Capítulo 33

246 44 0
                                    

Emma

Estaba usando un simple vestido corto con zapatos de tacón, y por esa razón el frío llegaba a mi piel con facilidad, logrando que sintiera que me congelaba mientras esperaba en la puerta de mi casa a que Alisson y Adam me recogieran.

Las noches de invierno eran congeladas en Nueva York. Aunque por suerte, esa noche no había caído nieve como para helar aún más la ciudad.

El auto llegó, y al ingresar comencé a sentir la satisfacción de que mi piel fuera calentada por la calefacción. Pregunté a donde nos dirigíamos, y la respuesta de Alisson fue muy extraña. Siempre íbamos a los mismos clubes pero de repente ella quería ir a uno distinto. Sin embargo, no pregunté cuáles eran sus razones, no era como si lograría hacerla cambiar de opinión.

Shane nos esperaba en el estacionamiento junto con Keith, a quien se le iluminó el rostro al ver a Alisson, observándola con una mirada llena de amor. Mirada que ella correspondió.

Me sentía feliz por ellos, de que se amaran tanto, pero no podía evitar sentir aquella punzada de envidia y dolor, porque Adam lo único que hacía era evitar mis miradas.

Entramos al club, sentándonos en la zona VIP, y al instante tomé mi celular para enviarle un mensaje a mi madre de que había llegado bien. Era algo que estaba acostumbrada a hacer ya que la tranquilizaba de toda la inseguridad que había. Sin embargo, y aunque esperé varios minutos, el mensaje no se enviaba, así que pensé que quizás el lugar tenía mala recepción y decidí ir afuera por un segundo. Estúpida Alisson queriendo ir a lugares raros en lugar de a los que estábamos habituados.

En la acera me encontré con un chico de espaldas a mí fumando, y a un lado estaba la larga fila de personas esperando por ingresar. Sin ni siquiera mirarlo, permanecí ahí parada sintiendo el frío helar mis venas, hasta que el mensaje se envió y mi madre respondió.

Para el momento en el que estaba por volver a entrar, aquel chico me frenó: — Vos sos Emma, ¿o me equivoco? —preguntó con una sonrisa que me hacía saber que él estaba seguro de quien era.

Nunca imaginé que volvería a encontrarme con aquellos ojos castaños, que a pesar de haber visto solo una vez, lograba reconocerlos con facilidad.

—Sí —respondí correspondiendo su sonrisa.

—Soy James —se presentó, aunque yo ya sabía su nombre, pero no lo mencioné— ¿Te acordás de mí? Nos conocimos ayer en el instituto Manhattan. Estabas un poco borracha y...

—Y choqué contra vos —finalicé, sintiendo el rubor llegar a mis mejillas. Él rió con suavidad al recordarlo—. Sí, me acuerdo de vos. Te pido perdón.

—No te preocupes, es un gusto que hayas chocado contra mí —aseguró con una gran sonrisa ladeada que podía llegar a derretirme.

—Tengo que volver con mis amigos, fue un placer verte de nuevo James —saludé devolviéndole aquella sonrisa.

—Lo mismo digo Emma —se despidió antes de guiñarme un ojo, y acto seguido volví a entrar al bar.

Alisson me tomó por la cintura y quiso llevarme a la pista de baile, pero primero preferimos ir por algo de tomar a la barra. Quería divertirme esa noche, y que no fuera una de las tantas en que solo pensaba en Adam, por lo que estaba feliz de que nos hubiésemos alejado de él, pero por otro lado, mi mente pensaba en si él estaba con alguna chica en ese mismo momento.

Rosas para Alisson | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora