XXXIII - Steve Rogers

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33.- The fortuitous mission II (Continuación OS XXXI)


El ambiente entre Steve y yo, se habían tornado tensas desde que Bruce accedió a darme de alta. Había transcurrido meses en donde permanecí bajo los cuidados de médicos pagados por el propio Stark. Éstos, trabajaban en conjunto con Bruce puesto que, él era al único que le tenía confianza al momento de verificar que mis signos vitales fuesen evolucionando.

No había noche en el que no soñara lo mismo; mi cuerpo siendo maltratado mientras un pequeño muchachito observaba todo desde la esquina de la habitación donde me tuvieron recluida. Despertaba llorando a mares entre la oscuridad de la habitación. Estaba sola, completamente sola y ello alteraba mi fisiología y, por consiguiente, mi mejoría.

Las visitas de Rogers no fueron tan seguidas como creí que iban a ser. Estaba sola en aquella habitación, cargando con la muerte de mi hijo no nato. Me sentía culpable. Había tenido días suficientes para anunciarle a Steve sobre mi estado. Pero el miedo al saber cómo iba a reaccionar, me superó y terminé por ocultarle algo que, si bien él hubiese sabido, sabía que el destino del bebé hubiese sido otro.

Pero era alto el precio que se pagaba por pertenecer a SHIELD y trabajar como agente. Fui secuestrada para obtener información clasificada y ello, nunca lo vi venir.

Tomé el último bolso y lo arrastré hasta el living del complejo Stark. Era lo último que me quedaba por llevar conmigo y a mi nuevo hogar. Caminé a lo largo del pasillo hasta llegar al ascensor. Las puertas se abrieron y, con sorpresa y nerviosismo, observé a Steve dentro del transporte. Pensé en la posibilidad de dejar que él bajara primero. Pero ello me llevaría a evitar a quien fue mi novio y ello, iba a ser muy obvio. Como pude entré la bolsa y me situé a su lado. Le sonreí en cuanto nuestras miradas se encontraron, y ante ello, ante el azul de sus ojos no pude evitar sentirme abrumada y con unas inmensas ganas de llorar.

—¿Te ayudo? —Me preguntó cuándo el ascensor abrió sus puertas. Negué. —Déjame ayudarte, _________.

—Puedo sola, Steve. —Insistí. Tomé la bolsa y nuevamente la comencé a arrastrar. Respiré profundo ante la punzada que se alojó en mi bajo vientre como así también, un dolor molesto en el resto de mi musculatura. Bruce me lo había advertido; no podía hacer fuerza por nada del mundo hasta pasado tres meses desde que me dieron de alta.

—___________. —Murmuró Rogers en cuanto vio que mis pasos eran débiles. —Detente... —No presté atención. Seguí caminando, con el dolor punzante incrementándose aún más. —Cariño...

—¡No me digas así! —Bramé. —N-no lo hagas, Steve...

—Necesitas ayuda...

—Te necesito a ti, Steve. —Gemí dolida. No presté mayor atención a su expresión. Seguí caminado hasta llegar a la salida de la torre. Di un ligero vistazo al interior del complejo que me hospedó durante años y, sin siquiera despedirme de Rogers, salí de la torre hecha un mar de lágrimas.

Nunca habíamos tocado el tema de la pérdida con Steve. Cuando dejó de visitarme y, por ende, de amarme como yo lo seguía haciendo, no vi la necesidad de hablar sobre la misión y el hijo que había perdido. Supuse que, al igual que a mí, era un hecho que había marcado su vida. Y, es que no sólo a él lo había marcado, claramente, yo estaba tan impactada como él lo demostraba estar.

El resto del equipo por precaución no comentó nada. Y agradecí que fuese así. Hasta entonces, el asunto había quedado en el pasado para todos, menos para mí y Steve.

Natasha me visitó durante los primeros días y me ayudó a acomodar todo en mi nuevo hogar. Tony se presentó junto a Bruce dos días después para revisar mi estado actual. Bruce sonrió y asintió en modo de aprobación ante la evolución que habían tenido mis heridas y fracturas internas. Por lo general, siempre los tenía en mi casa. Me hacían compañía, me ayudaban cuando les necesitaba o, simplemente venía a mí por algún consejo. Tony, era el que más requería de mí pues, estaba en el proceso de volver a reconquistar a Pepper.

S. Rogers - C.Evans || One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora