- ¿Qué está pasando aquí? - vociferé en cuanto ingresé al camerino y vi cómo Hoseok y Namjoon intentaban separar a Jin y Jimin.
En cuanto se dieron cuenta de mi presencia, se separaron. Hoseok llevó a Jimin a una esquina y Namjoon hizo lo mismo con Jin. Seguí con la mirada a estos últimos, solo para asegurarme que Jin estuviese bien, pero en cuanto volteó por una fracción de segundo para verme, noté que él no tenía daño alguno. Entonces, mi corazón se aceleró y corrí sin pensarlo dos veces hacia Jimin.
Si Jin estaba bien, la posibilidad de que Jimin estuviese herido era mayor y eso hizo que las palmas de mis manos comenzaran a sudar.
- Oppa. - susurré al llegar a su lado y aunque él batalló para que no lo hiciese, levanté su rostro por la barbilla para ver su rostro y buscar algun daño. Su labio inferior sangraba un poco, pero fuera de eso, felizmente, no había pasado a mayores. - ¿En qué estabas pensando? - Jimin parpadeó un par de veces y noté como sus ojos se llenaban de lágrimas. Eso me partió el corazón.
- Él ya lo sabe. - murmuró a modo de respuesta y aunque debía preocuparme por eso, no podía dejar de ver la sangre en su labio.
- Tenemos que ir a que te revisen. - dije y volteé hacia Hoseok al instante. - ¿Tienen a algún médico aquí? - Hoseok asintió con una expresión neutra, diferente a todas las otras veces que nos habíamos visto, y se levantó para ir a buscarlo, mientras yo me quedaba con Jimin.
- ¿No escuchaste lo que te dije? - quiso saber Jimin, pero yo lo ignoré y comencé a acariciar suavemente su frente. Era mi culpa, había salido herido por mi culpa. - Te dije que...
- Lo sé, te escuché. - le interrumpí antes de que volviese a repetir aquellas palabras. - Por ahora, no quiero hablar de él. Me interesa más saber qué piensas hacer tú. - Jimin tragó saliva y desvió la mirada hacia el suelo.
Fuck. Si no podía verme a los ojos, no podía ser algo bueno.
- ¿Qué piensas hacer? - insistí. - Oppa, solo dímelo. - Jimin regresó la mirada a mí con los ojos rojos y sus labios temblando. Nunca lo había visto así y me odiaba a mí misma por tener la culpa de ello.
- El manager piensa que es mejor que tú y yo terminemos. - bastó eso para que sintiese una presión en el pecho y aunque quería comenzar a llorar, no lo hice. En su lugar, me puse de pie, justo al mismo tiempo que Hoseok regresaba con la persona encargada de primeros auxilios. - Pequeña, espera...
- Me tengo que ir. - le interrumpí rápidamente y sin esperar una respuesta o despedirme de alguno de los chicos, salí del camerino y comencé a correr por el pasillo.
Solo me detuve cuando estuve fuera del auditorio para cubrir mi rostro con una mascarilla y mis ojos con gafas oscuras, a pesar que era de noche. Saqué mi teléfono del bolso y pensé en llamar a alguien, pero recordé que todos mis amigos en Seúl estaban ocupados. Mark estaba fuera de Corea con GOT7, Hye Moon estaba trabajando en la compañía y Dae Hyun no se estaba sintiendo bien.
¿A quién recurrir?
Era la primera vez que me sentía verdaderamente sola, desde que había llegado a Seúl, y no me agradaba para nada ese sentimiento.
Guardé el teléfono en mi bolso y solo comencé a caminar. Necesitaba despejarme un poco y procesar lo que acababa de pasar. Yo había aceptado mis sentimientos por Jimin, habíamos pasado momentos bellísimos, pero Jin se había enterado del secreto, habían peleado y su manager no quería que continuáramos saliendo.
¿Qué se suponía que hiciera? ¿Pedirle a Jimin que fuese en contra de él? No, no podía.
Fuck, Dae Hyun me lo había advertido, desde el inicio, y yo no había hecho caso. Él me había dicho que enamorarse era un lujo que no me podía dar y yo había pensado que eso no aplicaba a mí.
Subí hasta mi apartamento con la mirada fija en el suelo, dejé mis cosas en la sala y sin siquiera cambiar mi ropa, me recosté sobre la cama. Alcancé mi teléfono, busqué el número de Mark y pensé en enviarle un mensaje.
Emma: Todo está mal. Por favor, vuelve.
Pero lo borré antes de enviarlo. Mark no necesitaba más estrés del que estaba teniendo en su época de comeback, así que en su lugar, le envié un mensaje de aliento.
Emma: Oppa, espero que les esté yendo de maravilla. Por favor, escríbeme cuando tengas tiempo y avísame el día en el que volverán a Seúl. Los extraño. Fighting!
Mientras esperaba que el mensaje se enviara, una llamada entró a mi teléfono, pero cuando vi el nombre en la pantalla, la rechacé y apagué el aparato. Era Jimin y aunque mi corazón todavía palpitaba fuerte con solo leer su nombre, no podía dejar de escuchar sus palabras.
"El manager piensa que es mejor que tú y yo terminemos."
Sentía un nudo en la garganta tremendo y una presión en el pecho que no me dejaba respirar, y sabía que si contestaba, terminaría llorando.
Me acomodé mejor en la cama y cubrí mi cuerpo con una de las mantas que tenía siempre al pie de esta. Cerré los ojos, intentando conciliar el sueño, pero al cabo de media hora de girar de un lado al otro, supe que no sería posible. Así que me levanté nuevamente, caminé hasta la sala y busqué la pequeña caja en la que guardaba las medicinas. Saqué una pastilla para dormir, fui por un vaso de agua y la tomé. Esa parecía ser la única solución en ese momento.
Me recosté una vez más y me envolví con una manta para no tener frío durante la noche. Me quedé viendo un punto fijo en la oscuridad por un rato, esperando que la pastilla surtiera efecto. y cuando mis párpados comenzaron a hacerse pesados, supe que era momento de dejarme llevar.
Una, dos, tres veces parpadeé y luego, no los volví a abrir.
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Take Me To Busan | BTS
FanfictionHay personas que llegan a tu vida para marcarla y de las que no quieres alejarte jamás. Pero, por cosas del destino, Emma debe despedirse de esa persona y partir al otro lado del mundo. Nueve años después, ella regresa convertida en una mujer hecha...