S2. 11.

170 17 0
                                    

Entré a los camerinos de BTS obligándome a sonreír para ellos y cuidé de no tropezar con nada para no arruinar lo que traía para ellos. No los había visto desde el día anterior, así que quería darles una bonita sorpresa.

Al ya no tener contrato con mi compañía, mi apartamento ya no sería mi apartamento. Así que había tenido que mudarme el mismo día que mi contrato había acabado, el mismo día en el que me había enterado que Jimin sería enviado al servicio militar. No le quise comentar del problema a mi novio para no preocuparlo más de lo que ya estaba, pero para mi buena suerte, Hye Moon se había ofrecido a recibirme en su apartamento hasta que encontrara alguna solución.

Luego de la mudanza, dormí unas cuantas horas, antes de que Hye Moon me llevara al estudio de grabación para finalizar con las pocas escenas que me quedaban. Por la tarde, me despedí de mis compañeros y del equipo de producción, y pedí un taxi para irme. No quise llorar, pero lo había hecho cuando Dae Hyun se había acercado a darme un abrazo y a decirme cuán apenado estaba por todo. Así que había tenido que arreglar mi maquillaje, colocarme gafas negras y seguir adelante.

Jimin también había tenido un día pesado. A pesar de todo lo que estaba pasando, se había lanzado el teaser de la canción principal de su nuevo álbum, y les habían organizado un fansign. Mi novio no había podido descansar y por los mensajes que me había enviado y los pocos minutos que habíamos podido conversar, supe que me necesitaba tanto como yo a él.


- ¡Annyeong! - saludé efusivamente en cuanto los vi. Todos estaban cabizbajos, pero cuando me vieron, se obligaron a sonreír. Nos sentíamos mal, todos y cada uno de nosotros estaba afectado por lo que había ocurrido.

- ¡Em! - saludaron a coro.

- ¿Cómo estuvo ese fansign? - pregunté mientras llevaba la caja que había traído a una mesa.

- Cansado. - replicó Hoseok, el primero en acercarse a ver qué ocultaba. - ¿Qué es eso?

- Bueno, cuando me siento mal, me gusta tomar café, pero también disfruto de una buena torta. - quité la caja para revelar el pastel con decoración de BT21, unos personajes animados creados entre LINE y los chicos de BTS, y al instante, Hoseok transformó su enorme sonrisa fingida en una sonrisa más débil, pero sincera. - ¿Te gusta?

- Gracias, pequeña Emma. - dijo Hoseok y se acercó para darme un abrazo. - Jiminie no se ha estado sintiendo bien, ¿por qué no vas a hablar con él? - añadió en mi oido y cuando se alejó, señaló la esquina más lejana del camerino, donde mi novio se había recostado en un sofá y dormía cubierto con una chaqueta.

- ¿Pasó algo más? - busqué saber con la mirada fija en mi novio. Se veía tan frágil que sentía una punzada en el pecho.

- Felizmente no. - replicó Hoseok. - Pero él no quiere ir al servicio militar ahora que todas las cosas están tan difíciles.

- Lo sé. - asentí. - Yo también desearía que pudiese quedarse, pero es una decisión de su compañía.

- Em, en tres días saldrá nuestro nuevo álbum. - comentó. - Hasta entonces, tendremos días libres. ¿Por qué no se van a Busan?

- ¿Sabes? No es mala idea.


Corté un poco de pastel para Jimin y para mí, y me acerqué a él. Me quedé viendo su rostro, todavía con algo de maquillaje, y no pude evitar pasar una mano por su mejilla. Jimin reaccionó a mi tacto al instante y no dejó que mis dedos dejaran su mejilla. Me arrodillé su costado, dejé el plato con el pastel a un costado y apoyé mi cabeza en el pecho de mi novio. Podía verlo mejor desde mi nueva posición y aunque mi corazón seguía acelerándose con su cercanía, en ese momento, mi preocupación por su estado era mayor.


- Hola, bebé. - saludé con un tono dulce y tranquilo, y él sonrió con los ojos cerrados. - Te extrañé.

- Y yo a ti. - murmuró mientras sus ojos luchaban por abrirse. - ¿Cómo te fue con Hye Moon? ¿Todo bien en las grabaciones?

- Sí, cariño. - respondí. Jimin se veía tan lindo, tan frágil, tan vulnerable, que no pude evitar llevar mi mano libre a su cabello y comenzar a jugar con el. Mi novio sonrió, complacido por mis caricias y eso me hizo sentir bien porque, aunque sea por unos segundos, podía hacer que se olvidara de todo lo que estaba pasando. - Ya acabaron las grabaciones para mí y ahora solo debo decidir con qué compañía firmar. - los ojos rasgados de Jimin lograron mantenerse abiertos y pude ver el brillo especial que tenían cuando me veía, un brillo que había estado extrañando desde que todos los problemas comenzaron.

- Lo sé todo. - mi corazón se aceleró al instante y me quedé inmóvil. - Algunas fans vieron el camión de mudanza dejando tu edificio.

- Jiminie, no quise decírtelo para no preocuparte. - él asintió, no parecía molesto y eso me tranquilizaba. - Hye Moon unnie me ofreció un espacio en su apartamento hasta que solucione todo.

- Quédate conmigo. - ofreció decidido.

- ¿En el apartamento de BTS? - Jimin negó con la cabeza.

- Busquemos un apartamento, vivamos juntos. - propuso. - Podemos rentar algo pequeño, un lugar con lo necesario para ambos.

- Cariño, no sé si...

- Por favor. - pidió, pero por su tono de voz, sonó más como una súplica. Tomó mis manos entre las suyas mientras se incorporaba en el sofá y las atrajo a sus labios para besarlas. - Me iré en un mes y luego, no podré verte. Necesito esto, necesito un lugar al cual volver, un lugar en el que esté la persona por la cual voy a mantenerme saludable y me esforzaré por ser el mejor en el ejército. - tragué algo de saliva para disolver el nudo en mi garganta y me incliné ligeramente para que nuestras frentes se uniesen.


Jimin no podía ser real. ¿Qué persona podría poner a un lado sus preocupaciones de esa forma? ¿Qué persona podría poner a otra persona por encima de sí misma? Solo alguien que amaba podría.


- Necesito pedirte algo antes.

- Lo que sea. - replicó Jimin.

- Llévame a Busan.

Take Me To Busan | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora