Acecho

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Hola... -no hace el baile triunfal porque está muy cansada.

Aquí les dejo el capítulo, espero de todo corazón que les guste. He de mencionar que para escribir esto me interioricé bastante... incluso hablé con una psicóloga para que me orientara. Obviamente no le dije que era para esto (fanfic) xD, le dije que era por temas de estudio personal C: Emmm... eso, espero que les guste. A pesar de que debía sacar esto, tenía una mirada muy crítica y muy reacia a tocar este tema porque lo siento demasiado invasivo para el fic... debo aclarar también que este cap tiene lenguaje un poco más vulgar que los anteriores así que lean responsablemente... Ya bueno, haré mi baile triunfal. –Suspira y comienza a bailar. 

._._._.


Acecho

Si bien el viaje se había atrasado dos semanas más, estaba ansiosa, nerviosa por salir al reino de Jade del Norte. Anhelaba conocer lo que había más allá de Balenvia, en realidad, anhelaba conocer el mundo que tenía a mi alrededor, el mundo en el que yo estaba viviendo.

Procuraba ver a Nevra todos los días, bueno, prácticamente vivíamos juntos en mi habitación o en la suya, eran distintos escenarios que nos permitían compartir momentos íntimos, así que, prácticamente estábamos abriéndonos paso a una vida en pareja.

Eran las 9 de la mañana y me desperté sola, en medio de la cama, nuestra cama. Decidí aferrarme al colchón por última vez antes de levantarme, apegué mi nariz a la sabana y aspiré el olor que había dejado su cuerpo, era un olor latente y embriagador que me permitía verlo y sentirlo no importando si él estaba ahí o no de manera física. Con flojera me paré y me vestí, me di la libertad de tomar una de sus perfumadas toallas para ir a bañarme, crucé el largo pasillo hasta las duchas, sin embargo, antes de entrar sentí una voz dulce que recorrió mi interior haciendo que mi vientre sintiera pequeñas mariposas con trastorno de hiperactividad revolotear y hacer estragos.

-Tan temprano y ya estás recorriendo los pasillos... y con una de mis toallas.

Sonreí al escucharlo.

-Tu habitación tiene muchas, por lo que decidí utilizar una.

-Con todas esas libertades que te estás tomando, lo más probable es que entre tu ropa lleves mi ropa interior. –sonrió y se acercó.

-Lo siento, pero no me apetece ponerme tus calzoncillos.

-Eso es lo que dices ahora, ya veremos que dirás más adelante. -me tomó de la cintura y comenzó a darme besos, eran besos sensuales en medio del pasillo. Me sonrojé al sentir aquella caricia que me hizo recordar la ocasión en la que casi nos duchamos juntos. Cuando nos separamos vi de reojo al grupo que iba pasando por el pasillo, desvié la mirada al darme cuenta de que era Moyra y su grupo de amigas.

Nevra y yo nos hicimos a un lado para que ellas pasaran.

-Hola. –saludó amable, el vampiro.

-Buenos días. –saludaron al unísono.

Cuando entraron al baño, Nevra me miró con una sonrisa en los labios.

-¿Quieres que hoy almorcemos juntos? –me acarició la mejilla.

-Sí. –me acerqué nuevamente para dejarle un beso en los labios. –Te amo.

-Yo también te amo. –susurró. –Bien, te dejo. Tengo que rellenar unos papeles. –suspiró. -¿Cuándo será el día en el que deje de rellenar formularios?

Te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora