01.

1.1K 61 5
                                    

- Señorita, por favor, coloque su asiento en posición vertical. - pidió la aeromoza con una sonrisa amable. - Ya estamos próximos a aterrizar. - añadió y me limité a asentir como respuesta.



Me volví hacia la ventanilla, desde donde comenzaban a apreciarse las luces de la ciudad que había llevado en mi corazón desde el día que la dejé, y sentí un cosquilleo en el estómago por la emoción.

Cuando era pequeña, mis familia decidió establecerse en Seúl por un puesto de trabajo muy importante que mi padre había conseguido. Crecí allí por varios años, viviendo la vida típica de una estudiante coreana, pasando casi todo mi día estudiando y en clases extra, y nada hubiese sido interesante de no ser por el día que decidí salir a botar la basura de casa en mi pijama rosa de corazones. Recuerdo que intenté ir lo más rápido posible para que nadie me viese y con la cabeza agachada, pero en mi camino, choqué contra alguien. Levanté la mirada para ver sus ojos y quedé fascinada con lo brillante de estos.

En ese momento, no supe lo importante que sería para mí, ni lo difícil que sería despedirme de él, dos años más tarde.


- ¡Em, por aquí! - escuché una voz llamándome y me apresuré a buscar al dueño de ella. - ¡Em! - llamó una vez más y solo entonces, logré encontrarlo.

- ¡Mark! - grité antes de que él se acercara corriendo a mí y a mi carrito de equipaje. Sus brazos se apresuraron a rodearme con fuerza y sus labios besaron mis mejillas varias veces, mientras yo reía y luchaba por no comenzar a llorar.

- Oh, cielo santo, no puedo creer que ya estés aquí. - susurró a mi oído, todavía sin soltarme.

- Ni yo. - admití, soltando la fuerza con la que yo lo abrazaba para poder ver su rostro sonriente. - Estoy tan emocionada, tan feliz de estar aquí.

- Créeme, Seúl te ha extrañado también. - sus pulgares recorrieron mis mejillas, como si quisiera asegurarse que yo fuera real y luego, rió. - Sigues igual de bonita, Emma Beckett.

- Y tú igual de coqueto. - le dije y golpeé su hombro para alejarnos. - Dime, Mark Tuan, ¿me ayudarás con estas maletas?

- Claro que sí. - respondió, justo antes de darme un beso en la mejilla y empujar el carrito de equipaje.


La historia con Mark había comenzado en el 2009.

A mi padre le habían ofrecido dirigir la nueva sucursal de la empresa para la que trabajaba, el único detalle era que estaba ubicada en Los Ángeles. Tuve que dejar absolutamente todo en Seúl, a mis amigos, mi escuela, mis clases de música y a esa persona que había marcado mi vida. Llegué a Los Angeles triste, deprimida, y mis padres, preocupados por mi estado de ánimo, me animaban a salir a conocer personas en el vecindario. Así fue como conocimos a la familia Tuan. Mark y yo nos llevamos bien desde el primer día, me animaba a que saliéramos juntos, me presentó a su grupo de amigos, me ayudó a acostumbrarme a California e incluso llegamos a salir en un par de citas. Mis padres estaban fascinados con mi cambio y lo bien que Mark me había hecho, pero con lo que ninguno de nosotros contaba, era con que a Mark lo reclutaría una agencia coreana para que sea trainee y se prepare para debutar como ídolo.


- ¿Em? - me llamó Mark mientras yo me daba una rápida ducha.

- ¿Sí?

- ¡Youngjae nos está invitando a comer algo en su casa! - gritó para que le escuchara. - ¿Quieres ir?

- ¿Bromeas? - pregunté al cerrar la ducha y tomar una toalla. - ¡Claro que sí! No he visto a Youngjae oppa en mucho tiempo.

- Vale, le diré al resto de los chicos si quieren ir también.


La agrupación a la que Mark pertenecía se llamaba GOT7 y, como su nombre daba a entender, tenía siete miembros. Había tenido la maravillosa oportunidad de conocerlos a todos cuando habían ido a presentarse a Estados Unidos y cuando habían ido de vacaciones a la casa de los Tuan. Todos eran adorables, divertidos e igual o más fastidiosos que Mark, pero lo que me había unido más a ellos era lo vitales que habían sido para acostumbrarme a la carrera que había elegido y lo que ello conllevaba.


- Pero miren quién ha decidido iluminar Seúl con su presencia. - escuché una voz decir en cuanto la puerta del apartamento de Youngjae se abrió. - La famosa actriz Emma Beckett. - añadió el joven antes de darme un fuerte abrazo.

- Youngjae oppa, te he extrañado como no tienes idea.

- ¿Y a nosotros no? - preguntó la inconfundible y rasposa voz de Jackson Wang, y detrás de él, aparecieron todos los integrantes de GOT7.

- ¿Cómo podría no extrañar a mis hermanos favoritos? - me acerqué a saludar a cada uno de ellos y luego, los seguí hacia el comedor, donde habían preparado una cena deliciosa.

- Em, cuéntanos bien lo del proyecto. - pidió Jackson. - ¿Enserio participarás en un drama coreano con Dae Hyun?

- Sí. - repliqué riendo. - Seremos co-protagonistas y yo haré el papel de una estudiante extranjera que se enamora del popular de la escuela.

- Intenso. - comentó BamBam. - ¡Ya quiero verlo!

- ¿Cuánto tiempo te tomarán las grabaciones?

- Pues entre grabaciones y promociones, he firmado contrato por un año. - los chicos gritaron de alegría y me permití reír con ellos. Ib a ser el mejor año de mi vida, algo dentro de mí me lo decía. - Así que me tendrán con ustedes por un largo tiempo.

- Te vas a aburrir de tanto vernos. - bromeó Mark. - Te llevaremos a todos los lugares que podamos.

- ¿Por qué no vienes a la premiación de mañana? - sugirió Jaebum, el líder del grupo. - Técnicamente, podemos llevar acompañantes, pero nunca lo hacemos. Serías la primera, Em, siéntete afortunada. - sonreí.

- Claro, ¿por qué no?


Lo que no sabía era que en ese evento, todo daría un giro drástico.








------------------------------

Primer capítulo y no saben lo emocionada que estoy. Es mi primer fin con BTS y ya sé que en este capítulo no han aparecido, pero deben esperar un poquito, en los siguientes capítulos entenderán todo.

Take Me To Busan | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora