- Oh, cielo santo. - susurré, incapaz de poder decir algo más. Él dejó ir mi mano y me cubrí la boca instantáneamente.
¿Eso enserio estaba pasando?
- Eres tú. - añadió, sin poder decidir si debía o no sonreír. Él estaba igual de sorprendido que yo. - No puedo creerlo, enserio eres tú, Emma.
- Tú... Estás... Tú... - balbuceé y me sentí tonta al instante. Él, por su parte, pareció ganar más confianza y se animó a sonreír.
- Sí, lo sé. - dijo. - Ha pasado un largo tiempo.
- Nueve años. - logré decir sin que mi lengua se enredara. Él asintió sin despegar su mirada de la mía y yo tampoco podía. Era increíble verlo luego de tanto, ver a esa persona a la que había tenido que dejar atrás en Seúl.
- ¡Jin! - una voz masculina le llamó y a los segundos, un joven de cabello rubio apareció a su lado. - Hyung, tenemos que entrar ya. - le avisó y, como si recién se diera cuenta de mi presencia, siguió la dirección en la que los ojos de Jin veían y me saludó con la mano. - Annyeong haseyo. Soy Park Jimin, es un placer.
- Emma Beckett. - respondí, todavía intentando procesar todo. - Es un gusto también.
- ¿Ustedes se conocen? - preguntó el joven rubio. - Eres extranjera, ¿no?
- Americana. - respondí. - Pero mi familia me trajo a Seúl cuando era muy pequeña.
- ¿Enserio? - asentí. - ¿Eres de algún grupo o...? - negué con la cabeza.
- Soy actriz en Estados Unidos. - expliqué y ambos jóvenes abrieron los ojos de par en par, sorprendidos. - Me han contratado aquí y como llegué antes, los chicos de Got7 me invitaron. - añadí rápidamente al escuchar cómo la agrupación que estaba en el escenario, terminaba su presentación. - Debo irme, mi amigo ya se va a presentar. - me volví hacia la puerta a unos metros de mí. Tenía que ir a ver a Youngjae, se lo había prometido.
- Espera, deja que te... - intentó decir Jin, pero la voz de la presentadora anunciando a Youngjae, le interrumpió.
- Lo lamento, enserio debo irme. - me disculpé y aunque una vocecita en mi interior me pedía que me quedara para hablar con Jin, no podía fallarle a Youngjae.
Mi orden de prioridades en los últimos nueve años había cambiado y, lamentablemente, Jin ya no estaba entre los primeros lugares. Pero vaya que había logrado sacudir todo mi mundo con una conversación de un par de minutos.
- ¿Estás bien? - preguntó Mark en cuanto me senté a su lado.
- Sí, sí. - me limité a responder y, para mi suerte, ninguno pudo hablar porque Youngjae comenzó a cantar.
Intenté con todas mis fuerzas, concentrarme al máximo en la presentación de mi amigo, pero mi mente volvía a Jin.
Fuck. Estaba perdida.
Mi historia con Jin había comenzado en el 2007, cuando salía de mi apartamento a botar la basura de la casa. Llevaba la pijama más vergonzosa del mundo, por lo que intenté apresurarme en volver a la seguridad de mi habitación lo más rápido posible. Pero no conté con que, al mismo tiempo, un adolescente de 15 años estuviese saliendo de su apartamento y andase tan distraído que no se diera cuenta que yo estaba pasando. Recuerdo haber salido corriendo de allí, luego de pedir disculpas, y con la esperanza de no volver a cruzarnos jamás. Pero eso era imposible, considerando que vivíamos al lado del otro. Y al poco tiempo, cuando las clases comenzaron, me lo crucé en la entrada de mi escuela. Sí, tenía tan buena suerte que íbamos a la misma escuela.
No lo podía ver a los ojos, estaba avergonzada por haber dejado que me viese en pijama, pero a él le parecía divertido. Luego de ese encuentro en la escuela, comenzó a hablarme más seguido, se sentaba conmigo a la hora del almuerzo, a pesar de que yo era muchos años menor, e iba a casa conmigo. Me di la oportunidad de conocerlo, de saber más de Seokjin Kim, y nos volvimos inseparables.
- Es increíble. - escuché a Jaebum decir y entonces, dirigí mi mirada a Youngjae. Me sentía tan mal de no poder prestarle la atención que merecía, en especial porque lo estaba haciendo de maravilla.
- Demasiado. - le apoyé, justo antes de que Youngjae cantará la última parte de la canción. Me levanté con los chicos para aplaudirle y cuando nuestro amigo volvió a nuestro lado, me encargué de esconder mi confusión por Jin y le di un fuerte abrazo para felicitarlo. - Buen trabajo.
- Gracias, Em. - replicó Youngjae.
Nos ubicamos nuevamente en nuestros sitios, todavía faltaba mucho para que acabara la premiación y los chicos comenzaban a sospechar que algo me pasaba. Así que alejé las ideas de mi cabeza para enfocarme en la conversación que tenían. No los había visto en un buen tiempo, no era justo que echara todo a perder por un encuentro con el pasado.
- La siguiente presentación de esta noche es de uno de los favoritos del público. - anunció la presentadora mientras BamBam hacía una broma sobre el cabello de Mark. - ¡Con ustedes, BTS!
La gente aplaudió con emoción mientras las luces a nuestro alrededor se atenuaban y se iluminaba lentamente el escenario. Allí, aparecieron uno a uno los integrantes de BTS, y no hubiese sido algo fuera de lo normal, de no ser porque yo recordaba esos rostros.
- Fuck. - murmuré, pero no lo suficientemente bajo para que los chicos no escucharan.
- ¿Qué sucede? - preguntó Mark. Pero mi mirada seguía en el escenario y mi corazón latía con fuerza mientras esperaba que apareciese esa persona en específico. - ¿Los conoces? Han ido a Estados Unidos antes y... - el resto no lo escuché porque en al escenario entró cantando un joven de cabello oscuro que yo conocía bien.
Era Jin.
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Take Me To Busan | BTS
FanfictionHay personas que llegan a tu vida para marcarla y de las que no quieres alejarte jamás. Pero, por cosas del destino, Emma debe despedirse de esa persona y partir al otro lado del mundo. Nueve años después, ella regresa convertida en una mujer hecha...