•Monique
Todo era como una terrible pesadilla, escuchaba que alguien me hablaba, trataba de abrir mis ojos pero los sentía terriblemente pesados. en el décimo intento lo logré, los abrí, pero fue solo un poco. De inmediato pensé que vería al tipo que me estaba atacando, no lograba entender cómo estaba, o siquiera donde estaba, el miedo me recorrió como hiel desde el estómago hasta la garganta, alguien agarró mi mano y gire de inmediato mi rostro para ver quién era, no pude distinguir, simplemente por inercia alejé de inmediato mi mano.
Después de tratar de pensar donde estaba porque todo me daba vueltas, me sentía perdida, realmente no sabía que había pasado, me habían atacado saliendo de la oficina del sr Romero, ese maldito realmente me había golpeado duro, creí que moriría, después... después... intentaba he intentaba recordar pero nada venía a mi mente, estaba en blanco, sabía obviamente que estaba en un hospital.
Entraron muchos doctores de inmediato, me tuvieron unas cuantas horas en observación, me hicieron estudios he incluso una tomografía al final me trajeron nuevamente a mi habitación, estuve un rato por las nubes después comenzó a darme mucho sueño... por un momento no sabía si estaba realmente dormida, solo sé que corría rápido, mis pulmones ardían y me faltaba la respiración de pronto alguien me agarró por el pelo fuerte, fue tanta su fuerza que me tiró al suelo, intenté gritar pero era inútil, no tenía voz, quería defenderme pero no podía, no podía moverme, voltee a verle, era el mismo tipo, lo tenia encima mío y no podía hacer nada por quitarmelo de encima, la desesperación iba ganando pues yo quería gritar y mi garganta no emitía sonido alguno lo ví acercarse a mi rostro con un aliento nauseabundo no pude más de inmediato desperté, creo que estaba gritando, alguien sujetaba mi mano, se la arrebate al instante, estaba asustada, demasíado pérdida aun como para saber lo que hacía, me sentía tan indefensa, tarde unos minutos para darme cuenta que aún seguía en el hospital a salvó
en algún momento volví a quedarme dormida. Iba de la conciencia a la inconscienciaDesperté sintiéndome un poco más tranquila, creo no volví a tener pesadillas, realmente si iba a tener ese tipo de sueños tan reales prefería no volver a dormir, el sr Romero aún seguía aquí, en algún momento vinieron a revisarme pusieron algo en mi suero y volvieron a irse, todo el tiempo he tratado de recordar que sucedió después de que ese loco me atacara, pero no puedo
no logro recordar nada, intenté hacerlo, pensar que había pasado pero nada venía a mí. de hecho la cabeza comenzaba a dolerme un poco pues solamente borrascones de imágenes sin sentido venian, recordaba golpes, ese tipo encima de mí. de pronto el sonido de un teléfono me saco de mi ensimismamiento. Romero tomo el teléfono y se levantó estaba a punto de salir cuando me dijo—no tardó, solo voy a responder, ¿está bien? Yo simplemente asentí y él salió.
Eso me trajo a la realidad, el sr Romero aún estaba aquí, ¿no sabía por qué? quizá se sentía culpable o pensó que moriría y tendría que pagar todos los gastos, pero en el fondo lo agradecía fuere cual fuere la situación pues no me hubiera gustado despertar sola después de esos momentos terribles, después de un rato entro al cuarto, tenía una mirada impasible y un poco culpable.—Monique, preciosa, voy a tener que irme. de inmediato lo voltee a ver, algo dentro de mí sé encendió y el pánico comenzó a invadirme: miedo, moría de miedo. creó que él alcanzo a ver el terror reflejado en mi mirada pues de inmediato trato de tranquilizarme.
—No nena, tranquila, no va a sucederte nada. Ya no voy a permitirlo ¿Está bien? aquí estás segura y yo no te voy a abandonar. —Rayos, no quería ser débil. de verdad que trataba de aceptar está situación, nunca me gustó ser dependiente de nadie en mi vida. Nunca, pese a tener una vida cómoda antes. pero ahora realmente estaba asustada, estaba sola... sin mi familia, sin querer una lágrima escapó de mis ojos, mierda, no quería llorar, sin embargo él actuó como nunca me hubiera imaginado, limpio la lágrima y me beso donde antes había estado, ¿acaso algo había ocurrido en este tiempo? ¿algo de lo que yo no estuviera conciente? —no llores por favor, —dijo con dolor, como si no le gustará dejarme—te prometo que volveré. Leonora ya viene para acá, ¿si? confía en mí por favor. no me iría pero necesito estar en la oficina lo más pronto posible nena, ahora vendrá Nora, te prometo que ella cuidara bien de tí. Me voy ¿esta bien?
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La fuerza del destino (Sin editar)
RomanceElla, huyendo de un destino trágico llegó hasta él, llena de dolor y añorando amor. Él, con una promesa que cumplir, tiene relaciones sin ningún tipo de compromiso. Tratará de no fijarse en ella, pero como siempre, el destino es un maldito y le vale...