13.

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- ¿Podemos pasar? - preguntaron un par de vocecitas detrás de la puerta de la cocina y aunque quise separarme de Jin para no volver comprometedora la situación, él no me lo permitió.

- ¡Yah, les dije que la comida no está lista! - les reprochó Jin antes de que las dos personas entraran riendo.


Eran Jimin y Taehyung. Y cuando comenzaron a mover sus cejas de arriba a abajo, escondí mi rostro en el pecho de Jin.


- La siguen fastidiando y no respondo. - amenazó Jin, pero terminó riendo también. - Son un poco fastidiosos, no les hagas caso. - me pidió y en vista de que seguía escondida, tomó mi rostro con ambas manos y lo dirigió al suyo. - ¿Te quedas a cenar?


Quería decir que si, que me quedaba con ellos todo el tiempo que Jin quisiera, pero recordé a Mark y Youngjae. No podía dejarlos así.


- He quedado con Mark oppa. - respondí en voz baja, casi inaudible. - Lo lamento, enserio. Pero mañana tengo el día libre y lo reservaré para ustedes, ¿bueno?

- Es una ternura. ¿Podemos seguir trayéndola al apartamento? - preguntó Taehyung, haciendo una carita tan tierna que me hizo sonreír.

- Creo que si no se queda a dormir, no habrá problema. - respondió Jimin.

- Bien, dejaré que vayas, pero con dos condiciones. - dijo Jin, todavía sin soltar mis mejillas.

- ¿Cuáles?

- Deja que yo te lleve a la casa de tus amigos y que te recoja mañana de tu apartamento. - pidió con seguridad. No había una pizca de miedo en sus ojos y eso fue lo que me motivó a ignorar las palabras de Dae Hyun.

- Está bien.


En cuanto Jin terminó de cocinar, nos despedimos de Jimi y Taehyung, y bajamos hacia los estacionamientos. Allí, Jin me abrió la puerta de su auto color negro, y se subió al asiento del piloto para llevarme a casa de Youngjae.


"Emma: Ya estoy en camino, Oppa."


- ¿Qué quieres hacer mañana? - le pregunté a Jin cuando dejé de ver las calles de Seúl y me concentré en su rostro radiante y en la sonrisa tan bonita que mantenía desde que nos habíamos re encontrado.

- Tenemos un ensayo en la mañana, pero luego estoy libre. - respondió con la mirada fija en la calle, sin embargo, me enseñó la palma de una de sus manos para que se la tomara. No lo dudé y se la tomé, y cuando sentí su piel contra la mía, electricidad recorrió mi brazo. - ¿Te gustaría hacer algo en específico? Porque pensé que podríamos almorzar junto a los chicos y luego, salir a donde se te apetezca.


Casi pude escuchar el susurro de Dae Hyun, advirtiéndome que si me veían en público con Jin, podríamos meternos en problemas, pero decidí ignorarlo. Si Jin estaba tan confiado de todo, ¿por qué yo no?


- Claro, solo pasemos el día juntos. - Jin amplio su sonrisa, si acaso eso era posible. - ¿Por qué no vamos a ver una película?

- Lo que tú quieras, estará bien para mi.


Jin coloco algo de música para llenar el ambiente y la primera canción que se escuchó fue Teenager de Got7, de mis amigos. Jin tamborileaba el timón del auto al ritmo de la música y yo me animé a cantar algunas partes. Estaba aliviada de que al menos Jin no tuviese problema con Got7. Ojalá pudiese decir lo mismo de Mark, Youngjae y todos sus compañeros.


- Bien, llegamos. - anunció él cuando estacionó frente al edificio de Youngjae. Era la primera vez que iba sola a su apartamento, pero él me había enviado las indicaciones exactas para llegar e incluso, una foto del edificio. - Nos vemos mañana, entonces.

- Mañana. - repetí con una tímida sonrisa y luego de hacer una leve reverencia, abrí la puerta del auto para bajar. Pero antes de que pudiese poner un pie fuera del vehículo, Jin sostuvo mi mano.

- No volverás a desaparecer, ¿verdad? - preguntó y cuando vi sus ojos, mi corazón se estrujó en mi pecho. Enserio lo había dañado al ignorarlo de esa forma.

- Claro que no. - repliqué y me animé a acariciar su mejilla. - Te veré mañana. Lo prometo. - Jin asintió y solo entonces, dejó ir mi mano.


Volví a despedirme de él una vez más antes de bajar del auto y cuando comencé a acercarme al edificio, escuché algunos murmullos. Ni siquiera tuve que voltear para saber que se trataban de fans.

¿Como habían localizado el apartamento de Youngjae?

Me cubrí con una mascarilla que Mark me había regalado en mi primer día en Corea y continué mi camino. No volteé a mirar a las fans hasta que estuve dentro del edificio. Solo antes de entrar al ascensor, me volví hacia la calle y vi a tres jovencitas con sus teléfonos celulares.

Fuck. Me habían fotografiado entrando al apartamento.

Eso no sería tan escandaloso porque todos sabían que era muy amiga de GOT7, pero me preocupaba que hubiesen fotografiado también a la persona que me había traído. Nadie sabía que conocía a Jin y la noticia, si no era bien manejada, podía volverse una pesadilla.

Presione el botón del piso de Youngjae rápidamente y no me tranquilice hasta que las puertas del ascensor se cerraron. Rogué al cielo que esas fotos no salieran del teléfono de esas fans o que, mágicamente, se borraran. Pero sabía que era imposible, que probablemente, las fotos saldrían en algún fan page esa misma tarde y que tendría que buscar una buena excusa. Sin embargo, el rostro sereno de Jin vino a mi mente y de una forma maravillosa, me trajo tranquilidad.


- ¡Em! - exclamo Youngjae cuando me abrió la puerta de su apartamento. - Al fin llegas, pequeña, Mark estaba comiéndose todo lo que pedí.

- Annyeong, oppa. - saludé y me acerqué a abrazarlo. - ¿Donde está ese hermano mío que no quería dejarme comida? - añadí, intentando parecer tranquila, intentando olvidarme de las fans y sus celulares.

- En mi defensa, te demoraste en llegar. - fue la forma en la que Mark saludó mientras se acercaba a mi con esa sonrisita que en algún momento lograba traerme babeando. Cuando estuvo frente a mi, me rodeó con sus brazos y besó mi frente por unos largos segundos. - ¿Como llegaste? Estábamos por ir a recogerte.

- Me trajo un amigo. - respondí rápidamente, intentando restarle importancia al asunto, y Mark frunció el ceño. - ¿Donde está la comida?

- En la cocina. - respondió Youngjae al pasar junto a mi y al darse cuenta de la expresión de Mark, me tomó del brazo y me jalo a su lado. - Ven, vamos a traerte algo de comer. Ese cuerpo caribeño no se mantiene a base de dietas.

- ¿Quién te enseñó eso? - le pregunté riendo, intentando seguirle la corriente a Youngjae para evitar los regaños de Mark. - Debes dejar de ver televisión extranjera, aprendes lo malo. - añadí justo antes de que entráramos a la cocina y Youngjae cerrara la puerta detrás de ambos.

- Ahora sí, dime quien es ese amigo tuyo.

Take Me To Busan | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora