Capítulo 30

245 49 1
                                    

Emma

Me sentía un poco mareada y estaba segura de que estaba borracha, pero la sensación de felicidad que recorría mi cuerpo hacía que nada me importara.

No quería beber tanto, pero en cuanto vi a Adam coqueteando con otra chica, necesité refugiarme en el alcohol para dejar de sentir ese dolor que me invadía cada vez que lo veía con otra, lo cual era muy seguido.

Shane reía conmigo mientras bailábamos al ritmo de la música, pero tenía la leve sospecha de que más bien se estaba riendo de mí.

—Emma, tendríamos que irnos —susurró él con su típica amplia sonrisa encantadora.

— ¿Por qué? No quiero, me estoy divertiendo —protesté haciendo pucheros.

—Se dice divirtiendo —dijo él riéndose y provocando que mi cerebro intoxicado se quedara pensando en qué había dicho yo para que él me corrigiera.

— ¿Y qué dije yo?

Él mordió su labio inferior negando con la cabeza.

—Nada, no importa. De verdad tenemos que irnos.

—Dije que no —negué cruzando mis brazos sobre mis pechos.

—Por favor Emma, no seas una nena caprichosa. Casi todo el mundo se fue, y si los profesores se dan cuenta que estás borracha te van a suspender —explicó arrastrándome hasta la salida. No me resistí, porque la pequeña parte de mi cerebro que seguía siendo responsable, sabía que él tenía razón.

—No estaría borracha si no le hubieras puesto alcohol a las bebidas —recriminé provocándole una carcajada.

—Créeme, que si yo no te hubiera dado alcohol, lo hubieses encontrado por tu cuenta.

Al llegar al estacionamiento, vi que el auto de Adam ya no estaba, y confirmé mi pensamiento de que se había ido con aquella chica. Suspiré con pesadez, y comencé a caminar hasta el auto de mis padres, que me lo habían prestado, para conducir hasta mi casa.

— ¿A dónde vas? —cuestionó Shane con el ceño fruncido interceptándome y robándome las llaves.

—Dijiste que me tenía que ir —argumenté con obviedad para que me las devolviera.

—No, yo dije que nos teníamos que ir. Los dos. No voy a dejar que manejes así. Yo voy a manejar.

—No podés llevarme a ningún lado si no me atrapas primero —desafié alejándome.

—Por favor Emma, estoy cansado, no tengo ganas de atraparte.

—Entonces no me voy a ir —anuncié, y al pronunciar estas palabras él se acercó rápidamente, por lo que tuve que comenzar a correr mientras reía.

Me sentía impulsiva, atrevida y divertida, y todo eso seguro se debía a todas las bebidas que habían ingresado a mi sistema.

Miré hacia atrás verificando que Shane me persiguiera, y así era. Sin embargo, al no estar mirando el camino, choqué contra algo duro.

El golpe de su cuerpo hizo que perdiera el equilibrio, pero sus manos se deslizaron sujetándome por la cintura, evitando que mi cuerpo impactara contra el suelo.

Sus ojos castaños se posaron sobre los míos, y una sonrisa seductora se curvó en su boca.

Me quedé mirándolo sin decir nada hasta que él preguntó: — ¿Estás bien? —con un tono de voz grave y atractivo. Me limité a asentir con la cabeza sintiéndome hipnotizada.

Shane llegó hasta nosotros riendo, y aquel chico se alejó lentamente de mí. No era estúpida. Sabía que era James, uno de los cantantes de Free Souls, la banda que tanto nos gustaba a Alisson y a mí. «Si ella supiera que me dedicó esa sonrisa...» pensé en un suspiro.

—Lo siento, mi amiga Emma está un poco borracha —se disculpó mi amigo, mientras yo miraba embelesada al cantante.

—Está bien, no se preocupen —respondió restándole importancia con la mano y me dedicó una última sonrisa antes de que yo me alejara con Shane, y a pesar de mi estado de ebriedad y de que probablemente olvidaría momentos de esa noche, definitivamente no me olvidaría de esa mirada.

Espero disfruten del capítulo. No olviden votar y comentar.

Con amor, Sabrina♥

Rosas para Alisson | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora