Take Me To Busan | BTS

S2. 04.

Jimin sujetó mi mano y la apretó para que yo dejara de estar nerviosa, pero era imposible. Estaba en la misma habitación que el presidente de Big Hit, quien mantenía su rostro inexpresivo, y había visto, minutos antes, al presidente de mi compañía retirarse del lugar.

Eso no era bueno, nada bueno.

- Bueno, como ya saben, esta tarde, Dispatch confirmó la relación entre ambos. - habló el presidente de la compañía de Jimin. - Esto me tomó por sorpresa porque no estaba al tanto de la situación, pero me ha llevado a analizar las posibilidades de acción. - añadió, manteniendo su expresión neutral y haciendo que mis nervios se dispararan. - No pienso impedir que su relación continue, porque las fotos ya están publicadas y las personas ya leyeron el artículo. Pero mi compañía está muy preocupada por la situación que vive en su compañía, señorita Beckett. - añadió en un inglés casi perfecto, de tal forma que Jimin no podía entenderlo por completo. - Su presidente va a averiguar quién fue el informante, pero mientras eso sucede, necesito que mantenga un perfil bajo. Debe saber que mi compañía no quiere que ninguno de sus talentos se vea involucrado en escándalos y una relación con una persona involucrada en ellos, no nos sienta bien, ¿comprende? - asentí antes de tragar saliva. Entendía a la perfección a lo que se refería, no solo porque hablara en mi idioma natal, sino porque conocía bien cómo se hacían las cosas en esa industria. - Bien, por ahora, lo que ambos necesitan saber es que ambas compañías lanzarán un comunicado oficial para confirmar su relación y estaremos pendientes de cualquier respuesta que pueda generarse, en especial la de la fanbase de BTS. - continuó el presidente, utilizando coreano de nuevo, y volteé hacia Jimin al instante, justo a tiempo para ver cómo asentía. No habíamos hablado de sus fans y la posible reacción de ellas, pero yo sabía cuán importante eran para él. - Ustedes pueden seguir con sus agendas sin problema y podrán continuar viéndose, solo que ya no tendrán que esconderse.

- Kamsahamnida. - escuché a mi novio agradecer, pero por el rostro del presidente, supe que no había acabado allí.

- No voy a esconder mis intenciones, señorita Beckett. - dijo, volviendo a cambiar de coreano al inglés. - Su compañía y la confianza dentro de esta, no me dan tranquilidad. Sé que su contrato está próximo a acabar, pero ahora que se ha revelado su relación con uno de mis talentos, me preocupa su futuro y la forma en la que este podría cambiar si sigue en esa compañía. - volví a tragar saliva por enésima vez desde que había entrado a la oficina, pero esa vez no lo escondí. - Podría hacer que su contrato quede anulado, pero eso perjudicaría el drama en el que actúa. Podría hacer que firme un contrato con mi compañía, pero ¿acaso piensa quedarse en Seúl? - me quedé inmóvil, incapaz de responder o respirar apropiadamente, y vi de soslayo a mi novio perdido por no entender del todo lo que decía su presidente. - Espere mi llamado, señorita Beckett, que le aseguro que no demorará. Mientras tanto, piense en su futuro y en lo que quiere hacer, pero recuerde que ahora, cualquier decisión que tome, afectará a uno de mis talentos y que mi compañía no es conocida por pasar por alto ese tipo de cosas.

Dejé la oficina del presidente de Big Hit sintiéndome peor. Ya no solo me sentía insegura en mi compañía, sino que también sentía que tenía un peso enorme en mis hombros.

- ¿Quieres que te lleve a casa a descansar? - preguntó Jimin y yo solo pude asentir. Sentí que me guiaba de la mano por los pasillos, pero mi mirada se quedó fija en el suelo, mientras mi cabeza volvía una y otra vez a las palabras del presidente. Me sentía fatal. - ¿Estás lista para lo que nos espera afuera? - solo entonces, desperté de mis pensamientos y me di cuenta que, de alguna forma, había logrado subirme al auto de mi novio y me había colocado el cinturón de seguridad.

- ¿Afuera?

- Las fans siguen esperando. - explicó con una expresión apenada y yo solo respondí llevándome una mano al puente de mi nariz y cerrando los ojos. Últimamente, la cabeza me dolí a menudo. - Solo sonríe y aguanta un poco, yo intentaré avanzar lo más pronto posible. - añadió con un tono tan triste que me hizo sentir mal.

Nada de lo que había dicho el presidente de su compañía era su culpa. No había razón para desquitarme con él.

- Oppa, no estoy molesta contigo. Lo sabes, ¿verdad? - Jimin se quedó viéndome un rato, sin responder, así que llevé una mano a su brazo sobre el timón del auto y acaricie su piel. Mi tacto lo despertó del letargo y logró hacerlo sonreír.

- Hemos tenido un día duro.

- No entendiste todo lo que se dijo en esa reunión, ¿verdad? - Jimin negó con la cabeza, un tanto avergonzado por admitir que el inglés no era su fuerte. - Me dijo que me cuidara, que estuviese atenta a las cosas que hiciera porque ahora no solo me afectarían a mí, sino también a ti.

- Nada va a cambiar, pequeña, enserio. - me aseguró. - Lo que sea que te haya dicho, no tiene que afectar la forma en la que nosotros somos cuando estamos juntos.

- Lo sé, es solo que... - tomé un poco de tiempo para tomar un poco de aire antes de continuar. - Tu presidente me recordó que mi contrato está próximo a acabar y que luego, tengo que pensar qué haré. ¿Recuerdas que hablamos de eso en Busan? - Jimin asintió. - Sigo sin saber qué haré cuando esto acabe, cuando termine de grabar y de promocionar el drama.

- ¿Estás hablando de regresar a Estados Unidos? - agaché la mirada, no quería ver sus ojos en ese momento.

- Tu presidente dijo que estaba pensando hacer algo. - repliqué. - Pero aún si firmara un contrato con tu compañía, ¿enserio crees que haya algo más aquí para mí?

- Estoy yo. - llevé mi mano a su mejilla al instante, arrepintiéndome por haberlo dicho de esa forma. - ¿No es suficiente razón para que te quedes?

- Quiero quedarme, oppa, enserio.

- Pero tienes miedo. - afirmó y aunque quise negarlo, no pude.