CAPITULO XXIII

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Estaba en el campo de Quidditch, era su primer entrenamiento como buscador. Su padre había comprado escobas nuevas para todo el equipo y de esa forma él pudo entrar al equipo

- Pero en el equipo de Gryffindor nadie ha tenido que comprar su puesto.- Hermione apareció enfrentando a Draco.- Todos entraron por su habilidad.

- Nadie ha pedido tu opinión asquerosa sangre sucia.- Le espetó el rubio y vio como los ojos de la castaña empezaban a brillar, fue ese momento en el que se dio cuenta de lo que había dicho.

Todo cambio ahora se encontraba en un pasillo del castillo el cual estaba lleno de alumnos, en la pared se leía "La cámara de los secretos ha sido abierta enemigos del heredero teman".

- Teman enemigos del heredero. Los próximos serán los sangre sucia.- Su voz denotaba asco. Los ojos marrones de Hermione volvieron a brillar.

El ambiente volvió a cambiar, Draco se encontraba en un pasillo de camino a las mazmorras, cuando escuchó pasos y voces.

- Pobre Hermione, espero que Madame Pomfrey y la profesora Sprout encuentren la cura pronto.- Era la voz de Weasley y el rubio se detuvo a escuchar.

- Le dijimos que no vaya a la biblioteca sola... si nos hubiera escuchado no estaría petrificada.- Y los pasos se alejaron pero Draco seguía parado, en su mente se repetían las palabras "Hermione, Petrificada, Hermione, Petrificada". El Slytherin corrió a la enfermería, buscó en cada camilla, hasta que sus ojos grises la encontraron, estaba rígida y con los ojos abiertos y vidriosos, se sintió culpable como nunca antes se había sentido, murmuró un silencioso "Lo siento" y salió.

Todo cambió una vez más Draco iba a ver la ejecución del hipogrifo de Hagrid. Hermione se le acercó diciéndole palabras muy duras y lo apuntó con la varita, él hecho su cabeza hacia atrás.

- Herms... déjalo no vale la pena.- Una chispa se encendió en el pecho de Draco cuando notó como la había llamado Potter.

Soltó una carcajada cuando ella bajo la varita pero a los pocos segundos sintió el puño de la Gryffindor llegar a su rostro. Se fue con sus amigos, pero volvió minutos después en el momento exacto en que Hermione abrazaba a Weasley y la chispa se volvió a encender.

Su entorno desapareció y llegó al día del baile justo cuando la veía bajar de las escaleras. Al verla del brazo de Viktor Krum, el rubio tuvo la necesidad de romper algo.

El ambiente se desvaneció, hasta llegar al lugar donde había visto a Viktor besar a la castaña, esta vez en lugar de encenderse una chispa se encendió una hoguera.

Todo a su alrededor se disolvió y ahora se encontraba en el invernadero, él y Hermione bajo un muérdago, el ojigris la tomo del brazo y la acercó, sus labios se juntaron.

Draco despertó sobre saltado.

- ¿Qué diablos fue eso?- Exclamó en voz alta. Respiro entrecortadamente, soltó un suspiro y se volvió a recostar. Se puso a pensar en lo que había soñado o... ¿Recordado?

Evaluó cada una de las situaciones que vio, hasta el momento no se había dado cuenta de las tantas veces que ocultó sus sentimientos o simplemente no los había admitido.

Durante su infancia le enseñaron a ocultar sus emociones y sentimientos de los demás, pero él solo había aprendido a ocultarlas de sí mismo. Se levantó con pesar y fue al baño, ese día era martes y tendría patrullas.

El día paso sin pormenores, la noche cayó en el castillo de Hogwarts. Hermione terminó su cena y junto a sus amigos fue a su torre.

- Tengo patrullas, voy a mi habitación.- La joven bruja comenzó a subir las escaleras en dirección a la habitación de las chicas.

Behind the walls of Hogwarts (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora