Capítulo 18

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Alisson

Me miré una última vez en la cámara delantera del celular, verificando que mi maquillaje no se hubiera corrido. Llevaba puesto un enterizo negro que cubría toda mi piel, y tenía el estampado del esqueleto humano, mientras que el maquillaje se expandía por mi cuello y rostro, haciéndome ver como un verdadero esqueleto. Mi cabello estaba suelto, pero con volumen y broches invisibles había creado un jopo en la parte superior.

La directora había creado una tradición única para nuestro instituto en la noche de Halloween. Este era decorado de forma terrorífica y entre los alumnos de último año jugábamos a un juego similar a la guerra, disfrazados por supuesto. Nos daban armas falsas que disparaban algo parecido a dardos o eso había escuchado, y al perder debías apagar el reloj sincronizado, quedando de esa forma eliminado. Era parecido al paintball, pero mucho más divertido en mi opinión, excepto por la parte del terror, y cuando el taxi se detuvo en la entrada, viendo la decoración, el miedo que ya sentía se volvió más fuerte. Todo se veía como si fuera antiguo y estuviera abandonado.

Bajamos del auto y yo no podía sacar mis ojos del instituto, imaginándome todas las cosas que podía haber que me dieran miedo. Mi corazón se aceleró ante la idea, y no sabía si temblaba por frío o por terror.

— ¿Estás bien? —preguntó la voz de Shane, y al voltear para responder mi corazón se frenó y grité sobresaltándome debido al susto. Un payaso. Se había disfrazado de uno de esos malditos payasos aterradores que tanto odiaba. Él y Adam, quien había aparecido también, comenzaron a reír.

Mi hermano se quiso acercar a mí y me alejé al instante. Él estaba disfrazado de hombre lobo, al igual que Emma, pero a diferencia de esta última, él no lucía lindo e inofensivo. No era el típico hombre lobo de las series con patillas y colmillos sexys que atraen a las adolescentes. ¡No! Él era un hombre lobo feo, con pelo por todo el cuerpo, ropa sangrienta y rota. Su rostro tenía una máscara tan creíble que me asustaba que se hubiera convertido realmente.

Alguien me tomó por los hombros haciendo los ruidos extraños pertenecientes a un zombie. Era Keith, y odiaba que hubiera decidido disfrazarse así, porque era uno de mis mayores temores de niña, y algunos miedos perduraban.

—Los odio. Saben que me dan miedo estas cosas. ¡Basta!

Emma me sonrió con comprensión y me abrazó de costado, a ella no le aterraban esas cosas.

—Ali, es todo irreal —susurró Emma acariciando mi brazo.

—Si no me hubieras asustado cada viernes de mi vida con películas de terror yo no tendría miedo —le reclamé a Shane.

—Tampoco hubieras tenido la excusa perfecta para dormir con Keith —se burló, a lo que yo lo empujé juguetonamente. Hacía tiempo que Emma me había confesado de todas las trampas que creaban ella, Shane y Adam para que Keith y yo estuviéramos juntos.

—Entremos mejor que ya casi empieza el juego —dijo Adam sonriente, aunque no era su sonrisa normal y encantadora. Era una fea de dientes sangrientos y colmillos desgarradores.

—No. Esperen —pedí frenando a mis amigos masculinos que se iban a encaminar a la entrada del instituto.

— ¿Qué pasa? —cuestionó mi hermano.

—Si ustedes están así de horribles, debe de haber disfraces peores ahí adentro. No quiero estar sola. Hagamos una alianza —ofrecí. Keith y Adam se miraron riéndose de mí—. Por favor —rogué haciendo pucheros.

—Está bien. Yo hago alianza con vos —respondió Shane salvándome—. Estás muerta de miedo, pero siempre fuiste buena jugando al paintball.

Uno de sus pesados brazos rodeó mis hombros, y ahora el payaso terrorífico me caía bien.

— ¿Por que ustedes no dan miedo? Es más, se ven lindas —cuestionó Keith.

—Porque no creímos que todos se iban a disfrazar tan bien. Pensamos que iban a ser disfraces típicos de Batman, la mujer maravilla, y todo eso que no asusta —explicó Emma.

—Eso es para las personas aburridas —respondió Adam, mientras un hombre en la entrada nos entregaba nuestras armas, luego de verificar nuestros nombres, y unos relojes que nos iban a indicar la cantidad de estudiantes que seguían en juego.

Eso fue lo último que supe de mis amigos ya que fue cuando nos separamos. Con Shane nos encaminamos al campo de futbol donde él conocía un lugar secreto, según lo que me había dicho en susurros. La voz de la directora nos dio indicaciones y reglas a través de los parlantes. Luego comenzamos a escuchar disparos.

El juego había comenzado.


Espero que disfruten el capítulo. No olviden votar y comentar. 

Con amor, Sabrina♥

Rosas para Alisson | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora