Capitulo XXII (Segunda parte)

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La vida no es fácil

En ocasiones el destino nos pone pruebas vez tras vez, y si eres fuerte las pasarás aunque sientas que no puedes más.
Aunque vivas sintiéndote miserable la mayor parte del tiempo. Pero en cambio, si eres débil solamente te quedarás tirado, mirando los días pasar como un simple espectador de tu propia vida temiendo a fallar, temiendo que el destino arremeta nuevamente contra tí, sintiéndote solamente como una pieza de ajedrez. Lamentándote por los dolores que te ha tocado pasar. Puedes solo quejarte o hacer algo para cambiar tu propio destino.

Tú eres tu mismo lastre, o tus alas para volar.

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Nora continuo contándole a Monique los episodios de la vida de Eduardo.

Todo era realmente cruel, Monique no podía entender cómo es que su madre pudo abandonarles de esa manera, como la vida se había ensañado así con alguien. Debes en cuando Nora lloraba, ella lo veía como un hijo, realmente lo amaba.

— ¿Pero? Nora, yo no entiendo porque se cerró así al amor.

— Bueno, eso tiene que ver con Elizabeth, su novia de la universidad. Él había trabajado mucho para obtener una beca parcial y trabajaba los fines de semana, también lo hacía al salir de clases en un bar que estaba cerca de ella.

Salía muy tarde y siempre llegando le tocaba hacer la tarea, fue una temporada realmente difícil para él... pero Elizabeth ella era una chica muy dulce, en ocasiones le veía cabecear entre alguna clase y eso le causaba ternura y tristeza. Entonces comenzó a dejar un café en su pupitre casi todas las mañanas.

Al principio Eduardo no sabía de quién era ese gesto tan amable, pronto comenzó a poner pequeñas notas en el vaso, como por ejemplo "Deseo que tengas un hermoso día".  "trabajas mucho, mereces un descanso y un buen café".  o "para el Super chico".  Mensajes pequeños pero con gran significado para él.

Un día Eduardo llego antes que todos y se quedó boquiabierto al ver que era la chica linda de su clase quien siempre le dejaba café, desde ese momento se volvieron inseparables, y se enamoraron.

— ¿Entonces? ¿Que pasó con ella? ¿porque ya no están más juntos? — Sentí un pequeño pinchazo de emociones en el pecho, incomodidad al hablar de éste tema —. ¿Acaso terminaron?

— Bueno, su relación duró mucho. Al salir de la universidad ellos se comprometieron. Ambos trabajaban duro para iniciar su negocio, Eduardo ya había hablado con varios para iniciar una empresa de publicidad, estaban haciendo su máximo esfuerzo en buscar clientes, les empezaba a ir bien. Pero todo se vino abajo cuando una noche al salir de un restaurant los atacaron, asesinaron a la señorita Elizabeth — aclaro Nora entre lágrimas, parecía que realmente le afectaba hablar de ese tema —. El sr Eduardo... él, quiso morir, intento suicidarse varias veces, ya no quería vivir más, ésto fue hace ocho años, pero a la fecha estoy segura que le sigue doliendo, sabes, la señorita Elizabeth estaba embarazada — de inmediato se dibujó en mi rostro una mueca de terror, ¿como era posible que existiera gente tan maldita en éste mundo? Pero luego vino a mi mente el tipo que me atacó,por él estaba en ésta cama. Sí, existe gente que jamás se tocará el corazón para hacer daño.

Seguramente que Eduardo tuvo que haber sufrido demasiado con ésto.  — Ella era su todo Monique, deberías haberlos visto felices, y tan enamorados.
Yo entré a trabajar como su empleada de aseo cuando ellos iniciaban el negocio.

Cuando ella falleció no pude dejarlo solo y tuve que mudarme a donde vive actualmente.
él no comía, no dormía, duró casi quince días sin salir de la habitación, estaba sucio y débil, un día entre y él estaba tirado en el suelo, se había desmayado. Llame a una ambulancia y duro casi un mes en el hospital. Al principio lo mantenían sedado pues en varias ocasiones se quiso arrancar el suero y la sonda con la que lo alimemtaban, pero gracias a Dios poco a poco salió de ese estado, rogué tanto por él.

La fuerza del destino (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora