CAPÍTULO XI

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En la sala común de Gryffindor, se encontraban haciendo sus deberes dos amigos, un pelirrojo y un azabache. Cuando Hermione llegó, los chicos se dieron cuenta de que su amiga no estaba de buen humor.

—Hermione, ¿qué te dijo Mcgonagall? —Harry estaba inquieto por la actitud de la castaña.

—Ron, dime que parte del castillo te toca patrullar. —Ella ignoró olímpicamente a Harry.

—Desde el tercer piso hasta las mazmorras, los invernaderos y los campanarios. —Ron la miraba confundido. — ¿Por?

— ¿Mcgonagall no te dijo del cambio? —Ambos la miraban como si la chica estuviera hablando en un idioma extraño. —Basta no me miren así, supongo que te lo tengo que decir yo.

—Seremos compañeros. —La interrumpió el pelirrojo, con una sonrisa y un brillo de esperanza en los ojos.

—No, Ron. —El chico se encogió en su asiento. —Pero Parkinson ya no será tu compañera, ahora harás las patrullas con Hannah Abbott.

— ¿Enserio? —La castaña asintió

— ¿Y por qué se te ve alterada? Hay algo más, ¿cierto? —Harry conocía a la castaña y sabía que había otra cosa que aún no les había dicho.

—Verán... eh... —Se cogió la cabeza con las manos y soltó largo suspiro. —Mi compañero de patrullas es... —Ambos la miraban expectantes. —Malfoy.

— ¿Por qué? Se mataran apenas comiencen las patrullas. —Harry no podía creerlo.

—Hablaremos con Mcgonagall, o con Dumbledore, él entend...

—No pueden hacer nada, es una orden de Dumbledore.

—Pero no pueden. ¿Por qué Dumbledore los quiere como compañeros?

—No lo sé, según Mcgonagall es para mejorar la unión de las casas, y como Malfoy y yo hemos tenido muchas discusiones, es mejor empezar por nosotros.

— ¿Por qué ahora?

—Tampoco lo sé, le he dado muchas vueltas al asunto pero simplemente no encuentro una respuesta, presiento que hay algo más detrás de todo esto.

— ¿Y Malfoy está de acuerdo con eso? —Le preguntó el pelirrojo.

—Claro que sí. Cuando nos enteramos vino corriendo y nos abrazamos de lo felices que estábamos porque pasaríamos más tiempo juntos. —La castaña sabía que Ron a veces podría llegar a ser muy tonto.

Harry se puso a reír porque había notado el sarcasmo de su amiga, sin embargo, Ron los miraba confundido.

—Ron, ¿crees que Malfoy estaría de acuerdo con pasar tantas horas con Hermione? —Le preguntó Harry a pesar de que seguía riendo.

—Supongo que no.

...

En las mazmorras, Draco entró a su habitación cerrando de un portazo.

— ¿Qué paso Draquito? —Blaise se levantó un tanto sobresaltado.

—Zabini no estoy de humor para tus tonterías. —Le respondió mientras se sacaba la corbata.

— ¿Snape te regaño? —Theo se acercó al rubio.

—Me informó sobre el cambio de patrullas.

—No me digas, por tu cara sé con quién te tocó. —Theo lo miró preocupado, pero también con algo de burla. —Granger, ¿verdad?

El moreno comenzó a reír, mientras Draco lo miraba con recelo y Nott se estaba volviendo rojo por aguantar la risa.

—Vaya, puedes comenzar a reír Theo, vamos ríanse de mi desgracia, búrlense todo lo que quieran. Al fin y al cabo no serán ustedes los que tengan que soportar a la sabelotodo.

Behind the walls of Hogwarts (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora