Perdonar es una palabra mayor,
una palabra que no a todos se nos da bien.
Las implicaciones sentimentales son gigantescas, muchas veces tenemos un hondo
hueco donde debería haber paz.
En ocasiones creemos que hemos dejado en el pasado muchas cosas, pero cuando se topa ese pasado con nuestro presente es cuando realmente nos damos cuenta que hemos vivido la mayor parte de nuestra vida cargando unos sacos llenos de pasado.Cerré los ojos con fuerza, me dolía la cabeza pero tenía que levantarme, poco a poco abrí los ojos, Monique estaba sentada con la cabeza recargada en el respaldo del sofá, estába toda mal acomodada. De inmediato sentí una punzada de culpa, seguramente por no despertarme ni se había movido. Roncaba ligeramente, eso me hizo sonreír un poco, me levanté con cuidado de no despertarla, y la recosté completamente en el sofá. Le pediría que hoy no fuera a la publicidad para que pudiera descansar bien, seguramente ni había podido dormir a gusto.
Me metí a bañar y ya que mi mente se hubo despejado un poco vino a mi mente todo lo de anoche, Nora: Leonora era mi abuela, ¿Como había podido olvidarlo? de inmediato mi irá volvió, todos estos años de mentiras, ella incluso había sabido del abandono de esa mujer y aún así había tenido el descaro de pararse frente a mí.
Un ruido en la habitación me saco de mis pensamientos, me asomé un poco y ví a Monique levantada.— ¡Hola cariño! —grité desde la
regadera—, hoy no vayas a la publicidad, quedate a descansar. —la voz se amortiguaba un poco por el sonido del agua y la canceleria.—Mandé —dijo viniendo hasta a mí.
—Que hoy no vayas a la publicidad, ni siquiera has dormido bien.
—Y quien te ha dicho que no he dormido bien, me siento genial... —dijo mientras se estiraba plácidamente.
—¿Segura? yo... –digo dudando–, creo que hoy no volveré a dormir... —Monique puso mala cara, pero después comprendió porque lo decía.
—Eduardo, me has contado muchas cosas, y en la mayoría de lo que has pasado esa mujer de ahí abajo, ha cuidado de tí, se ha preocupado, te quiere.. —íba a interrumpirle pero levantó una mano para silenciarme —. Espera a que termine y después me dirás todo lo que quieras —me recordó lo que yo mismo le había dicho una vez en el hospital, touché —cometió un error al no decirte antes, si ¿Pero dime? ¿cómo habrías reaccionado en ese entonces? ¿diferente á ahora?
¿mejor? —Me quedé pensando en lo que me decía, y tenía razón, no habría reaccionado diferente, sería lo mismo, sentiría igual que ahora. Solamente que en éste momento la tenía a ella para hacer de anestesia, para ayudarme como lo estaba haciendo en éste justo momento.—Quizá tienes razón –ella sonrió con suficiencia, sabía que la tenía.
—Por algo pasan las cosas en su justo momento Edi. Quizá antes no lo era, debía ser éste, conmigo a tu lado. —Sonreí un poco, ella tenía razón pero no podía olvidar todo de un día para otro, muy en el fondo no quería que se marchara Leonora pero eran demasiados recuerdos, demasiado dolor guardado, creí que al fin lo había superado, que lo había olvidado... pero no, allí seguía, muy dentro mío, y me sería realmente difícil poder no mirar hacia a atrás —. Es difícil Monique —dije con un murmullo de voz —Me será sumamente difícil poder mirarla sin ver el reflejo de aquella y todo vuelva nuevamente —ella se acercó a mí sin quitar la mirada de mis ojos, me abrazó a pesar de estar empapado —Te mojare —articule cuando ví sus intenciones.
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La fuerza del destino (Sin editar)
RomanceElla, huyendo de un destino trágico llegó hasta él, llena de dolor y añorando amor. Él, con una promesa que cumplir, tiene relaciones sin ningún tipo de compromiso. Tratará de no fijarse en ella, pero como siempre, el destino es un maldito y le vale...