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- Jin, no es lo que sea que creas que ha sido. - expliqué y luego me golpee la cabeza porque ni yo había entendido lo que dije. - Dae Hyun-ssi sólo me quiere ayudar. Está preocupado de que pase algo que me pueda herir o perjudicar.

- De Mark lo esperaría, pero ¿Dae Hyun? - le escuché del otro lado de la puerta y me sorprendió que no usara honoríficos. - Es alguien a quien acabas de conocer, es un completo extraño y aún así dejas que te de consejos.

- A mi también me pareció extraño, pero hoy me explico sus razones y comprendí. - dije, colocando ambas manos sobre la puerta de madera. - Por eso estaba hablando con él, porque quería agradecerle la preocupación y decirle que no tenía problema con la conversación que habíamos tenido.

- Pues sonó a otra cosa. - escuché un suspiro de su parte y mordí mi labio inferior. - Pensé que ustedes... Pensé que se habían besado.

- Lo supuse. - admití. - Pero no fue así, Jin, no fue así porque él sabe que me interesa alguien más. - el picaporte comenzó a girar nuevamente y me aleje unos pasos para que pudiese abrir la puerta lentamente. Su rostro se asomó una vez más y ya no se veía enojado, se veía triste, así que no esperé ni un segundo para poder abrazarlo fuertemente. - Lo lamento mucho, enserio no quería que este tipo de malentendidos ocurriesen entre nosotros.

- Em, no, espera, lo lamento yo. - sus brazos apretaron mi cintura y su rostro se escondió en mi cabello. - Estaba celoso. Cielos, demasiado celoso. Soy un tonto, ¿no es así? - me aleje un poco de él para poder ver su rostro y tomarlo con ambas manos.

- No, no lo eres. - le corregí con dulzura. - Eres un gran hombre, Jin, un hombre que se preocupa por mi, me cuida y busca que sea feliz. Soy muy afortunada de tenerte a mi lado. - él esbozó una sonrisa al instante y se inclinó para besar mi frente. Ese simple gesto, iba cargado de todos sus sentimientos y de todas las palabras que ambos teníamos por decir, pero no nos animábamos a pronunciar.


Ya más tranquilos y sonrientes, salimos a la sala principal del apartamento, donde algunos de los miembros veían una película. Al verme, se acercaron a saludar alegres y me ofrecieron quedarme a terminar de ver la película con ellos.

Mire el reloj, eran las 10 PM y al día siguiente debía estar en el estudio a las 7 AM. No podía quedarme, no si quería estar a tiempo en el trabajo.


- Lo lamento, oppas. - me apresuré a disculparme con las palmas juntas. - Tengo trabajo muy temprano por la mañana. Pero los visitaré pronto, ¿bueno?

- Bien, pero solo porque es por trabajo. - accedió Namjoon antes de volver a ver la televisión.

- Te llevaré a tu apartamento. - dijo Jin antes de dar otro beso a mi cabeza. - Déjame ir por mis llaves.


Vi los rostros de cada uno de los presentes en la sala y noté que faltaban algunos. Yoongi probablemente estaba ya en el estudio, componiendo, así que no me extraño no verlo allí. Pero faltaba el rostro familiar de alguien, de la persona que me había llevado hasta allí y que había estado tan molesto conmigo por toda esa confusión: Jimin.


- Oppa. - le susurre a Namjoon y él dio un salto en su sitio mientras agitaba las manos en el aire.

- Santo cielo, Emma-ssi, estamos viendo una película de terror, no me asustes de esa forma. - dijo, casi al borde de las lágrimas, y yo no pude evitar reírme.

- Lo lamento, oppa. - me disculpe cuando me calme un poco. - ¿Sabes donde está Jimin?

- En la terraza. - replicó más tranquilo. - Estaba muy molesto, ¿no? - asentí cabizbaja. - Se le va a pasar, ya veras. Solo estaba preocupado por todo y un tanto dolido.

- ¿Dolido?

- Creo que será mejor que él te lo explique.


Me dirigí hacia la terraza y tal y como había dicho Namjoon, encontré allí a Jimin. Él tenía los codos apoyados sobre la barrera de vidrio que protegía que nadie se cayese, y la mirada fija en el horizonte. Tenía en una de sus manos un vaso de cerveza y en la otra, su teléfono.


- ¿Jimin? - le llamé y él, luego de darle un sorbo a su bebida, volteó a verme. Parpadeó un par de veces, asegurándose de que yo verdaderamente estuviese allí y luego, me extendió el vaso. - No, gracias, tengo grabación mañana.

- ¿Ya arreglaron las cosas? - quiso saber mientras daba otro gran sorbo a la cerveza.

- Sí, le dije lo que había pasado en realidad y lo entendió. - él rubio asintió un par de veces, sin poder verme a los ojos. - Pero, quería saber qué pasaba contigo. ¿Tú sigues enojado? - Jimin relamió sus labios, llevándose toda la espuma de su cerveza en ese acto.

- Estaba enojado por Jin, no quería volver a verlo mal. - explicó, encogiéndose de hombros, pero algo en mi interior me dijo que eso no era todo.

- Entonces, ¿por qué sigo sintiendo que te incomoda algo más? - Jimin me dirigió la mirada antes de terminar lo que quedaba de su cerveza y luego, comenzó a acercarse lentamente. Cuando estuvo frente a mi, se aclaró la garganta y arregló su cabello, antes de animarse a hablar.

- No lo sé, Emma-ssi, no lo sé. - respondió y luego, desvió la mirada de mi rostro a la puerta detrás de nosotros. Me di la vuelta para ver qué le llamaba tanto la atención y allí vi a Jin, con las llaves en la mano y los brazos cruzados.

- Em, ¿nos vamos? - asentí y él se alejó, en dirección a la puerta principal del apartamento.

- Jimin-ssi, tengo trabajo temprano mañana, debo irme. - él asintió con la mirada en el suelo. - Pero, de verdad, espero que las cosas puedan arreglarse entre nosotros. Conozco a poca gente aquí y como me quedaré todo un año, me gustaría poder contar con todos, incluyéndote. - Jimin esbozó una media sonrisa, que se convirtió en una mueca de tensión cuando toque su brazo. - Nos vemos, Jimin-ssi.

Take Me To Busan | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora