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- ¿Qué pasó ayer, Little Beckett? - quiso saber Dae Hyun mientras una de las maquilladoras retocaba mi brillo de labios para una escena que debíamos grabar. Yo me removí en mi asiento, incomoda por la pregunta. - ¿Tan malo fue? Me siento culpable por haberte dejado. - añadió cuando la joven terminó su trabajo y yo pude levantarme de la silla.


Me acerqué a Dae Hyun, intentando mostrar una sonrisa, pero solo logrando mostrar una mueca torcida. Él me miró preocupado y supe que haría lo que sea por hacerme sentir mejor. El problema era que yo no quería eso, yo quería sentirme así, quería recordar perfectamente el momento en el que Jimin me había dicho cada una de aquellas palabras y quería recordar la noche tan terrible que había tenido para poder tener mi periodo de duelo y luego, seguir adelante.


- Vamos a grabar, oppa. - hablé por fin y felizmente, él entendió que era mejor no hablar del tema. Me extendió un brazo para que yo lo tomara y cuando lo acepté, comenzamos a caminar.


Ese día, el trabajo fue arduo. Tuvimos que grabar algunas escenas muy importantes para el drama, así que las repetimos una y otra vez hasta que estuviesen perfectas. Luego de muchos capítulos, Seo Yeon y Chae Woon, los personajes que Dae Hyun y yo hacíamos, confesarían sus sentimientos.

Me sentía extraña actuando escenas tan felices, cuando mi vida era todo lo contrario. Pero eso era parte de la carrera que había elegido, tenía que dejar a un lado mis sentimientos personales y vivir los de mi personaje. Así que hice mi mayor esfuerzo por lucir feliz cuando Chae Woon le confesó a Seo Yeon que la quería y que estaba dispuesto a dejar todo por ella.

Felizmente, la escena del primer beso no sería grabada ese día, mucho menos en ese capítulo. Eso era un alivio porque la verdad era que no me sentía lista para algo como eso, no porque nunca lo hubiese hecho antes, sino porque mi corazón dolía cada vez que pensaba en la cercanía de dos rostros y la sensación de la punta de mi nariz rozando la de alguien más. Todo me recordaba a Jimin y aunque al iniciar ese día había pensando que era algo bueno, ya no estaba segura de eso.


- ¿Te llevo a casa? - preguntó Hye Moon mientras yo revisaba los mensajes en mi celular, luego de todo un día manteniéndolo apagado.


Mark: Acabo de llegar a Seúl. Un pequeño pajarito le contó el chisme a Jackson. Estoy yendo por ti al estudio.


- Tranquila, unnie, Mark oppa viene por mi. - Hye Moon asintió y se acercó para darme un abrazo tan fuerte que las lágrimas comenzaron a nublar mis ojos.

- Sé fuerte. - susurró en mi oído. - No necesitas a ningún hombre para ser feliz, Emma-ssi. Eres valiente y saldrás de esto. - añadió antes de alejarse de mí y dedicarme una última sonrisa antes de salir de los camerinos.


Todavía sintiéndome abrumada por las palabras de Hye Moon, salí de la compañía para encontrar el auto de Mark estacionado fuera. Le saludé con la mano mientras me acercaba y él se bajó al instante, rodeó el vehículo y no esperó ni un solo segundo más para abrazarme. El sentir a mi mejor amigo tan cerca me volvió vulnerable y sin poder evitarlo más, comencé a llorar.


- Ya estoy aquí, tranquila. - dijo a mi oido y giró para colocarse a mi costado y cubrirme de las fans que estaban alrededor.


Abrió la puerta de su auto, me ayudó a subir, se inclinó dentro del auto para colocarme el cinturón de seguridad y cuando terminó, acomodó con una media sonrisa la mascarilla negra en mi rostro. Luego, cerró la puerta de mi lado del auto y se dirigió al asiento del conductor.

Yo no podía dejar de llorar, no entendía por qué, pero me sentía tan miserable. Agaché la cabeza para no salir en ninguna foto que las fans podrían estar tomando desde fuera del auto y Mark, al darse cuenta, se apresuró a encender el auto y arrancar.

Dejé que Mark conduciera por Seúl hacia donde el deseara. En ese momento, ya nada me importaba. Me podría haber estado llevando fuera del país y lo habría aceptado. Solo quería dejar de sentirme de esa forma, dejar de llorar y dejar de pensar en Jimin, y si Mark tenía alguna idea para hacerlo, le haría caso al pie de la letra.


- Vamos. - dijo Mark en cuanto estacionó en el sótano de un edificio de apartamentos y sin pensarlo, me bajé del auto y caminé detrás de él. - ¿No quieres saber donde estamos? - negué con la cabeza y me acerqué más a él para sujetarme de su brazo. - Es el edificio de Jackson. Namjoon le contó sobre lo que pasó ayer en el concierto y ofreció su casa para que nos refugiáramos un tiempo.

- Está bien. - repliqué al subir al ascensor con él.

- ¿No tienes muchas ganas de hablar del tema?

- Creí que lo mejor era recordar todo para poder sanar poco a poco, pero ahora solo quiero olvidar todo. - admití y no sé bien qué expresión se veía en mi rostro, pero Mark sintió la necesidad de rodearme con ambos brazos y hacer que mi cabeza descansara en su pecho. - Su manager no quiere que estemos juntos y tiene razón, yo solo causaría más problemas allí. ¿Cómo es que llegué a pensar que podría mantener una relación con Jimin? ¿Cómo es que llegué a pensar que había encontrado a la persona correcta?

- Tal vez es la persona correcta en el momento equivocado. - susurró antes de que las puertas del ascensor se abrieran y Jackson entrase corriendo para darme uno de sus abrazos reconfortantes.

- Lo lamento tanto, Em. - dijo Jackson mientras pasaba su mano por mi cabello. - Namjoon-ssi me contó todo mientras estaba en el aeropuerto. Dijo que Jimin-ssi y Jin hyung habían peleado, pero me sorprendió que fuese porque tú y Jimin estaban saliendo. Pensé que era con Jin hyung con quien salías. - parpadeé un par de veces, intentando pensar en una forma de hablar de ello sin llorar, pero era casi imposible.

- Comenzamos a salir cuando fui a Busan. - le conté mientras los tres caminábamos a la sala. - Y mantuvimos todo en secreto porque no queríamos que Jin se enterase, por el momento. Pero de alguna forma, se enteró y...

- Y pelearon. - completó mi oración Jackson. - Ahora su manager no quiere que ustedes mantengan una relación, lo sé y lo lamento mucho, Em. - intenté sonreírle en forma de agradecimiento, pero no logré hacerlo.

- ¿Por qué no dejamos que Em descanse un poco? - sugirió Mark al tomarme por los hombros y luego me hizo girar para que lo viese de frente. - Duerme un rato, nosotros prepararemos algo para la cena. No te preocupes por nada, nosotros nos encargaremos de que ninguno de ellos te moleste más.


El problema era que yo quería que uno de ellos me molestara.

Take Me To Busan | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora