12.

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Seguí a Jimin por el enorme complejo de lujosos apartamentos y debo admitir que, por momentos, buscaba una salida. Pero pronto me di cuenta que era inútil, el complejo estaba bien protegido para que nadie de afuera entrase fácilmente y, por consecuencia, los residentes solo podían salir cruzando una caseta de seguridad.

Había visto fotos de ese complejo antes. Mark y Youngjae habían querido mudarse a ese lugar, pero era muy costoso y Youngjae terminó mudándose con su hermano.

- Jimin-ssi. - le llamé cuando vi que se acercaba a uno de los edificios. Él abrió la puerta para mi y me hizo una seña con la cabeza para que pasara. - ¿Qué hay de Mark Oppa? Él se va a enojar conmigo.

- ¿No crees que te controla un poco? - negué con la cabeza, muy segura de mi respuesta.

- Solo se preocupa por mi. - le corregí con un tono de voz tranquilo y me encogí de hombros.

- Vamos, solo habla con Jin hyung y luego, yo mismo té llevaré al apartamento de tus amigos. - Jimin levantó la mano derecha y me enseñó su palma. - Lo prometo.

Le di un vistazo al exterior del edificio, tan lujoso como los que estaban a su alrededor, y me sentí pequeña. Había estado en lugares así antes, pero esa era una situación diferente. El solo hecho de pensar que Jin estaba en uno de esos apartamentos, esperando hablar conmigo, me erizaba la piel.

Luego, volví a ver a Jimin, era evidente que estaba decidido a hacer que yo subiera con él y que no saliera del complejo sin haber hablado con Jin antes.

No había salida. Al menos no una que no implicará traer un tanque y echar abajo los muros alrededor del complejo. Así que no tuve más opción que entrar al edificio detrás del joven idol y subir al ascensor.

- ¿A ustedes no les prohíben traer chicas al apartamento? - pregunté mientras el ascensor se movía. Jimin iba entretenido en su teléfono, escribiéndole a alguien, así que solo negó con la cabeza. - A los chicos de GOT7 no les permiten llevar a nadie a su apartamento. Por eso tenemos que vernos fuera de allí o en el apartamento de algunos de los que se mudaron. - cuando mencione a GOT7, Jimin levantó la mirada de su teléfono y la dirigió a mi rostro.

- Técnicamente, nosotros tampoco podemos. - explicó. - Pero nadie se va a enterar, ¿verdad? - preguntó, abriendo los ojos de par en par y torciendo sus labios de una forma divertida. Yo asentí y cubrí mi boca con una mano para no reír frente a él. - Eres muy unida a los chicos de Got7, ¿no?

- Sí, nos conocimos cuando fueron a vacacionar a casa de Mark Oppa. Desde entonces nos escribimos, llamamos e incluso, me han ido visitar un par de veces más. - expliqué cuando el ascensor se detuvo. - Son como mis hermanos.

- ¿Y considerarías añadir más hermanos a tu familia? - buscó saber antes de que la puertas del ascensor se abriesen y revelasen un apartamento enorme y muy bien decorado. Era precioso.

- ¡Jimin hyung! - exclamó una voz masculina, seguida de unos pasos acercándose.

Al poco rato, un joven un poco más alto que Jimin, de ojos brillantes y de cabello rubio, asomó su cabeza al ascensor. Estaba sonriendo, pero cuando me vio, frunció el ceño.

- ¿Qué...?

- Ella es Emma Beckett. - se apresuró Jimin a presentarme con su amigo y al instante, este cambio su expresión por una de asombro. - Emma-ssi, él es Kim Taehyung. - Taehyung hizo una reverencia a modo de saludo y yo lo imité.

- Es un gusto. - me limité a decir un tanto tímida y luego, volteé hacia Jimin. - Necesito avisarle a Mark Oppa antes de entrar. - él asintió.

Saqué mi teléfono para llamar a mi amigo, pero al ver que ni Jimin ni Taehyung parecían estar dispuestos a dejarme sola, preferí enviarle un mensaje de texto.

"Emma: Tuve un contratiempo. Te escribo cuando esté en camino."

- ¿Listo? - preguntó Jimin al ver que yo me había quedado inmóvil viendo la pantalla de mi celular. Esperaba la respuesta de Mark, pero no llegaba.

- Sí, supongo que si. - repliqué y luego de soltar un suspiro, guardé mi teléfono en mi bolso. - ¿Dónde está? - busqué saber, sacando valor de quién sabe donde, y me quedé viendo a ambos jóvenes rubios.

- El aguila está en su nido. - dijo Taehyung y antes de que pudiese preguntar algo, chilló, intentando imitar a un águila.

- ¡Madre mía, que me has asustado! - me quejé, llevándome una mano al pecho. Pero eso les pareció divertido a ambos y comenzaron a reírse. - No me parece divertido. - añadí cruzada de brazos y me di cuenta de que no había usados honoríficos. - Lo lamento, a veces olvido los honoríficos. - me apresuré a disculparme con una reverencia, pero ellos negaron con la cabeza, todavía riendo.

- Ah, ya recuerdo, eres amiga de los de Got7. - dijo Taehyung mientras caminábamos por el pasillo principal de la casa. - Jinyoung-ssi siempre hace respetar los honoríficos. - asentí, sorprendida de que supiesen eso de mi amigo.

- Con nosotros no te preocupes. - añadió Jimin. - Es más, llámanos Oppa si deseas.

- ¿Enserio? - ambos asintieron con sonrisas.

- Una persona que sea tan importante para Jin como lo eres tú, merece esa clase de confianza. - respondió Taehyung y, tal como Jimin hizo, ignoró que la costumbre no fuese tener contacto físico y me palmeó el brazo. - Hablando de eso, su nido es la cocina. - añadió en un susurro y se detuvo frente a una de las puertas del apartamento.

- ¡Fighting! - exclamaron Taehyung y Jimin, y me enseñaron los pulgares, antes de regresar por el pasillo y dejarme sola frente a esa puerta cerrada.

Los nervios me estaban consumiendo viva. Jin estaba detrás de esa puerta y tendría que hablar con él.

No había opción de irme o salir corriendo. Según recordaba, eran seis los compañeros de grupo de Jin, y si me iba, estaba segura que todos me perseguirían para llevarme de regreso.

Era una de esas situaciones "ahora o nunca", así que tomé una bocanada de aire, apreté los labios y empujé la puerta.

- Les dije que aún no estaba lista la comida. - escuché a Jin decir antes de que pudiese entrar por completo a la cocina.

Él estaba de espaldas, picando algunos vegetales y rodeado del aroma delicioso de lo que sea que estuviese cocinando. Intenté decir algo para hacerle saber que era yo la que había interrumpido y no sus amigos, pero no podía formar una oración coherente.

Comencé a avanzar hacia él lentamente, reprochándome mentalmente por no poder hablar, y cuando llegué a él, toqué su espalda. Una descarga de electricidad recorrió todo mi brazo al instante, pero no se comparó con la sensación de vacío que sentí cuando los ojos de Jin se encontraron con los míos.

- Annyeong, Jin. - fue lo único que atiné a decir y él solo abrió los ojos de par en par y separó los labios ligeramente. - Yo quería... Quería hablar contigo... hablar y explicar. - Jin se quedo inmóvil mientras yo balbuceaba, lo cual me ponía el triple de nerviosa. - Jin, lo lamento. Entré en pánico y temí arruinar tu carrera y la mía si te volvía a ver.

- Pero, ¿qué cosas dices? - preguntó y pensé que eso había sido todo, que estaba lo suficientemente enojado como para no hablar conmigo ni escucharme. Pero él se encargó de destrozar esos pensamientos al acercarse a mi, rodearme con sus brazos y pegar mi cuerpo entero a su pecho.

Take Me To Busan | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora