CAPITULO XXX

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Era el segundo día de las vacaciones de Pascua y los estudiantes estaban aprovechando el tiempo para estudiar, como en el caso de Hermione quien se encontraba en la torre de astronomía.

- Al fin llegas Draco.- La joven se cruzó de brazos al ver llegar a su acompañante.

- Tuve que buscar algo...- El mencionado se acercó a ella y con una sonrisa maliciosa, la besó.

- Oye alguien puede subir.- Hermione lo apartó, tratando de ser seria pero una sonrisa la delató.

- Ves Granger, no puedes enojarte conmigo.

- Si claro.- La castaña se acercó a la puerta y sacó su varita.- Muffliato... Colloportus...- Se volteó hacia el chico con una sonrisa de suficiencia poco común en ella.- Listo.

- ¿Qué haremos primero?- Le preguntó el chico cuando ambos se sentaron en el suelo.

- Ayer preparé los horarios de Ron y Harry... también te hice uno.- La joven se lo entregó.- Recordé tus entrenamientos de Quidditch y te deje horas libres.

- Vaya... gracias.- El rubio miró atentamente.

- Los chicos preguntaron porque estaba haciendo dos... les dije que uno era de repuesto.

- ¿Y te creyeron?- La Gryffindor asintió.- Si que son tontos.- Murmuró, ganándose un ligero golpe.

- Oye no hables así de mis amigos.

Ambos compartieron sus apuntes, leyeron libros y se explicaron las cosas que no entendían. En los días posteriores siguieron haciendo lo mismo e implementaron nuevas estrategias.

- Granger... dime los ingredientes de la poción multijugos.

- Piel seca desmenuzada de un serpiente albórea africana, una onza de...- La chica recitó todos los ingredientes con los ojos cerrados.-... y algo de la persona en la que se quiere transformar.- Terminó, abrió los ojos y sonrió.

- Perfecto.- El joven le regaló una sonrisa.

- ¿Y mi estrella?- Hermione hizo un puchero pero Draco la miró confundido.- En las escuelas muggles cuando alguien contesta bien una pregunta recibe una estrella o una cara feliz.

- Bueno... no tengo nada de eso.- Sonrió con satisfacción.- Pero tengo algo mejor.

- ¿Qué...- Draco se acercó y la besó.-Oye, no me refería a eso.

- Pero no niegues que te gusto.- La chica se sonrojó y aclaró su garganta.

- ¿Para qué sirve el hechizo Riddikulus?

- Causa que una criatura o una persona adquieran una apariencia graciosa, escogida por quien lo conjura. Particularmente se usa para los Boggarts, quienes se destruyen debido a la risa.- Respondió con arrogancia.

- Perfecto... ¿Viste los anuncios sobre la orientación académica? ¿Qué te gustaría hacer cuando acabemos el colegio?- Le preguntó la castaña una vez que ambos estuvieran descansando, el apoyado en una de las columnas del lugar y ella entre sus piernas.

- ...No lo sé...- Draco lo pensó y se dio cuenta de que en realidad no tenía ni la más mínima idea.

- ¿En serio?... ¿Hay algo que te guste?

- Mmmm...

- ¿Te gustaría trabajar en San Mungo?- Ella se giró y lo vio interesada.

- No...- Él frunció el ceño.

- ¿Gringotts?

- Tampoco...

- ¿El ministerio?

Behind the walls of Hogwarts (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora