Draco Malfoy se dirigía al baño de prefectos, cuando estaba cerca de la estatua de Boris el Desconcertado, oyó una voz melosa tras suyo.
- Te estaba esperando.- Pansy lo miró y se acercó contoneando sus caderas.- Hace días que no nos divertimos juntos.
- Tampoco es que quisiera.- Malfoy no trató de ocultar lo cortante que fue al hablar.
- Sé muy bien lo que quieres...- La joven comenzó a tocar su pecho
- No lo sabes... no eres nadie para saberlo.
- Tú muy bien sabes que quiero ser tu novia, solo falta que me lo pidas.
- Pues te recomiendo que dejes de hacerte ilusiones.- En los labios de Malfoy se formó su clásica sonrisa de suficiencia.
- Acaso... ¿Estas en abstinencia?- Sus ojos verdes centellaban de burla.
- ¿Qué te hace pensar eso?- La voz y el rostro del rubio eran imperturbables.
- Tengo mis fuentes... y son muy confiables.- Pansy cada vez estaba más cerca del joven, por lo que él retrocedió.
- Lo que haga o deje de hacer no debe ser problema tuyo...
- Pero hace casi un mes que no...
- Pansy... deja de seguirme... ten algo de respeto por ti misma, no seas zorra.- Él la alejó y se fue. Dejando a una pelinegra confundida, avergonzada y molesta.
Enero se fue tan rápido como llego, y Febrero se hizo presente con menos frío, pero con la misma cantidad de deberes.
- ¿Tu padre fue capaz de eso?- Era uno de esos días en los que Draco y Hermione tenían que vigilar el castillo, y al igual que otras veces iba tomados de la mano, conversando.
- Mi padre es capaz de eso y mucho más...- La mirada del joven Slytherin se oscureció por lo que decidió cambiar tema.- Comencé a tomar clases de etiqueta desde los 3 años y aprendí a volar a los 5...
- Espera... ¿Cuándo tenías 5 años eras capaz de montar un escoba?- Hermione lo miró con la boca abierta.
- Si... no me digas...- Una sonrisa se extendió por sus labios.- ¿Aún no puedes subir a una escoba?
- No te burles... me dan miedo las alturas.- Ella bajó la mirada.
- Pero se supone que eres Hermione Granger... puedes hacer de todo... ¿Pero no puedes volar?- Draco la observó con incredulidad.
- Las escobas no son seguras.- La castaña levantó la mirada retándolo.- Ya basta no te burles.
- Pero... ¿No se supone que eres la bruja más inteligente?- La Gryffindor trató de entender sus intenciones.- Tendré que darte mi ayuda.- El chico le regaló una sonrisa de lado.
- Draco Malfoy dime que no es lo que estoy pensando...- Dijo la joven soltando la mano de su acompañante.
- Si, Granger... yo te enseñaré a volar.
- Tú no me obligaras a subir a una escoba.- Hermione negaba una y otra vez con la cabeza.
- Eso lo veremos.- Draco aún sonreía y recordó lo que había guardado antes de salir de su habitación.- Tengo algo para ti.
- No es necesario que...
- Lo compré en las vacaciones de navidad, cuando fui al callejón Diagon con mi madre.- Dijo interrumpiendo las palabras de la chica. Extendió su mano y le entregó el prendedor con la insignia de Gryffindor que había comprado en aquella joyería.
- ¿Una insignia de Gryffindor?- Granger tomó el prendedor con una sonrisa en los rosados labios.
- Lo compré por instinto... no lo supe hasta hoy.
- Draco yo...- Las palabras no fluían, lo que ella sentía en ese momento era inexpresable, por lo que se lanzó a sus brazos, demostrando de esa forma lo infinitamente agradecida que estaba con rubio.
Para algunas personas, ese podría ser un regalo insignificante, pero para Hermione era una de los mejores objetos que había recibido en toda su vida, porque se lo estaba entregando la persona menos pensada.
A pesar de todo, los alumnos no pudieron evitar sentirse entusiasmados ante la llegada de San Valentín, el castillo fue decorado para la ocasión y los estudiantes estaban ansiosos por la salida a Hogsmeade de ese día.
A la hora del desayuno Hermione recibió la carta que tanto estaba esperando.
- Harry ¿Puedes ir a Las Tres Escobas al mediodía?- Le preguntó a su amigo ojiverde, mientras de reojo observaba la mesa de Slytherin donde un joven rubio se disponía a retirarse.
- No lo se... yo... estaré con Cho...
- Puedes llevarla no hay problema.- Ella guardó la carta y cogió una tostada.
- Vale.- La castaña le sonrió y se dirigió rápidamente a la salida del Gran Comedor. Cuando divisó al rubio aminoró su paso.
- Biblioteca... sección de Historia.- Le susurró al joven mientras pasaba por su lado.
Draco asintió con la cabeza y con su caminar despreocupado llegó minutos después que Hermione.
- Buenos días.- Ambos se sonrieron.
- Hola... Draco...yo tenía que decirte algo...
- ¿Qué pasa?- El Slytherin se inquietó.
- Hace días tuve una idea... ¿Recuerdas los artículos que escribió Rita Skeeter el curso anterior sobre Harry y yo?
- Si... pero...
- Al final del curso descubrí que era una animaga no registrada...
- No entiendo a dónde quieres llegar.
- Ahora hice un trato con ella... le dije que le haga una entrevista a Harry... si es que no quería que la denuncie ante el ministerio...
- Sigo sin entenderte...
- Harry le contará todo lo sucedido en el torneo.- Hermione lo miraba con expectación.- Draco... Harry vio a... tu padre cuando él regresó...
- Yo...- El príncipe de Slytherin trataba de calmarse no podía perder el control, no frente a ella.- ¿Fue tu idea?
- Si... te lo quería decir primero antes de que... se publiqué...
- ¿Y no pensaste en como eso puede dañar a mi padre, a mi familia?- Draco luchaba para mantenerse calmado.
- Si lo pensé... pero es la única manera en que puedan creer en Harry y Dumbledore... lo siento.-Hermione le tomó la mano y le dio un ligero apretón.
- Granger... yo... déjame... déjame pensarlo.- Le soltó la mano, la miró un momento y se fue dejándola sola, sin darle la oportunidad de hablar.
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Siento la demora.
Gracias por leer este capitulo y seguir la historia.
Voten y comenten
TRAVESURA REALIZADA
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Behind the walls of Hogwarts (En edición)
FanfictionUn simple deseo, una simple atracción. Son opuestos y son rivales. Sentimientos ocultos y un futuro incierto. Ellos son Draco Malfoy y Hermione Granger. Un sangre pura y una sangre sucia. ¿Amantes o enemigos? Solo ellos lo decidirán TRAS LOS MUROS D...