24.- Mini Evans on the way
Cuando crucé el marco de la puerta de mi hogar, lo primero que escuché fue silencio. Pese a lo cansada que estaba, ello me llamó la atención. Normalmente, hubiese ignorado el nulo movimiento en el living y lo sepulcral que se sentía todo. Pero ese día no puesto que, tenía claro que llegando a casa estaría Chris junto a nuestro pequeño.
Curiosa caminé hacia la cocina, creyendo que Chris se encontraba allí, leyendo algún libro o guion. Pero tal como supuse, no había nadie.
—¿Chris? —Le llamé, sin dejar de revisar las habitaciones del primer piso. —¿Jamie? —Llamé esta vez, a mi hijo. Pero ninguno se hizo presente.
Entonces comencé a creer que habían salido a visitar a los primos de Jamie. Tenían un lazo de hermandad muy fuerte, pese a que eran primos, todos se trataban como hermanos. Y qué decir de Chris; él los amaba como si fuesen sus propios hijos.
Hubiese creído que tenía la casa para mi sola si no hubiese sentido pequeñas pisadas acompañadas de risitas infantiles y traviesas en el segundo piso. Me encaminé, lógicamente, a mi habitación. Fue cuando sentí más risas y muchos pies moverse rápidamente, entre cuchicheos y un ligero grito sordo.
—¡Ahí viene! —Sentí que decía uno. La puerta de mi habitación se entre abrió con sigilo, dejando ver un par de ojos observadores.
—¡Amor! —Escuché la voz de Chris, a mi parecer, pidiendo ayuda. Me apresuré en llegar, un tanto alarmada por lo que los pequeños pudiesen estar haciendo. Para cuando entré, la imagen que vi me hizo soltar una carcajada estruendosa.
Chris yacía en el suelo, maniatado de pie y manos, totalmente inmóvil y con una cinta adhesiva despegándose de su boca.
Jamie corrió a mis brazos, seguido de sus tres primos mayores que él.
—¿Por qué tienen a su tío así? —Pregunté a los pequeños.
—Es el villano, Tía ___________. —Me respondió uno de ellos. Le miré confundida. —¿Cierto que lo es? —Le preguntó a los demás. Asintieron al mismo tiempo. Jamie les imitó divertido.
—Pero es el Capitán américa... —Les recordé. —Él no es el villano.
—Lo es. —Volvió a rectificar el mayor de los niños. —Un amigo en el colegio me dijo que el Capitán América es soldado de HYDRA.
Abrí los ojos denotando sorpresa. Miré a Chris, quien me miraba suplicando ser desatado. Luego observé a los niños, quienes sonreían divertidos.
—No puedo creer que haya estado viviendo con el villano todo este tiempo. —Fingí molestia y le seguí divertida el juego a los niños. —Han hecho bien en capturarlo. —Felicité, y volví a observar al rubio, quien rodó los ojos y bufó. —Bajen a la cocina, les prepararé la cena. —Les dije.
Dicho aquello, los niños corrieron al primer piso entre gritos eufóricos.
—Has demorado mucho en llegar. —Me dijo Evans una vez le quité el adhesivo de su boca. —Tendré que hablar seriamente con el niño que divulgó mi secreto. —Dijo, aludiendo al compañero de su sobrino.
—Deberías hablar con los creadores de los comics, amor. —Reí. —Los niños se basaron en ellos para atacarte. —Y volví a reír divertida.
Chris permaneció serio por unos segundos, para finalmente esbozar una ligera sonrisa y atraerme a él con sus manos totalmente libre. Depositó un tierno beso en mis labios el cual, disfruté bastante.
Bajamos al primer piso en dirección a la cocina donde se escuchaban las risas traviesas de los sobrinos de Evans. Estos, al verlo, rieron divertidos. Evans rio de igual forma, jugueteando con los pequeños. Jamie se unió, entre risas propias de un niñito de cinco años.
Cuando Chris los fue a dejar a su casa, aproveché de darme un baño y poder relajarme del día ajetreado que tuve en el trabajo. Me di el tiempo de disfrutar el agua y despejar mi mente de todo tipo de pensamientos.
Al salir, encontré a Chris y a Jamie jugueteando en nuestra cama.
—Pero ¿quién es esa dama hermosa que acaba de entrar? —Le preguntó Chris a su imagen en miniatura.
—¡Es mamá! —Gritó nuestro hijo, corriendo a mis brazos. Lo tomé y besé sus mejillas con ternura. —Te quiero mamá.
—También yo, mi pequeño sol.
Jugueteamos un poco entre los tres; las cosquillas eran nuestro juego favorito antes de dormir. Fue cuando Chris me tomó y comenzó a recorrer sus manos por todo mi cuerpo, haciéndome reír estruendosamente. Y no solo él, nuestro pequeño le acompañaba.
—No, papá. —Le dijo Jamie, de repente, serio y un tanto preocupado. —Le estamos haciendo daño a la casa de mi hermanito.
Chris detuvo toda cosquilla en cuanto escuchó lo mencionado por Jamie; me observó con el ceño fruncido y bastante confundido. Yo, entre abrí la boca intentando decir algo, pero no pude. En cambio, suspiré ruidosamente.
Era evidente que Jamie siendo pequeño y enfocado en jugar con sus juguetes, entendía todo lo que sucedía a su alrededor; bien decían que los niños captan todo sin que uno se los explique directamente. Creí que, comentarle sobre mi embarazo a mi hermana estando él presente mientras jugaba en la alfombra frente a nosotras, no se daría cuenta de ello. Claramente, estaba equivocada. Jamie había captado todas y cada una de mis palabras al anunciar la llegada de mi próximo hijo.
—Amor... —Habló Chris, pidiendo una explicación. Pude notar sus ojos azules destellar en un inminente llanto. —¿H-hermanito? —Cuestionó, para luego mirar a su primogénito.
—S-sorpresa, amor. —Sonreí, tan conmocionada como él. —Viene otro mini Evans en camino.
Chris, como me lo imaginé, rompió en llanto; Jamie saltaba sobre la cama, feliz porque iba a tener al fin un hermanito con el que cual poder jugar. Y yo, no podía hacer más que reír entre lágrimas al ver a mis dos personas favoritas felices tras la futura llegada de un nuevo integrante a la familia.
Esa noche, los besos de Chris se hicieron sentir en mi abdomen; su mano descansó en aquella área, y se durmió de aquella forma, seguramente, soñando el futuro que le esperaba como padre nuevamente.
ESTÁS LEYENDO
S. Rogers - C.Evans || One Shots
FanfictionSteve Rogers || Chris Evans here One Shots.