Minerva Mcgonagall, los miró confusa y un poco exasperada.
- Pidieron permiso la semana pasada para ir al callejón Diagon y ahora ¿Quieren salir de nuevo?- Preguntó la directora.
- Minerva, déjalos salir, son jóvenes.- Dijo Dumbledore desde su retrato.- Por cierto, bonito anillo señorita Granger.- Le regaló una sonrisa a la chica, quien se sonrojó.
- Está bien, señor Malfoy, señorita Granger, deben volver antes de las 8. De lo contrario no tendrán permiso ni para ir a Hogsmeade.- Cedió.
- Gracias profesora.- Dijo Draco y junto a Hermione se dirigió a la chimenea.
- Creo deberás comenzar a llamarla Señora Malfoy, Minerva.- Volvió a decir Dumbledore.
- ¿Qué...
- No viste sus anillos, por eso no te diste cuenta, no son anillos cualquiera.- Sonrió dulcemente.
- Dices que se han casado. Pero ellos dos...
- Ellos dos tienen una relación desde hace años.- Explicó.- Te dije que algún día entenderías porque trataba de mantenerlos juntos.
- No entiendo. ¿Cómo?- Frunció el ceño, desconcertada.
- Empezaron a comprenderse, una de las razones por la que Draco no se convirtió en un verdadero mortífago, es ella. Ellos se enamoraron, Minerva, aunque no lo creas y veo que decidieron luchar por ello
- Es sorprendente, Albus. Simplemente no me lo esperaba.- Después no pudo decir nada más, porque se sumergió en sus propias cavilaciones.
...
Hermione se estremeció cuando estuvo frente a aquella enorme mansión, era igual de tenebrosa como la última vez que estuvo ahí. Draco le apretó la mano al sentir su tensión, ambos soltaron un sonoro suspiro antes de avanzar hacia la entrada de la gran mansión.
Cuando cruzaron la puerta, Narcisa Malfoy estaba parada en medio del vestíbulo, cuando vio a su hijo, una sonrisa se le comenzó a formar pero su ceño se frunció cuando vio a quien llevaba de la mano.
- Draco ¿Qué significa esto?- Miró con desdén a Hermione.
- Madre, también es un gusto verte.- Contestó con ironía, era su madre pero no le gustaba la manera en la que veía a Hermione.- ¿Está padre en su despacho?
- Sí, pero...
- Iré a hablar con él.- La interrumpió y la castaña le apretó la mano como regaño a lo grosero que estaba siendo.
- Disculpe, señora Malfoy.- Le dijo la chica antes de ser arrastrada por Draco.
Después de salir de su estupor, Narcisa, siguió a ambos jóvenes y llamó muchas veces a su hijo exigiéndole explicaciones pero él la ignoraba y Hermione le dirigía miradas de disculpa. Los tres llegaron a la puerta, donde Draco entró sin avisar.
- Buenas noches, padre.- El hombre levantó la vista y lo miró con frialdad y luego miró a la chica con hastió.
- Draco.- Siseó.- Tu visita sería agradable de no ser por la compañía que tienes.
- Padre, ella es Hermione Granger.- Tras sus palabras se encontraba el verdadero significado de lo que ella era, la chica que ayudó al elegido, la que por sus declaraciones los salvó de Azkaban.
- Sé quién es.- Lucius comprendió el mensaje.- Pero no sé porque la trajiste a esta casa.
- ¿Por qué traje a una sangre sucia a casa? Ella tiene tanto derecho a estar aquí como nosotros. Porque es mi esposa.- Levantó la mano de Hermione para mostrarle el anillo que llevaba.
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Behind the walls of Hogwarts (En edición)
FanfictionUn simple deseo, una simple atracción. Son opuestos y son rivales. Sentimientos ocultos y un futuro incierto. Ellos son Draco Malfoy y Hermione Granger. Un sangre pura y una sangre sucia. ¿Amantes o enemigos? Solo ellos lo decidirán TRAS LOS MUROS D...