S2. 10.

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- ¿Cariño? - escuché la voz de Jimin desde fuera del auto en el que me había refugiado para llorar sin que nadie me viese. - Sé que estás allí. Por favor, abre la puerta. - sequé mis lágrimas lo más rápido que pude y me incliné para poder abrirle a Jimin. Pero cuando lo hice, no solo lo vi a él, también estaban sus compañeros.

- Lo sabemos. - dijeron a coro.

- Lo lamento, Em, de verdad. - susurró Jimin al alcanzar mi mano para apretarla. - Esto es tan injusto.

- Al menos me dejarán terminar el drama. - dije, intentando no darle importancia, aunque me dolía bastante. - Y luego, se cancelarán las promociones con nosotros, solo harán comerciales de televisión.

- Lo lamento. - repitió mi novio y aunque sabía que le dolía verme tan triste, sentí que había algo más.


Volteé hacia el resto de chicos de BTS, ninguno se animaba a mirarme a los ojos y ello me comenzaba a preocupar. Recordé al instante la escena que había visto entre Jimin y el manager, y supe que algo andaba mal.


- ¿Qué ha pasado? - pregunté rápidamente. - Ustedes no me han dicho algo. - los chicos se mostraron nerviosos y era evidente que no sabían qué decir.

- Quieren que vayamos a Big Hit. - explicó mi novio mientras todos subían al auto. - Parece que ya se tomaron decisiones.


Todo el camino a la compañía de BTS me sentí intranquila y comencé a golpetear el suelo con la punta del pie varias veces. Jimin, aunque sujetaba mi mano, parecía lejano, perdido en sus pensamientos. Con el tiempo, había aprendido a reconocer la razón detrás de sus actitudes y esa en específico, significaba que algo le inquietaba.

Nos recibieron en Big Hit a los ocho, pero solo condujeron a Jin, Hoseok, Jimin y a mí a la oficina del presidente. A penas entramos, sentí mis piernas flaquear, pero el brazo de Jimin fue más rápido y me sostuvo hasta llegar a un asiento. Hoseok y Jin se nos unieron a los pocos segundos y solo cuando todos estuvimos en silencio, el presidente comenzó a hablar.


- Creo que ya saben por qué los he llamado. - tragué saliva nerviosa y miré de soslayo los rostros de los tres integrantes de BTS. Los tres asintieron cabizbajos, pero en la expresión de Jimin pude notar impotencia. - BTS ha logrado cosas que ninguno de ustedes pensó posibles, al inicio, y han sobrepasado las barreras de la distancia para poder llegar a conquistar América. Sin embargo, ustedes son coreanos y saben que hay algo contra lo que toda la fama y dinero del mundo no puede enfrentarse.


Fuck. Ya sabía por dónde estaba yendo esa conversación y no me gustaba para nada.


- Esta conversación la íbamos a tener tarde o temprano. - continuó el presidente. - Pero han ocurrido algunas cosas que me han llevado a adelantar todo.

- Lo sabemos, presidente-nim. - intervino Jin. - No esperábamos que fuese tan pronto, pero lo aceptamos.


Alcancé la mano de Jimin por debajo del escritorio y, aunque no volteó a verme, se encargó de entrelazar nuestros dedos. Sentí como él temblaba y en menos de un segundo, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Él no quería eso, no estaba de acuerdo con la decisión del presidente, pero ¿qué podía hacer?

Deseé con todas mis fuerzas poder hacer algo para remediarlo. Deseé, como nunca había deseado algo en mi vida, retroceder el tiempo y ser más cuidadosa.

Pero no era posible.


- Es lo mejor. - afirmó el presidente con una expresión un tanto apenada. Tal vez a él tampoco le gustaba la decisión que había tomado. - Les informaré el resto de detalles en unos días, pero por ahora, Jin, Hoseok, por favor, regresen con sus compañeros. Necesito hablar con Jimin y Emma.


Ni Jin ni Hoseok pusieron resistencia y pronto los vi marcharse de la oficina, dejándonos a Jimin y a mí a solas con el presidente de la compañía. En ningún momento solté la mano de Jimin, sentía que si lo hacía, él podría desvanecerse. Pero aún así, no me animaba a voltear a ver su rostro, no porque no quisiese, sino porque sabía que esa sería la última cosa que necesitaba para comenzar a llorar. Mantuve la mirada en mis piernas, mientras el presidente parecía buscar las palabras para decirnos lo que sea que había decidido con respecto a nosotros. Cada segundo me parecía eterno y una parte de mi deseaba que todo acabara pronto.


- Tu compañía finalizó tu contrato. - habló por fin y aunque no quería, tuve que levantar la mirada hacia el hombre, por respeto. - Fui informado esta misma mañana y aunque no lo parezca, no quise que las cosas se diesen de esa forma.

- No estoy segura de cuál haya sido la razón, presidente-nim. - repliqué. - Lo supe por mi asistente y supongo que pronto me llamarán para hacerlo oficial. - el hombre asintió, justo al mismo tiempo que la mano de Jimin comenzaba a temblar de nuevo.

- Yo le sugerí que lo hiciera. - me quedé inmóvil ante lo que acaba de decir el presidente. No lo podía creer. - Tuvo una reunión con Kyung Mi, la persona que los delató con Dispatch, y ella cuenta con información que no solo podría acabar con tu reputación aquí en Seúl, sino también con la de Jimin.

- Ella sabe lo que pasó con Jin-hyung y con Mark-hyung. - explicó Jimin con la voz ronca. - Eso no te hará quedar bien, de hecho, puede destruir tu carrera.

- Y la tuya. - añadí, comprendiendo el por qué de la sugerencia del presidente de Big Hit. - Lo lamento, de verdad. - me apresuré a decir con la cabeza agachada.


Me sentía fatal, sentía que todo había sido mi culpa, que había arruinado todo para todos.


- Como le dije en la última reunión, señorita Beckett, me preocupo por mis artistas. - habló el presidente. - Pero, aunque los recientes sucesos puedan darle a entender que quiero destruirla, lo estoy haciendo por su bien. Usted es la novia de uno de mis artistas y si continuaba en esa compañía, las cosas no iban a resultar bien. - lo vi sacar unos papeles de uno de los cajones de su escritorio y colocarlo frente a mí, para luego soltar un suspiro. - Mi plan original era hacer que su contrato terminara para que pudiese firmar uno con Big Hit. Sin embargo, ha ocurrido algo inesperado y es que hay otra compañía interesada en firmar con usted.

- ¿Otra compañía? - pregunté. El presidente me señaló los papeles frente a mí y cuando leí los títulos, comprendí a qué se refería. - ¿JYP quiere firmar un contrato conmigo?

- Me contactaron esta mañana, minutos después de que me informaran de la ruptura de su contrato. - explicó. - Parece que tiene muy buena influencia en esa compañía.


Mark. No podía ser otra persona. Yo le había contado de la escena en la compañía con Kyung Mi y que sospechaba que algo malo pasaría, pero no esperaba que hiciera algo tan loco como hablar con JYP para que firmasen conmigo.


- La decisión queda en usted, puede escoger la empresa que desee y no haré nada para interponerme esta vez. - añadió el hombre y no pude evitar voltear hacia Jimin en busca de algo que me hiciese saber la respuesta. Pero mi novio solo mantenía la mirada en ambos contratos, el de JYP y el de Big Hit, y apretaba los labios. - De todas formas, yo estoy tomando medidas para proteger a Jimin de todo el caos que se ha generado. - la conversación con Jin y Hoseok de minutos antes vino a mi cabeza al instante. - Este será su último comeback y en cuanto acabe, él irá al servicio militar.

Take Me To Busan | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora