EXTRA #2

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Ella iba camino a casa, la tarde estaba por caer y a pesar de que había sido un día agotador, tenía una sonrisa en el rostro. Había sido un buen día tanto en el ministerio como en la Escuela de Leyes.

Cuando estuvo a pocos metros de la puerta, vio a una mujer de espaldas, su porte era tan elegante que la hizo detenerse para poder arreglar su vestimenta y su cabello. 

Ya había notado que aquella mujer era Narcisa Malfoy, por lo cual se sintió muy inquieta.

- Señora Malfoy, buenas tardes.- Saludó un tanto cohibida.

- Buenas tardes...- La aristócrata dama, no supo cómo llamarla.

- Hermione está bien.- Le dio una pequeña sonrisa.- ¿Gusta pasar?- Ofreció.

- No quiero causar molestias.- Contestó con elegancia.

- Oh, no es ninguna molestia. Adelante.- Hermione abrió la puerta e hizo un ademán.- ¿Gusta algo de beber?- Volvió a ofrecer, mientras dejaba sus cosas en un sofá.

- Té, estaría bien.- Narcisa observaba detenidamente el interior de la casa.- No quiero sonar maleducada pero ¿Draco también vive aquí?

- Sí, vivimos aquí. Es la casa de mis padres, pero ellos están en Australia, llegaran en poco más de un mes. Draco debe estar por llegar del trabajo. Iré por el té.- Se movió rápidamente a la cocina y por primera vez en mucho tiempo, se permitió usa la varita para apresurar la preparación.

En menos de 5 minutos, o eso fue lo que ella creyó, se dirigió nuevamente al salón y encontró a la madre de su esposo, observando las fotos familiares, por lo menos las que pudo rescatar.

- ¿Cuál es el trabajo de mi hijo?- La mujer se mostró preocupada por su retoño.

- Mis padres abrieron una clínica dental en Australia y quieren abrir otra clínica en Londres. Draco los ayuda en la administración de la clínica, él es muy hábil para los negocios y el trabajo se adapta a sus clases en la Escuela de Aurores, ya que el horario es flexible.

- ¿Tú también trabajas?- Se mostraba impresionada por lo que la joven iba contándole.

- Soy una de las asistentes del Ministro de Magia. Draco y yo hemos estado trabajando para poder irnos a vivir a otro lugar, no queremos seguir aprovechando de la hospitalidad de mis padres, en realidad a Draco le incomoda vivir aquí.

- Siempre le ha gustado tener sus propias cosas y creo que ahora ha aprendido a ganárselas por sí mismo. Gracias, Hermione, muchas gracias por ayudar a mi hijo a convertirse en la persona que es hoy, por salvarlo y por darle un motivo para hacer lo correcto.- Sus palabras fueron sinceras y la castaña pudo notarlo, además sus ojos se habían llenado de lágrimas.

- Yo no hice más que quedarme a su lado, fue él quien se salvó y se dio nuevas oportunidades, yo también estoy muy orgullosa de la persona que ha llegado a convertirse.- Ella le regaló una dulce sonrisa.

La puerta se abrió y el rubio se quedó con las palabras en la boca al ver a dos de las personas que más le importaban. Ambas tomadas de la mano, con los ojos llorosos y sonrisas en los labios. Lo más contradictorio que alguna vez pudo haber imaginado.

- ¿Madre?- Avanzó hasta el sofá, su progenitora, lo miró con sus ojos azules y lo abrazó con fuerza.

- Perdóname, perdóname, perdóname.- Murmuró Narcisa contra su pecho, una y otra vez. Draco la sostuvo mientras su madre lloraba entre sus brazos.- No debí dejar que te tratara así, no debía permitirlo. Lo siento.

- Te quiero, madre y no puedo culparte de algo que escapaba de tus manos.- Pasó sus pálidos dedos por sus pómulos y limpió sus lágrimas.

- Iré a preparar la cena.- Murmuró Hermione para luego retirarse.

Draco le contó a su madre sobre la Escuela de Aurores y cómo en pocos meses, había logrado ser uno de los mejores. Le contó también sobre el trabajo que realizaba con los Granger.

- Lamento no haber venido antes, pero tuve que aclarar muchos asuntos.- Narcisa tomó aire.- Mi parte de la herencia Black, no forma parte del arreglo matrimonial con tu padre, por ello he decidido dejar todo a tu nombre. En realidad solo es dinero. Una bóveda en Gringotts.

- Madre...

- Haz demostrado ser un hijo ejemplar y no mereces lo que tu padre te ha hecho. Y a diferencia suya, yo no pienso dejarte en la calle.

El joven matrimonio, compró una casa al poco tiempo. No era ni de lejos parecida a la gran mansión en la que había crecido Draco pero ambos habían trabajado durante largos meses para poder tener su propio hogar.

No habían usado el dinero que Narcisa Malfoy le había entregado a Draco, Hermione se negó y el ojigris la apoyó.

Ya se habían esforzado lo suficiente como para tomar el camino fácil en cuando este apareció. Estaban agradecidos con Narcisa, la veían dos veces a la semana y pasaban momentos agradables. Con el tiempo la mujer, comenzó a amar a su nuera, era tan distinta a todas las chicas de sociedad que había conocido, era la chica perfecta para su hijo y lo mejor de todo era que lo hacía feliz.

Ambos eran felices y se amaban profundamente. Narcisa estaba fascinada, pues solo hasta verlos juntos, comenzó a creer en la fuerza del amor.

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¡¡¡Hola otra vez!!!

Sé que es algo corto pero espero que les haya gustado.

Gracias a todos los que han seguido la historia desde el inicio y a los nuevos lectores pues ¡¡¡BIENVENIDOS!!!; espero que Behind the walls of Hogwarts haya sido de su agrado. 

Y no se preocupen, no es una despedida, aún hay algunos extras más.

Les quería pedir que los que desean pueden ir a leer mi otra historia: AND I CAN'T, no es Dramione pero es un proyecto en el que he trabajado por un largo tiempo.

Hasta aquí, gracias nuevamente.

Voten y comenten.

TRAVESURA REALIZADA 

Behind the walls of Hogwarts (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora