Capitulo XLIV

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Les recomendare escuchar Perfect de Ed Sheeran, en un momento dado, espero y lo hagan, es para darle mayor sentimiento a la lectura”

«En ocasiones cuando ves las cosas desde otro punto de vista logras percatarte que no es tan oscuro como pensabas, no estaba tan hondo como imaginabas

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«En ocasiones cuando ves las cosas desde otro punto de vista logras percatarte que no es tan oscuro como pensabas, no estaba tan hondo como imaginabas. O simplemente nunca fue tan difícil como lo creías, solo hay que mirar desde diferentes ángulos, todo tiene solución, excepto la muerte»

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Monique

Es bueno sentir paz, no la sentía desde... bueno creo que realmente hace mucho no me sentía tan plena, tan llena. Me siento feliz de tener a Eduardo en mi vida. Le ha dado sabor a lo plano, a lo monótono, con él realmente no sabes que puede pasar el día de mañana, sin duda somos como piezas de ajedrez, y no importa que tan lejos estemos unas piezas de otras, simplemente si el destino quiere movernos juntos, nada se interpondrá. Somos simples hojas movidas por la fuerza del destino.

—¿La has llamado? — me pregunta Eduardo, yo, con la boca llena de fruta solamente asiento en señal afirmativa. Desde cuándo me había dicho que le marcará a Samantha para que viniera a visitarme. Aquí no tengo amigas de hecho siempre fuí demasiado selectiva y solitaria. Sam fue la única chica con la que había hecho una amistad sincera y verdadera. Realmente la extraño demasiado.

—Shi — Respondo con la boca aún llena. Últimamente amanezco con mucha hambre.

—¿Y que te ha dicho? —trago el trozo de pan tostado con mermelada que acababa de morder y me doy palmaditas en el pecho pues sentí como pasaba con dificultad por mi tráquea. De un trago me bebo mi jugo de naranja para ayudar a pasarlo y carraspeó.

—Hey... tranquila muñeca. La comida no irá a ningun lado — me dice Eduardo palmeando mi espalda al ver como se me atora el pan.

—Lo siento... amanecí con mucha hambre.

—Si... lo noté. —me dice con una sonrisa.

—Pues... —me metí otro trozo de pan en la boca y hablé con dificultad —. Me dijo que quiere venir y conocerte. Después de lo que le platique ésta intrigadisima, obviamente omití lo cabron que fuiste en un principio. —Eduardo frunció el entrecejo y luego se hecho a reír. Yo tomé el otro vaso con jugo de naranja y lo bebí.

—Realmente nunca lo dejaras pasar verdad — su voz contenía un poco de tristeza.

—Nop, realmente te pasaste. —dije mientras comía fruta.

—Te he pedido disculpas de mil y un maneras, se que fui un completo idiota, y no sabes cómo me arrepiento. Si pudiera regresar el tiempo haría todo distinto. —Él solo me mirá, caray  he dado donde le duele, me estiro y le doy un beso en la mejilla.

La fuerza del destino (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora