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Guardé todo rápido y cerré la maleta, ya no tenía mucho tiempo. Tomé mi billetera, mis documentos y mi boleto, y salí con mis cosas a la sala de mi apartamento.

Me quedé parada unos segundos, viendo todo a mi alrededor, y luego de tomar una gran bocanada de aire, salí de mi apartamento.


- No sabía que el apartamento de Emma-ssi era Busan. - escuché en mi mente, como si la escena se repitiese, y tuve que sacudir la cabeza para alejar los recuerdos.


Saqué mi teléfono para responder algunos mensajes mientras iba en el taxi hacia la estación de tren y cuando terminé, lo apagué. Ya lo había decidido, me desconectaría de todo por unos días, hasta volver a las grabaciones.


- ¿Y tu? Pensé que tenías más respeto por ti misma. - recordé aquella frase y un nudo se formó en mi garganta. Esa era, probablemente, una de las cosas que más me habían dolido.


Luego de pagar, bajé del taxi y arrastré mi maleta por la estación de tren. Llevaba puestas gafas oscuras y una mascarilla negra, la misma que Mark me había regalado al llegar a Seúl, por lo que no mucha gente lograba reconocerme. Eso me tranquilizaba, me daba unos instantes de paz luego de la noche tan dramática que había tenido.

Cuando encontré mi puerta de embarque, subí al tren y me acomodé en mi asiento, luego de guardar mi maleta. Me quité la mascarilla y las gafas, ate mi cabello y saqué mis gafas de lectura para poder leer un poco. Tomé un libro de mi bolso, uno que Jaebum me había recomendado, y lo abrí en el primer capítulo.

El tren aún no avanzaba, los pasajeros seguían subiendo, así que la lectura me ayudaba a no pensar en otra cosa. La historia era muy buena, así que no demoró en atraparme completamente, a tal punto que no noté cuando una persona se sentó frente a mi.


- Hola, pequeña. - escuché y al instante, una mano hizo que bajara el libro y lo dejara sobre la pequeña mesa. Parpadeé un par de veces al ver el rostro de aquella persona, para asegurarme de que era real, y mis labios se abrieron ligeramente, mientras mi mente intentaba procesar una frase coherente. Él sonrió. - ¿Qué haces aquí, oppa? - preguntó, imitando una voz de mujer. - Cuando quieras irte de Seúl para despejarte, intenta que no sea a Busan. Es muy obvio. - reí.

- Pensé que era perfecto. - repliqué. - Es tan obvio que nadie pensará que estaré allí, en la ciudad de Jimin-ssi. - la persona frente a mi imitó mi sonrisa, pero al cabo de unos segundos, tal vez porque recordó lo ocurrido, borró esa sonrisa.

- Lo he arruinado en grande. - dijimos al mismo tiempo.

- Fue mi culpa. - añadió él. - Fue mi culpa, pequeña, yo no debí ir a tu apartamento.

- No podías saber que él iría. - dijo, encogiéndose de hombros. - Además, no estábamos haciendo algo malo, sólo conversábamos, Jimin-ssi. - él negó con la cabeza.

- Perdiste a Jin por culpa mía. -se lamentó. - Si nunca más vuelves a ser feliz, será por mi.


Aquellas palabras retumbaron en mi cabeza una y otra vez. Vi el rostro triste de Jimin, sus ojos llorosos y la forma en la que apretaba sus labios, y aunque intentara convencerme de que había sido su culpa, no podía odiarlo.

Había algo en Jimin, algo que te atraía a él, en lugar de alejarte, algo que te traía paz, en lugar de miedo.


- Entonces, tienes la responsabilidad de cambiar eso. - repliqué ante su mirada sorprendida. - Oppa, ahora es tu deber hacer que sonría. - Jimin lo comprendió al instante y no demoró en asentir contento. Alcanzó mi mano sobre la mesa y apretó mis dedos con los suyos.

- Lo prometo. Será el mejor viaje que hayas tenido a Busan.

- Nunca he ido a Busan.

- Con mucha más razón.


Jimin y yo conversamos un buen rato, hasta que me quede dormida en mi asiento. La noche anterior no había podido conciliar el sueño, cada vez que me recostaba, sentía mi corazón latir violentamente y mi cabeza a punto de estallar.

La noche anterior, mientras Jimin y yo conversábamos, recibimos un visitante inesperado: Jin, el compañero de grupo de Jimin, el miembro de BTS y la persona con la que estaba saliendo. Estaba. En ese momento, mientras iba en ese tren, ya no estaba segura de seguir "saliendo" con aquel joven.


- Cómo has cambiado, Emma. - escuché en mi sueño y desperté asustada y sudando.


Mire a ambos lados, intentando recordar donde estaba, y solo cuando vi a Jimin descansando en el asiento frente al mío, recordé: estaba en un tren rumbo a Busan.

Jimin se veía tan tranquilo, a pesar de todo lo que había pasado horas atrás, y eso, de alguna forma, me calmaba. Pero, ¿qué tanto duraría eso? ¿Qué tanto podríamos seguir engañándonos? ¿Qué tanto podríamos seguir huyendo de la realidad?

Volteé hacia la ventana, intentando evitar que mi mente comenzara a pensar en el tema al distraerme con el paisaje, pero no pude. Para mi las cosas, tal vez, no serían tan difíciles. Yo tendría un dolor en el pecho por algunas semanas, pero luego, podría seguir adelante, con las grabaciones, los chicos de GOT7 y mis nuevos amigos del reparto. Pero, ¿Jimin? Jimin, en unos días, tendría que volver al apartamento que compartía con BTS, a su vida y agenda de idol, y a enfrentarse a Jin.

Yo podía evitar a Jin y todo acabaría, pero Jimin no podía solo desligarse de él. Eran compañeros de grupo, eran miembros de una de las bandas de K-Pop más populares.

El escándalo que se armaría y lo que la gente diría de nosotros me puso ansiosa. No por mi, yo podía soportarlo, yo podía tomar un vuelo a Estados Unidos y alejarme de todo. Pero Jimin no podría, Jimin iba a sufrir mucho.


- Deja de pensar en eso. - su voz me hizo volver a la realidad y giré hacia él al instante. En algún momento, se había despertado.

- Oppa... - el negó con la cabeza y una vez más, tomó mi mano por encima de la mesa.

- Solo olvídate de todo unos días, ¿puedes?

- ¿Qué pasará con BTS? - Jimin negó una vez más, pero esa vez con una sonrisa.

- ¿Está Emma-ssi preocupada por mi? - preguntó un tanto burlón.

- Yah, esto es serio. - le reproche, intentando molestarme por su falta de seriedad, pero fallando tremendamente.

- Te propongo algo: Mandemos al diablo todo por unos días, dejemos que el mundo arda mientras no estamos, y cuando tengamos que regresar, veremos que hacer.


Era loco, era tan loco que mi respuesta salió automáticamente de mis labios:


- Acepto.


Perdonen por demorar, me quede en blanco por un tiempo, sin saber cómo continuar, pero ya volví <3

Take Me To Busan | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora