CAPÍTULO XIV

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Jueves llegó y con el otro día patrullas, Hermione había tomado una decisión: Ignorar a Draco Malfoy.

Y Draco comenzaría oficialmente la apuesta ya que el día anterior estuvo analizando la locura a la que se había expuesto.

—Herms, necesito que me ayudes a terminar mi pergamino de Pociones. —El pelirrojo se esforzaba por ocultar su nerviosismo.

—Ron tuviste dos días para hacerlo. —Hermione estaba irritada. —No puedo creer que lo hagas hoy.

—Lo empecé ayer...

—Hazlo tú solo y aprende a no dejar tus deberes a última hora.

Tomó sus cosas dejando a su amigo.

—Lo sabía, no te iba ayudar debiste haberle pedido ayuda antes. —Le regañó Harry.

— ¿Y ahora? Snape me matará si no lo hago.

—Ve a la biblioteca, tal vez encuentres a Hermione y si te ve sufriendo con el pergamino te va ayudar.

—Buena idea, eres un genio. —Empezó a recoger sus cosas. —Harry... ¿Tú hiciste el pergamino?

—Estuve despierto desde muy temprano no podía dormir, así que lo hice hoy en la mañana. —Harry se había puesto más rígido al recordar sus pesadillas.

— ¿Sigues teniendo pesadillas? —Ron lo miró preocupado.

—De vez en cuando. Ahora vete rápido quizá llegues antes que ella. —El azabache cambió de tema.

—Está bien. —Le dijo, todavía preocupado. —Nos vemos luego.

El pelirrojo salió corriendo en dirección a la biblioteca.

Hermione había vuelto a su torre a sacar algunas cosas, fue a su habitación y encontró una carta de Viktor sobre su escritorio, sonrió, guardo la carta y se fue a la biblioteca. Cuando llegó se fue hacia su mesa favorita, la cual se encontraba cerca de la sección prohibida.

En el camino pudo divisar una cabellera pelirroja, se sorprendió de que Ron hubiera dejado de comer para terminar su tarea y no pudo ocultar una sonrisa de satisfacción al ver que su amigo tenía algo de sentido de responsabilidad.

—Hermi. —El pelirrojo le susurró cuando la vio pasar a su lado.

— ¿Qué? —Ella detuvo su paso.

— ¿Me ayudas?

—No, hazlo tú solo. —Le dijo molesta.

—Pero...

Hermione notó la súplica en su mirada.

—Hazlo, cuando acabas lo voy a revisar. Pociones no nos toca hasta la quinta hora.

—Gracias Mione. —Le regaló una sonrisa, ella se la devolvió y se fue a su mesa.

Una vez Hermione estuvo cómoda sacó sus libros y la carta que había recibido.

Querida Hermione:

Espero te encuentres bien, he oído acerca de los cambios en Hogwarts espero no te afecten, eres una chica muy lista y eres capaz de afrontar cualquier cambio, estoy seguro de eso. Últimamente he estado muy ocupado de modo que no pude escribirte, espero que te haya gustado el regalo que envié en tu cumpleaños, lo escogí pensado en ti.

El tiempo ha pasado muy rápido, siempre te recuerdo, tus gestos, tu voz y tu particular manera de pensar. Desearía poder volver a verte pero la distancia no está de nuestro lado.

Behind the walls of Hogwarts (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora