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- Espera, un segundo, Jin oppa. - pedí mientras guardaba algunas cosas en mi bolso. Él me había llamado muy temprano por la mañana para desearme buenos días y habíamos terminado haciendo FaceTime mientras ambos nos alistábamos para salir a cumplir con nuestras agendas.

- Hyung, ¿ya estás listo? - escuché una voz ya conocida del otro lado de la línea y me acerqué a la pantalla de mi celular para ver si no me estaba equivocando. Allí, junto a Jin, estaba Jimin, el pequeño jovencito confianzudo, y en cuanto me vio, le quitó el teléfono a su hyung y corrió con él por su apartamento. - ¡Jin hyung está haciendo FaceTime con mi dongsaeng! - gritaba como loco, llamando la atención de sus compañeros.

- ¿Es Emma-ssi? - preguntó otro joven rubio antes de acercarse al teléfono. Era Taehyung. - Annyeong, ¿vienes a vernos? - añadió, pegando su rostro a la cámara a tal punto que podía ver sus fosas nasales. Reí.

- No lo sé, tengo que ir a hacer una prueba de vestuario hoy y luego, quedé con Hye Moon unnie. Dice que me llevará a comer algo a uno de sus restaurantes favoritos. - respondí y los chicos me mostraron sus pucheros. - Vamos, oppas, solo han pasado dos días sin que me vean en persona.

- Por eso mismo queremos verte. - se escuchó a Jin y al instante, se acomodó entre Jimin y Taehyung para que lo pudiese ver. - Tendremos una presentación hoy en la noche, ¿por qué no nos acompañas?

- Bueno... - cerré la puerta de casa detrás de mi y comencé a caminar hacia el ascensor. Estaba un poco tarde y debía apurarme para que a Hye Moon no le diese un ataque de pánico. - Supongo que está bien.

- ¡Genial! - gritaron los tres.

- Solo envíame la dirección del restaurante en el que estén e iré por ti. - ofreció Jin con una sonrisa, al mismo tiempo que las puertas del ascensor se abrían. - Puedes llevar a tu amiga si quieres.

- Bien, bien, los veré luego, oppas. - me despedí rápidamente y colgué la llamada.


Corrí a tomar un taxi hacia la compañía para que pudiesen hacerme la prueba de vestidos y estaba tan ocupada, que ni siquiera tuve tiempo de decirle a Hye Moon del cambio de planes para esa tarde.

Las grabaciones estaban próximas a comenzar, así que todos andaban atareados y estresados. Las cosas en Los Ángeles eran parecidas, pero en Corea, todos parecían sobre exigirse y estar corriendo.


- Pero miren que bonita está mi maknae. - comentó Hae Ra mientras arreglaban uno de mis atuendos. - ¿Sabes qué más están bonitos? - preguntó y mi mirada buscó la suya en el reflejo que podía ver de ella en el espejo. - La caja de chocolates que te han enviado esta mañana.

- ¿Me enviaron algo? - un dolor agudo se disparó en mi pierna y lancé un grito de dolor.

- Por favor, no se mueva. - dijo la estilista y tuve que hacer una reverencia para disculparme.

- Sí, ¿no los viste? - preguntó Hae Ra. - Incluso vinieron con una nota.

- Little Beckett tiene admiradores. - se unió Dae Hyun a la conversación, con su impecable camisa blanca abierta hasta el pecho y sus pantalones de color azul marino. A él también le estaban probando el vestuario para la serie. - ¿Quienes podrán ser? ¿Será Got7? ¿Será BTS? - mi corazón se disparó al instante y apreté los labios para intentar calmar mis nervios.

- ¿B...? ¿BTS? - balbuceé y vi como Dae Hyun mostraba una sonrisa malévola.

- ¿Conoces a BTS? - preguntó Hae Ra, confundida. - ¿Por qué nunca me cuentan estas cosas? - añadió en un tono infantil, como si hiciera un berrinche. Dae Hyun sacó su teléfono celular para enseñarle algo y cuando ella lo vio, volteó hacia mi con la boca abierta. - Little Beckett, estás causando revuelo en Corea.

- ¿Qué? ¿Por qué? - pregunté, sin poder moverme porque la estilista continuaba arreglando el uniforme de mi personaje. - Déjame ver eso, Dae Hyun-ssi. - él se acercó riendo y juro que quería arrancarle esa sonrisita del rostro. Me entregó su teléfono desbloqueado y allí, en la pantalla, me enseño una foto fuera de Big Hit Entertainment, en la que aparecía tomada del brazo de un chico rubio.


Fuck. Era Jimin.


- ¿Cuál de todos los chicos es? - buscó saber Hae Ra. - Me gusta ese grupo, tienen buena música. - trague saliva. Era extraño explicar que era Jimin el de la foto, cuando el verdadero escándalo estaba en la historia que tenía con Jin.

- Es... Es Jimin-ssi. - repliqué al entregarle el teléfono a Dae Hyun. Bajé la mirada hacia mis zapatos y la deje allí unos segundos. Estaba preocupada por esa foto, sabía cuánto daño podía causar una cosa pequeña como esa.

- ¿Jimin? - chilló Hae Ra. - Él es tan adorable. - Dae Hyun rodó los ojos y luego, se inclinó hacia mi oído.

- Ten cuidado, Little Beckett. - susurró. - Espero que sepas lo que estás haciendo.


En cuanto mi estilista terminó de arreglar los atuendos que usaría en los primeros días de rodaje, me dejó ir. Salí de los vestidores rápidamente, rumbo a una de las oficinas de la compañía, donde todos los asistentes se encontraban corriendo de un lado a otro para tener todo listo para los actores a los que ayudaban. Al fondo, reconocí a Hye Moon, quien había cambiado el color de su cabello por uno gris, y me apresuré a llegar a ella. Ambas habíamos desarrollado cercanía en esa primera semana en Corea, tal vez porque era la única amiga mujer que tenía allí o tal vez porque hablábamos todos los días, a toda hora. Hye Moon no solo era mi asistente, era mi salvavidas cuando me sentía perdida en Corea.


- Unnie. - saludé cuando llegué a su lado y ella levantó la vista de los papeles de su escritorio para dedicarme una sonrisa.

- Annyeong. - respondió ella antes de continuar su trabajo. Allí, pude notar que entré todas sus cosas, habia una caja con un lazo rosa y una nota con mi nombre. - Oh, cierto, había olvidado entregarte esto. - me extendió la caja y vacile antes de tomarla entre mis manos. - Te la enviaron esta mañana.

- ¿Quién? - pregunté, pero Hye Moon solo negó con la cabeza. Ella tampoco lo sabía.

- Seguro lo dice en la nota. - dijo y aunque quería saber quién había tenido tan lindo gesto conmigo, recordé la foto.

- Unnie, necesito hablarte de algo. - Hye Moon se quedó congelada al instante y levantó la mirada a mi rostro.

- ¿Qué pasó? - preguntó rápidamente, asustada. - ¿Te hicieron algo? ¿Le pasó algo a alguno de los actores? ¿Se han peleado? - negué con la cabeza ante cada pregunta y luego, mire a mi alrededor. Si explicaba todo allí, el resto de asistentes escucharía y, probablemente, se lo contarían a sus actores.

- Es u tanto privado. - le susurré.

- Déjame traer mi bolso. De todas formas, ya he acabado con esto por hoy.

Take Me To Busan | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora