7 AM en punto y ya estaba en el estudio de grabación con Dae Hyun. Ese día filmaríamos la escena del momento exacto en el que nos conocíamos en el drama, así que era algo importante y vital.
Desde su confesión el día anterior, las cosas entre ambos habían mejorado y se notaba en escena. Lograr que se viese esa química entre nuestros personajes no fue difícil, por lo que no nos demoramos mucho en terminar con nuestra escena. La producción estaba sorprendida, incluso el mismo reparto.
- Bien, pueden descansar hasta su siguiente escena. - nos avisó Hye Moon mientras me extendía mi segundo café del día. - Me encargué de despejar los camerinos, así que pueden ir allá. - Dae Hyun y yo asentimos.
- ¿Cómo te fue ayer? - quiso saber mi co protagonista mientras caminábamos por el pasillo.
- Bien. - repliqué, dandole sorbos a mi bebida. - Las cosas se arreglaron con Jin.
- Entonces, ¿por qué no pareces feliz? - solté un suspiro.
- ¿Acaso es tan evidente? - él asintió. - Estoy preocupada.
- ¿Por qué?
- Mark oppa y yo no hemos hablado desde Tailandia. - admití. - Y ayer, cuando fui a hablar con Jin oppa, Jimin-ssi actuó muy extraño.
- ¿Extraño? - buscó saber y me demoré en contestar mientras me acomodaba en un pequeño sofá del camerino. - ¿A qué te refieres, Little Beckett?
- Luego de que Jin oppa y yo arreglaremos las cosas, Jimin-ssi fue a la terraza a beber cerveza. - expliqué ante su mirada atenta. - Y cuando me acerqué a preguntar si algo le fastidiaba, no supo responderme.
- ¿No crees que tal vez le atraigas? - preguntó y casi me atoro con el café cuando lo escuché.
- ¿Qué? No, no es posible. - negué, dejando el café a un lado. - Jimin-ssi siempre me ha tratado como una hermana.
- Nunca digas nunca.
El día transcurrió más rápido de lo que pensé y cuando me di cuenta, ya estaba en el auto rumbo a mi apartamento. En ningún momento había dejado de pensar en lo que Dae Hyun habían dicho y eso era preocupante.
¿Gustarle a Jimin? No lo había pensando como una posibilidad. Jimin era uno de los mejores amigos de Jin y él sabía perfectamente que Jin y yo estábamos saliendo, ¿cómo podría gustarle?
- Mañana filmaremos de noche, así que podrás descansar bien durante la mañana. - me informó Hye Moon antes de que bajara del auto. - Te llamaré cuando esté en camino a recogerte, ¿bien? - asentí.
- Buenas noches, unnie.
Mientras subía por el ascensor a mi apartamento, saqué mi celular, busqué un contacto y me quedé viendo la pantalla unos segundos.
"Jiminie", se leía en el aparato y aunque ya antes le había llamado y habíamos conversado tranquilamente, esa noche se sentía diferente. La posibilidad de que Jimin estuviese actuando extraño porque sintiese algo por mí, estaba matándome lentamente.
Le había tomado cariño al rubio y si es que lo que Dae Hyun decía era cierto, las cosas cambiarían drásticamente.
Las puertas del ascensor se abrieron frente a mí y salí para dirigirme a la puerta de mi apartamento. Saqué la llave, abrí mi puerta y entré, luego de dejar todas mis cosas, me senté en el sofá de la pequeña sala. Todavía tenía el teléfono en la mano y en mi pantalla se podía leer el nombre del mismo contacto.
- No seas cobarde, Emma. - me dije a mi misma. - ¿Qué es lo peor que podría pasar?
Lo peor era que Jimin admitiese que sentía algo por mí. En cuyo caso, tendría que hacer algo al respecto y, probablemente, alejarme un tiempo de él. Pero era mejor saberlo en ese instante, cuando todavía se podía hacer algo, que después, cuando las cosas con Jin se tornasen mucho más serias.
Así que lo hice, marqué su número y mientras esperaba que contestase, movía mis pies nerviosamente.
- ¿Hola? - saludó Jimin del otro lado de la línea.
- Hola, Jimin-ssi. - repliqué y me puse en pie inmediatamente.
- Pequeñita, estaba por llamarte.
- ¿Enserio? - pregunté mientras mordisqueaba mi labio.
- Sí. - respondió. - Estoy fuera de tu edificio, ¿crees que podamos conversar?
FUCK. F-U-C-K.
Caminé de un lado a otro mientras esperaba que Jimin subiese por el ascensor. No estaba segura de por qué había aceptado que subiese a mi apartamento, pero ya estaba hecho y no había marcha atrás. Yo quería hablar con él, después de todo, así que me tocaba enfrentarlo.
Escuché unos toques en la puerta y di un pequeño salto en mi sitio al instante. Cuando reaccioné, los golpes se escucharon de nuevo y me acerqué para abrirle la puerta a Jimin.
Cuando abrí, lo primero que noté fueron sus ojos grandes y expresivos, y luego, su cabello rubio despeinado. Vestía unos jeans rasgados pegados y una sudadera completamente negra con un pequeño logo blando a un lado del pecho. A pesar de ello, se veía malditamente bien, tal y como siempre lo había hecho desde que lo había conocido.
Ambos sonreímos un tanto incómodos y me hice a un costado para que pasase, pero cuando lo hizo, chocó ligeramente conmigo. Él se apresuró a disculparse con una reverencia y noté que aunque lo intentó, no pudo mantener la mirada en mis ojos.
- Bonito apartamento. - escuché que comentó cuando nos sentamos en la sala. Yo asentí, sin saber bien qué debía decir.
- ¿Quieres algo de tomar? - fue lo primero que se me ocurrió. - ¿Agua? ¿Jugo? ¿Café? - Jimin negó ante cada una de mis opciones y cuando intenté levantarme, alcanzó mi mano. Me quedé congelada ante su tacto y noté que su mirada se quedó fijo en nuestras manos. Así que me deshice de su agarre lentamente y volví a tomar mi lugar.
- Vine a decirte algo. - tragué saliva, nerviosa por la forma en la que había hablado. No parecía el Jimin bromista de siempre, se escuchaba y veía más serio. - Ayer, cuando te acercaste a preguntar si yo estaba bien, yo te mentí. - me quedé en silencio, esperando que continuara, y sentí que mi respiración se cortó cuando sus ojos buscaron los míos.
¿Qué demonios? Jimin nunca me había puesto tan nerviosa. Jimin era el pequeño compañero de Jin, el miembro de BTS confianzudo y que me fastidiaba cada vez que nos veíamos. Pero el Jimin que tenía frente a mí era uno diferente, uno más serio, menos niño.
- Hay algo que me ha estado incomodando últimamente.
- ¿El qué? - busqué saber.
- Creo... - susurró y se detuvo para humedecer sus labios. Sus ojos no se despegaban de los míos y eso no hacía más que ponerme ansiosa. - Creo que me gustas, Emma-ssi.
ESTÁS LEYENDO
Take Me To Busan | BTS
FanfictionHay personas que llegan a tu vida para marcarla y de las que no quieres alejarte jamás. Pero, por cosas del destino, Emma debe despedirse de esa persona y partir al otro lado del mundo. Nueve años después, ella regresa convertida en una mujer hecha...