CAPITULO XLII

5.4K 344 72
                                    


La noticia sobre el estado de Ron se extendió por el colegio. Todo el colegio estaba alerta, alumnos y maestros estaban preocupados. ¿Cómo pudo haber llegado una botella de hidromiel envenenada a las manos de un profesor?

Hermione visitaba a Ron cada vez que podía, para redimir su culpa y estar al tanto de su salud. No había vuelto a hablar con Draco, lo evitaba, quería encontrar alguna justificación pero tampoco él hacía mucho por ayudarla a entender la situación.

Para el príncipe de Slytherin, las palabras dichas por la joven bruja fueron como dagas, perforaron su mente, su corazón y su orgullo, no estaba feliz con lo que había hecho. Ronald Weasley no era su persona favorita pero tampoco quería verlo muerto. Sabía que cuando le quitara la vida a alguien, perdería parte de su humanidad. No quería convertirse en una persona vil y despiadada, no quería ser un asesino. Extrañaba a Hermione, odiaba su indiferencia y odiaba que ella defendiera a la comadreja. Desde hacía mucho tiempo el ojigris se había dado cuenta de que aquel Weasley estaba loco por Hermione, solo que no tenía el valor suficiente para confesarle sus sentimientos. Draco sabía que la castaña lo quería, jamás pondría eso en duda, después de todo lo que ella había sido capaz de hacer por él, no dudaba cuando ella le decía que lo quería, jamás pondría eso en tela de juicio.

Sin embargo a veces temía que ella se diera cuenta de que él no le convenía y lo dejará. Pero mientras ella siguiera entre sus brazos, lucharía día a día por mantenerla junto a él.

...

Días después de haber presenciado esa escena, Ginny decidió buscar a Blaise. Lo encontró una tarde en los vestidores para los jugadores de Quidditch, sabía que Slytherin tendría entrenamientos ese día y el moreno había acudido al campo una hora antes de comenzar el entrenamiento y fue entonces cuando la chica lo encontró.

- Buenas tardes, Zabini.- Lo saludó, causándole un sobresalto al joven.

- ¿Qué haces aquí?- Él la había evitado durante meses, era otra serpiente a quien le habían pisoteado el orgullo.

- Vine a hablar contigo, creo que es obvio.- Se sentó frente a él.

- ¿Tu novio no se molestará?- Preguntó con sorna.

- ¿Tu novia no se molestará?- Repitió ella, levantando una ceja.

- Yo no tengo novia.- Se paró de brazos cruzados.

- ¿Entonces Parkinson solo te calienta la cama?- Quiso sonar irónica pero la pregunta sonó como un reproche.

- Pansy no... ¿Cómo rayos lo sabes?- Era claro que la pelirroja sabía algo por eso el chico no se esforzó en negarlo.

- Los muros tienen oídos. Y digamos que ustedes no se molestan en ser discretos.- Blaise la miraba interrogante.- Los vi la otra noche.

- Claro, en el aula.- Se dio la vuelta.- Olvidamos el hechizo silenciador.- Murmuró para sí mismo. Aunque ella lo oyó.

- Olvidaron cerrar la puerta.- Volvió a decir a modo de reproche.

- ¿Y vienes a reclamarme?- Le sonrió sínicamente.

- Claro que no, no es la primera vez que escucho sobre tus... aventuras.- Lo miró fijamente.- Pero es la primera vez que lo veo.

- Tú y yo no tenemos nada. A quien deberías pedirle explicaciones es a tu novio, no a mí. Y en todo caso yo hago lo que quiero.

- Respóndeme algo.- Ginny se paró y a pesar de ser más pequeña que él, lo enfrentó.- ¿Si yo hubiera aceptado estar contigo, habrías cambiado? ¿Habrías dejado de ser un mujeriego?

Behind the walls of Hogwarts (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora