- ¿Puedo pasar? - preguntaron desde fuera de la habitación de Kookie y al reconocer la voz, no demoré en responder.
Jimin entró y cerró la puerta detrás de él, se recargó en esta por unos segundos, mientras mantenía fija su mirada en mi, y lo vi soltar un suspiro. Yo me acomodé mejor en la silla giratoria del escritorio de Jungkook y dejé de escribir en la computadora. Se la había pedido prestada al menor de BTS para poder comunicarme con Maia, mi mejor amiga en Estados Unidos, y con Mark, los únicos amigos con los que podía desahogarme.
- ¿Cómo estás? - preguntó, por fin.
- Bien. - repliqué casi al instante y al ver que eso no convencía a Jimin, apreté mis labios y los humedecí. - Sabes que estoy preocupada por todo esto, por las fotos, por las fans y... Por ti.
- ¿Por mí? - lejos de incomodarse, pareció enternecerse y comenzó a acercarse a mí.
- No quiero arruinar las cosas para ti. - expliqué al ver que se puso de cuclillas frente a mí y yo me apoyé en mis rodillas para acariciar sus mejillas. - Has logrado tanto, Jiminie, y todo ha sido por tu esfuerzo y dedicación. Tus fans lo saben, por eso te quieren tanto, al igual que tu a ellas. Y solo temo que, ahora que saben que estás conmigo, tu relación con ellas vaya a cambiar. - Jimin resopló y negó con la cabeza.
- Sí, trabajo duro para que mis fans estén felices, pero creo que ellas entenderán que ahora, mi felicidad no es solo presentarme ante ellas. - dijo, convencido de cada palabra que salía de su boca. - Desde que te conozco, desde que puedo decir que eres mi novia, la felicidad ha tomado un nuevo significado. Cuando estás en esta industria, cuando sientes el cariño de las fans y su lealtad, crees que eso basta y que no necesitas más, pero luego, descubres a alguien que te complementa, que colorea tus días con solo decir tu nombre y que con una sola mirada pueda hacer que tu corazón lata a una velocidad increíble. - añadió y mientras veía sus ojos, sentía sus caricias recorrer mis brazos. - Está bien que te preocupes, yo lo hago por ti también, pero no hagas que tu día gire entorno a ello, pequeña. Seguimos siendo tú y yo, seguimos siendo las mismas personas que éramos ayer, antes de que salieran las fotos de Dispatch. - asentí. Al fin había comprendido por qué Jimin podía estar tan tranquilo conmigo a su lado y por qué, a pesar de estar nervioso por lo que vendría, podía verme directo a los ojos y darme seguridad. Jimin me quería sin condiciones, solo me quería por quien era, no por mi nombre o por mi carrera, me quería y ya.
- Gracias. - murmuré con una sonrisa que él imitó al instante. - Gracias por lo que acabas de decir. Me animas a esforzarme, a dejar de lado el temor y olvidar a los demás para solo concentrarme en nosotros.
- Es que solo somos nosotros, cariño. - reafirmó antes de ponerse de pie, sin soltar mi mano. - ¿Mañana irás a grabar?
- Sí, son los últimos días. - repliqué. - Voy a pedirle a Hye Moon que recoja algo de ropa de mi apartamento y la lleve al estudio.
- Bien, yo mañana me tomaré el día. - me contó. - La compañía ya lo autorizó, así que pensaba acompañarte a las grabaciones. Quiero ver si alguien intenta acercarse por información, eso nos ayudará a descartar personas.
Al día siguiente, me desperté temprano, me aseé, me vestí y fui a la habitación de Jimin y Hoseok. Escuché ruido dentro, así que toqué un par de veces y esperé a que me abrieran. Jungkook asomó la cabeza con el cabello desordenado y los ojos casi cerrados, y cuando me reconoció, me dedicó una sonrisa.
- ¡Hyung, tu novia! - gritó hacia sus compañeros dentro de la habitación y luego volteó a verme con la misma sonrisa.
- Bipolar. - murmuré, provocando que Jungkook me mostrara la lengua. - Yah, ¿quieres morir?
- O-ppa. - me corrigió.
- Tenemos la misma edad.
- No, tu eres del 98, eres menor. - me recordó, intentando parecer amenazante, pero fallando tremendamente. Era el maknae del grupo, lo cual asociaba con Yugyeom, de GOT7, y no podía tener miedo de un bebé gigante.
- Yah, Kookie, deja de fastidiar a Em. - le reprochó Jimin, antes de golpear fuertemente su trasero, y luego, volteó a verme con una sonrisa. - Buenos días.
- Buenos días. - saludé de vuelta y noté como me miraba de pies a cabeza. - Sí, ya tengo que ir al estudio. - Jimin se llevó las manos a la cabeza al instante. - No es necesario que vayas conmigo, oppa. Nos podemos ver cuando...
- No, no, yo voy. - me interrumpió. - Dame 15 minutos. - pidió antes de entrar tan rápido como un rayo a la habitación y salir corriendo hacia el baño. - ¡Solo 15 minutos! - repitió y lo siguiente que escuché fue el golpe de la puerta.
- Emma-ssi, ¿mi hyung te va a acompañar a tus grabaciones? - preguntó en un tono bajo, como si no quisiera que nadie más escuchara. Yo asentí a modo de respuesta y en cuanto lo hice, vi como se formaba una gran sonrisa en su rostro. - ¡Taehyung hyung! - vociferó y juro que no pasaron dos segundos antes de que la puerta de la habitación de Tae se abriese de par en par. Volteé al instante, asustada por lo repentino de su acción, y vi a mi amigo ya vestido y con una de sus sonrisas inocentonas.
- Aniyo, no vas a ir. - dije, pero la expresión de Tae no cambió. - Yah, Tae, hablo enserio. - le advertí, intentando sonar firme, pero a él poco le importaba. Se acercó a mí paso a paso, con las manos detrás de la espalda, y cuando llegó a mi costado, extendió un brazo para picar mi mejilla.
- O-ppa. - me corrigió, tocando mi mejilla con cada sílaba. - Y sí voy a ir.
- Aniyo.
- Em, he jugado los suficientes videojuegos de misterio para un momento como este. - me contó tan decidido que uno pensaría que hablaba de un doctorado. - Voy a descubrir quién es esa persona que los ha delatado con Kyung Mi. - añadió con el dedo indice señalando el techo y noté cierto desprecio cuando mencionó el nombre de la joven que había contactado con Dispatch. - Yo voy.
- Pero, oppa, yo...
- ¡Solo fueron dos minutos! - escuché gritar a Jimin y cuando volteé a verlo, tuve que cubrirme los ojos.
- ¡Juro que si no te pones algo en este preciso instante, voy a comenzar a gritar fuerte! - le reproché, intentando resistir el impulso de volver a abrir los ojos y ver a mi novio-semidios griego con solo una toalla alrededor de su cintura. No supe qué pasaba a mi alrededor, pero escuché las risas de los chicos y luego, una ráfaga de viento cruzar por mi costado.
- Emma-ssi, estás exagerando. - se burló Taehyung. - No es como si Jimin hyung y tu no hubiesen ya... - sentí mis mejillas tornarse de color rojo al instante y no pude resistir el impulso de golpear el brazo de Tae.
- ¡Yah! ¿Quieres morir? - Taehyung y Jungkook abrieron los ojos de par en par y un segundo después, estaban en el suelo, riendo a más no poder.
- ¡Jiminie! - grité, intentando que se apresurase y me salvara de esa conversación.
- ¡Hyung y Em no lo han...! - intentó proclamar Jungkook, pero, gracias al cielo, mi novio abrió la puerta de su habitación y le cubrió la boca.
- ¿Pueden comportarse? - se escuchó una voz ronca y no necesité voltear a verlo para saber que era Yoongi. - Hay gente intentando dormir.
- Miane. - me disculpé rápidamente. - Ya nos íbamos.
- No era para ti, Em. - replicó Yoongi y noté que mostró una semi sonrisa con los ojos cerrados y soñolientos. - Suerte en tus grabaciones. Llámame si averiguan algo. - y dicho eso, cerró la puerta detrás de él.
- Bueno, eso ha sido interesante. - comentó Taehyung. - ¿Nos vamos?
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Take Me To Busan | BTS
FanfictionHay personas que llegan a tu vida para marcarla y de las que no quieres alejarte jamás. Pero, por cosas del destino, Emma debe despedirse de esa persona y partir al otro lado del mundo. Nueve años después, ella regresa convertida en una mujer hecha...