S2. 03.

175 20 0
                                    

El presidente de mi compañía llegó a Big Hit Entertainment acompañado de Hye Moon, mi asistente, y luego de saludar a Jimin y a mi, entro a hablar con el presidente de la compañía de mi novio.

Hye Moon se quedó fuera de la reunión con ambos, pero aunque muchas otras veces habíamos estado juntas, una punzada en el pecho me incomodaba ante la posibilidad de que Hye Moon hubiese informado de mi relación.

Me repetí muchas veces que no era posible, que Hye Moon era mi amiga, mi única amiga mujer cercana en todo Seúl, pero la duda no dejaba mi cabeza.


- ¿Estas bien, Em? - me preguntó Hye Moon con su rostro lleno de preocupación. - ¿Necesitas algo? ¿Un café? ¿Agua? - no supe responder, no quise responder. No sabía lo que saldría de mi boca si le hablaba, por lo que Jimin habló en mi lugar.

- Solo está un poco preocupada. - Jimin me rodeó con sus brazos e hizo que mi cabeza descansara en su hombro. Yo no puse objeción y lo usé de excusa para cerrar los ojos y no ver a Hye Moon.


Si había sido ella, no se lo perdonaría. Puse mi confianza en esa joven y si la había traicionado, no podría pasarlo por alto.


- ¿Quieres ir a recostarte un rato? - me preguntó al oído Jimin y yo negué con la cabeza. - ¿Quieres que volvamos a la sala de ensayo con los chicos?

- Bueno. - acepté, no porque tuviese muchas ganas de levantarme y caminar, sino porque en ese momento, necesitaba estar rodeada de personas confiables y verdaderas.

- Hye Moon-ssi, ¿podrías quedarte y avisarnos si nos requieren? - le preguntó mi novio y solo entonces volteé a verla.


Hye Moon me sostuvo la mirada unos segundos, analizando mi expresión y seguramente, pensando qué hacer para hacerme sentir mejor. Así era ella, siempre intentaba complacer a su actriz y amiga, siempre intentando hacerme sentir a gusto y cómoda. Era descabellado pensar que ella podría haber hecho una cosa como esa, pero ante la duda, prefería mantener mi distancia.


- ¿Estas segura que no me necesitas, Em? - preguntó Hye Moon y la vi tan preocupada y sincera que, antes de responderle, tuve que desviar la mirada.

- Solo necesito estar con Jimin Oppa por un rato, unnie. - repliqué, intentando mantener el honorífico que siempre usaba con ella para que no sospechara. - Te avisaré si necesito algo, tranquila. - Hye Moon soltó un suspiro y asintió con la cabeza, y en cuanto lo hizo, me di la vuelta y seguí a Jimin hacia la sala de ensayos.


De pequeña era una joven muy tímida, demasiado tímida, por lo que no tenía muchos amigos. Pero, de los pocos que logré hacer, aprendí que era mejor tener un par de amigos en los que verdaderamente puedas confiar, que un millón de los que tengas que cuidarte. Al entrar a la industria del entretenimiento, había vuelto a aprender eso a la fuerza y justo cuando creí haberlo superado, sucedía lo de Dispatch.

No sabía bien cómo sentirme al respecto.

Jimin, que en poco tiempo había logrado conocerme, se acercó a mí, dejando su ensayo a un lado, y se sentó de tal forma que quedamos frente a frente. Su mirada me sacó de mis pensamientos y fue casi instantánea mi reacción de sonreír al tenerlo tan cerca. Él imitó mi sonrisa y llevó una mano a mi rostro para acariciar con su pulgar mi mejilla. El tacto cálido de su piel contra la mía me tranquilizaba un poco, pero aún quedaban rezagos de duda en mi interior.


- Quisiera tener la habilidad de saber lo que pasa por tu cabeza en este momento. - dijo Jimin al darle toquecitos a mi frente. - Pero, dado que no puedo, ¿ayudarías a tu novio a entender qué te pone tan triste?

- Es lo mismo. - repliqué. - Sé que estás aquí conmigo, de verdad, pero paso la mayor parte de mi día en mi compañía y tener que ver a todas esas personas, sabiendo que uno de ellos nos delató, me pone ansiosa. - Jimin asintió, apretando los labios, y luego, tomó una bocanada de aire.

- ¿Sabes que necesitamos? - parpadeé un par de veces, intentando pensar en una respuesta, pero nada se me ocurrió. Jimin rió. - Busan. Tú y yo tenemos que volver a Busan.

- No hay nada que me gustaría más. - dije con una sonrisa. - Pero, oppa, tú estás preparando tu comeback y yo aún tengo que terminar de grabar. - mi novio negó con la cabeza varias veces.

- Así sea solo por un día, quiero llevarte a Busan. - explicó al tomar mis manos entre las suyas. Su mirada se detuvo en ellas unos segundos, solo contemplando lo bonitas que se veían juntas, y luego, su mirada buscó la mía con premura. - Quiero que volvamos a mi casa, que nos recostemos en el sofá con la chimenea encendida, que me dejes abrazarte y pasar mis dedos por tu cabello, mientras escuchamos música y te veo quedarte dormida. Quiero que volvamos a casa de mis padres, que pasemos tiempo con ellos y mi hermano, que te conozcan más y terminen de convencerse de que tú eres el mejor regalo que me dio la vida. Pero, sobretodo, quiero que vuelvas a desconectarte del mundo, como la última vez que fuimos, que dejes de ser Emma Beckett, la actriz, y solo seas tú misma, porque cuando lo haces, eres feliz y no hay mejor sensación que el verte así.

- Oppa... - balbuceé, tratando de procesar todo lo que había dicho, y sin pensarlo, me acerqué para dejar un beso muy cerca de sus labios. Lo vi sonreír ante mi acción y luego, cubrir su rostro para que no viese la forma en la que sus mejillas se sonrojaban. Era tan tierno, tan perfecto, que tuve que resistir el impulso de continuar besándolo y abrazándolo porque sabía muy bien que en esa sala no estábamos solos.

- ¿Por qué son tan odiosos? - escuché a Yoongi decir y al ver su rostro entre Jimin y yo, no pude evitar dar un salto hacia atrás. - Yah, Em, ¿acaso soy tan feo? - preguntó mientras yo llevaba una mano a mi pecho y sentía mi corazón latir violentamente.

- Yoongi oppa, me asustaste. - me quejé de mala gana. - ¿Quieres morir? - Yoongi abrió los ojos de par en par e hizo una mueca con sus labios.

- ¿Qué significa esta falta de respeto a tu oppa? - vociferó con una expresión de molestia tan mala que no pude evitar reír. - Jimin-ssi, si no controlas a tu novia, juro que...

- Hyung, por favor. - pidió mi novio mientras sostenía su estómago y reía. - ¿Por qué interrumpes un momento así?

- Porque los están buscando afuera. - esas palabras hicieron que Jimin y yo dejáramos de reír al instante. - Es tu asistente, Em, dijo que los están llamando de la oficina del presidente.

Take Me To Busan | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora