –le sonreí ladino. Al verme, su reacción fue la contraria a lo que yo esperaba... en vez de caer rendida a mis pies, me empujó fuerte y se fue corriendo. –Pero que maleducada, ¡ya volverás a mí preciosa, y vendrás arrastrándote! –le grité fuerte.

La segunda vez que la vi fue cuando Ezarel la tenía del brazo, la estaba acusando de haber robado pan.

-¡¿Qué hace ella acá?! –preguntó y exclamó Miiko.

-Estaba robando pan –habló Ezarel.

-No creo que sea tan inteligente como para robar –me atreví a hablar, la castaña me miró desafiante.

-Menos mal que llegué yo y detuve el robo.

-¡Jamón, llévala a la celda! –gritó la jefa.

Te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora