Héroe

1.7K 107 283
                                        


Hola, hoy estaba jugando con mis sims y me pasó algo triste :( estaba jugando y como el juego es pirata, la partida se me salió sola sin guardar... perdí todo lo que hice durante dos horas de juego T.T Me enfadé mucho así que me puse a escribir para des estresarme hasta que finalmente terminé el capítulo jaja  

Todo esto iba a ir en un capitulo pero ya llevaba 10 hojas y aún me quedaba demasiado, así que subí esto para que la próxima vez que suba no se me haga todo tan pesado, además no quiero confundirlas/los con los cambios de perspectiva de personajes. Amo escribir según la perspectiva de Nevra, siento que voy desarrollando su vida más de lo que lo hace el propio juego xD ok no.

Voten y comenten

Guntherlina


.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.

Héroe


Me sentía solo.

Me sentía herido.

Recostado encima de mi cama, apreté fuertemente las sabanas mientras mi mirada estaba enfocada en un punto muerto de mi habitación. La almohada suave sostenía mi cabeza, pero no mis pensamientos que se disparaban de una esquina a otra. Casi como advirtiendo mis pesadillas sin sueño, Shaitán llegó a recostarse junto a mí. Al sentirlo, solté de inmediato la sabana para darle una caricia en la cabeza a mi familiar.

-Mañana te vas a bañar. –hablé cansino y en respuesta, solo recibí un gruñido molesto de parte del can- no te estoy preguntando -sentencié tal como lo hacía con mis reclutas en mi puesto de líder de guardia.

Shaitán recostó pesadamente su cabeza encima de mi cuerpo y yo sabía lo que eso significaba.

-No comiences con tus pataletas, no ando de ánimos para tus juegos. –hable molesto, no obstante, él siguió. Sobó su cabeza y la apretó con brusquedad contra mí. Al ver que yo no respondía, prosiguió poniendo sus patas y recargando todo su peso sobre mi cuerpo, me empujó despacio, incitándome a que yo me molestara o desistiera de mi idea de bañarlo, lamentablemente para él, yo ya había decidido incluso la hora y el lugar en la que él se bañaría.

Para reafirmar mi negativa a su comportamiento, me volví hacia el otro lado dándole totalmente la espalda.

-Que diría Erika de ti si te viera haciendo tus rabietas por no querer bañarte... hediondo –murmuré.

Al escucharme, el perro saco sus patas de encima de mí y para cuando pensé que se había cansado de molestar, metió su cabeza en mi cuello y me mordió levemente una oreja.

-¡Déjame dormir mierda! –me enfadé. Era eso lo que él buscaba, porque al enojarme, de forma instantánea me mostró sus dientes. –Ándate de aquí y haz tus berrinches en otra parte... no me interesa que me muestres tus dientes, yo también tengo dientes y más limpios que los tuyos ¿sabes por qué? Porque yo me baño... cochino.

Pasó por encima de mí para nuevamente mirarme de frente, se recostó para finalmente poner su cabeza muy cerca de la mía. Antes de dormir, me dediqué a oler su pelo hediondo debido al sudor y al barro, sin embargo, mi olfato podía captar aquella esencia pura del perro, esa esencia de la cual me había enamorado de mi familiar, porque, de entre muchos, lo elegí a él y de esa elección nunca me había arrepentido a pesar de idiota que se ponía a veces.

Te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora