Sesenta minutos, sesenta minutos eran lo que llevaba esperando a su nuevo compañero de patrullas.
Al salir de la clase de pociones acordaron reunirse en la biblioteca, o bueno Hermione acordó y Draco dispuso. Pero había pasado una hora y no había ningún rastro del rubio.
Hermione se sentó, se paró, caminó y él no llegaba. Se cansó de esperar y comenzó a realizar el trabajo sola.
"Malfoy es un mortífago", "Malfoy hechizó el collar", las acusaciones de Harry resonaban en su mente mientras recorría los pasillos, por más que luchaba por no creer en eso, las dudas comenzaban a nacer, una y otra vez se decía a sí misma que Draco no podía hacer eso, que era incapaz, que él era muy joven, que no podía ser un mortífago. Pero las dudas, las acusaciones y el comportamiento del Slytherin no le ayudaban a desmentir las sospechas de Harry y las suyas propias
A la mañana siguiente, cuando Hermione vio a Draco en el Gran Comedor se le ocurrió una idea. Sacó un pergamino y el frasco de tinta invisible que solía llevar, aunque no lo usara.
- Mione, ¿Qué escribes?- Harry se asomó por su hombro cuando ella estaba terminando de escribir.
- Son... apuntes.- Dijo sin levantar la vista del pergamino.
- ¿Sin tinta?- Levantó un ceja incrédulo.
- Eh... se secó en el tintero.- Su voz se mantuvo firme. "El amor nos hace mentirosos." Las palabras de su madre se repitieron una vez más en su menta.
- ¿Segura?
- Tinta invisible.- Se encogió de hombros.- Así evito que los demás copien mis apuntes.- Su amigo la miró incómodo.- No te preocupes Harry no lo digo por ti.- La castaña cogió sus cosas y metió el pergamino en el bolsillo de su túnica.- Nos vemos luego.- Y sin esperar la respuesta de su amigo salió del Gran Comedor. Estaba segura que ese era su día de suerte, porque mientras se dirigía hacia la salida, un rubio se estaba levantando de la mesa de Slytherin
Esperó a que saliera y luego lo siguió, sacó el pergamino y lo hizo levitar hasta que llegara frente al rubio, cuando se aseguró de que él lo cogiera, se dio la vuelta y se fue.
Draco caminaba con la mirada perdida, cuando frente a sus ojos grises vio que estaba levitando un pergamino. Lo cogió con curiosidad y volteó para saber quién era el autor, y vio a la Gryffindor alejarse por el pasillo, frunció el ceño y abrió el pergamino. Estaba en blanco. Tardó unos segundos en comprender cuando lo hizo, sacó su varita.
- Aparecium.- Murmuró. Y la letra escrita en el pergamino comenzó a hacerse visible.
Malfoy:
Faltaste ayer, agradece que no se lo dije a Mcgonagall. Más te vale cumplir con tus labores de prefecto e ir a la siguiente patrulla si no quieres que te busque por todo el castillo o vaya a las mazmorras a por ti. Sabes que soy capaz.
Granger.
- Necesito alejarte y no me ayudas.- Murmuró el joven al terminar de leer la nota.
Tuvo que asistir, no porque quisiera, sino porque se sentía obligado.
Después de analizar y buscar el motivo de su amnesia temporal y al no encontrar muchas respuestas concluyó que alguien lo había hecho con el fin de evitar que sus recuerdos con Hermione los pusieran en peligro a ambos. Tenía ya demasiadas cosas en la cabeza, como para pensar en el autor de aquel hechizo.
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Behind the walls of Hogwarts (En edición)
FanfictionUn simple deseo, una simple atracción. Son opuestos y son rivales. Sentimientos ocultos y un futuro incierto. Ellos son Draco Malfoy y Hermione Granger. Un sangre pura y una sangre sucia. ¿Amantes o enemigos? Solo ellos lo decidirán TRAS LOS MUROS D...