Take Me To Busan | BTS

25.

Las palabras de Jimin hicieron eco por toda mi cabeza y aunque quise decir algo, no pude. Mi cuerpo parecía congelado y mi voz se había apagado. 

¿Enserio acababa de decir eso? ¿Enserio había admitido que sentía algo por mí cuando yo estaba saliendo con uno de sus mejores amigos? 

Jin. Fuck. Si Jin se enteraba, habrían problemas. 

- Jimin-ssi, yo no sé qué decir. - Jimin negó con la cabeza al instante. 

- No estoy esperando que respondas, mucho menos que me correspondas. - le escuché. - Solo te  lo estoy diciendo porque quiero que entiendas el motivo de lo que haré. 

- ¿Qué harás? - busqué saber y él, al instante, soltó un suspiro. 

- Voy a alejarme de ti, Emma-ssi. - sentenció y sentí como todo mi ser se remeció. - No puedo seguir acercándome a ti si sé que tú estarás más y más cerca de Jin hyung. 

- Oppa... - musité. 

- No es tu culpa. - intentó reconfortarme. - Yo comencé a verte de una forma distinta desde hace ya un tiempo, a pesar de saber lo que Jin hyung siente por ti. - añadió antes de ponerse de pie. - Solo vine a decir eso, Emma-ssi, lamento haberte incomodado de esta forma. Te veré luego, supongo, cuando nos crucemos.

- Jimin-ssi... - balbuceé, pero él ya estaba caminando hacia la puerta. 

- Adios, Emma-ssi. - añadió y lo siguiente que escuché fue la puerta cerrarse. 

- Pero yo no quiero que te alejes. - le dije a la puerta cerrada. 

Marqué en mi celular el número de Mark y esperé. Me sentía extraña, demasiado extraña, y él era la única persona que me conocía mejor que yo misma. Él sabría qué hacer.

- ¿Em? - contestó Mark. - ¿Está todo bien? 

- ¿Qué tanto te tomaría venir a mi apartamento? 

Media hora más tarde, Mark estaba sentado junto a mí en la sala. Ambos nos habíamos cubierto con una manta y comíamos chocolate, mientras veíamos un programa de variedad en la televisión. 

Mark no había hecho preguntas, solo se había sentado a mi lado y había hecho lo posible por hacerme sonreír. Ese era Mark, ese era mi Mark, mi mejor amigo. 

- Jimin estuvo aquí. - dije de pronto, cuando estuve lista para hablar, y él se volvió hacia mí al instante. 

- ¿Te hizo algo? - negué con la cabeza.

 - Vino a decirme algo. 

- ¿Problemas con Jin? - negué una vez más. 

- Yo... - balbuceé. 

- Le gustas. - completo mi oración y abrí los ojos de par en par. Mark negó con la cabeza ante mi expresión y extendió una mano para acomodar mi cabello. - No es tu culpa, lo sabes, ¿verdad? - no respondí, no sabía bien qué decir. - Uno no puede controlar sus sentimientos y mucho menos los de otras personas. Jimin sabía en lo que se estaba metiendo, Jimin sabía que tú no estabas disponible y aún así, alimentó más sus sentimientos. 

-Me sentí extraña. - admití y me recosté en el hombro de Mark. - El ver la forma en la que se fue y su expresión triste, me hizo sentir mal. 

- ¿Es posible que sientas algo por él? - me encogí de hombros. - Estás en graves problemas, muy, muy graves. 

- Pero si yo no he hecho algo al respecto. - me defendí. - Jimin ni siquiera me dejó responderle. 

- ¿Qué querías responderle? - me quedé en silencio unos segundos, pensando en ello. Ni siquiera yo lo tenía claro. 

- No lo sé. - admití. - Pero definitivamente no quería que las cosas se diesen de esa forma. 

- ¿A qué te refieres? 

- Le tomé cariño a Jimin. - repliqué. - Esperaba que nuestra amistad se volviese como la que tengo con Jackson o Youngjae. - Mark apretó los labios y se quedó viéndome por unos segundos, meditando en lo que diría. 

- La amistad que tienes con ellos es de esa forma porque ellos no te ven como una posible novia,  te ven como una hermana. - explicó serio. - ¿Cómo podrías tener una amistad parecida con Jimin? - no respondí. - Te lo pongo de esta forma: tú y yo salimos en el pasado, y ahora somos amigos. ¿Por qué? 

- Tú y yo somos diferentes. - repliqué al instante. - Lo nuestro acabó por la distancia y por el contrato con tu compañía. Pero aún así, decidimos seguir con nuestra amistad y con el tiempo, supongo que lo que ambos sentíamos, se fue apagando. 

- ¿Cómo estás tan segura de eso? 

Oh, no, no otra declaración, no de Mark. 

- Han pasado muchos años, Mark, y aún sigues aquí, a pesar de que he salido con otras personas. - le recordé. - Creo que si sintieses algo por mí, te hubieses alejado. - Mark asintió, pero no pareció convencerse de lo que había dicho. 

- Deja que Jimin solucione esto a su manera. - pidió. - Durante el segundo año que estuve aquí y tú en Estados Unidos, cuando las cosas ya habían terminado entre nosotros, me fue difícil verte con otras personas y saber que, aunque quisiese, no podría estar contigo. Con el tiempo, me acostumbré, pero no fue fácil. Entiendo por lo que Jimin pasa, Em, y créeme que lo mejor es darle su espacio. 

- No sabía que te habías sentido de esa forma. Nunca me lo dijiste. - él se encogió de hombros. - ¿Por qué no lo mencionaste? Mark, tú fuiste el que sugirió terminar todo. 

- Porque era lo correcto. 

- Porque eso era lo que decía tu contrato. - le corregí. - Yo no quería una relación a escondidas y estuve de acuerdo con terminar todo. 

- Sí, dije eso, pero nunca dije que te hubiese dejado de querer. - tragué saliva, nerviosa, y rogaba que esa no fuese la noche en que dos personas me confesaran sus sentimientos. No podía perder a dos amigos en una misma noche. - Te seguí queriendo por mucho tiempo, en silencio, y luego simplemente dejé de pensar en ello. 

- Yo hice lo mismo. - admití. - Pero ahora somos mejores amigos, ¿no es así? - Mark se quedó viéndome en silencio por los segundos más largos de mi vida. Sentía mi corazón latir a mil por hora mientras esperaba su respuesta y temía que fuese a decir algo que arruinara todo entre nosotros y terminara con nuestra amistad. Pero luego, sus labios comenzaron curvarse para mostrar una sonrisa y sentí alivio. 

- Somos los mejores amigos.