Rosas para Alisson | COMPLETA

Capítulo 55

El sol ardiente impactaba en mi rostro, mientras mantenía los ojos cerrados e inhalaba y exhalaba profundamente sintiendo todo mi cuerpo relajado y adormecido. Tenía una hora libre debido a la ausencia de un profesor y había decidido invertir mi tiempo relajándome en el suave césped de la cancha de futbol.

— ¿Sabés que no podés quedarte mucho tiempo más porque en quince minutos empieza el entrenamiento? —preguntó la voz de Keith luego de que sentí como su sombra me privaba del calor solar.

—Sí, ya lo sé —respondí abriendo los ojos y sonriéndole. Palpé el césped a mi lado en una clara señal de invitación a que se recostara conmigo, lo cual hizo.

Me apoyé sobre mi costado y comencé a acariciar su cabello de forma distraída, admirando la tonalidad clara que tenía cuando el sol impactaba en este.

—No voy a estudiar en Nueva York —anunció él sorpresivamente.

— ¿Por qué? —interrogué preocupada buscando el azul de sus ojos.

—Porque decidí ir a otra universidad... una en Londres —explicó arrebatándome el aliento. Sentí como todo se detuvo, al igual que en las películas, y me quedé congelada observándolo esperando que dijera que era una broma.

— ¿Estás hablando en serio?

—Más en serio que nunca —dijo con una sonrisa inmensa. Mi corazón se aceleró de una manera increíble, y su seriedad me hacía darme cuenta de que no cabía la posibilidad de que me estuviera mintiendo.

— ¿Y por qué decidiste eso?

—Porque, hay una chica... una chica que me encanta, y si estudio en Londres voy a poder estar cerca de ella. Lo suficientemente cerca como para que acepte ser mi novia.

—No puedo creer que vayas a hacer eso por mí —mencioné negando con la cabeza y mordiendo mi labio inferior, sin poder borrar la sonrisa de mi rostro.

—Yo no puedo creer que todavía no me hayas besado.

Centímetro a centímetro acorté la distancia que nos separaba y junté nuestras bocas. No podía creer que había tomado esa decisión por mí. Nunca creí que lo haría, y tampoco creí que eso me haría sentir tan feliz. Además, su noticia hizo que todos los temores y preocupaciones que había estado sintiendo desaparecieran, pudiendo disfrutar por primera vez un beso sin pensar en el futuro.