LXXXIV - Chris Evans

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84.- Eres el mejor


Ansiosa, caminaba de un lado hacia a otro a lo largo de la habitación. Miraba el portátil sobre mi cama sin evitar morder mi dedo índice. Era tanta la ansiedad que sentía, que estaba segura de que en cualquier momento perdería la cordura. Lancé un resoplido cuando vi un mensaje aparecer en la bandeja de entrada de mi email. No, no era el que estaba esperando yo. Negué ligera y volví a reanudar mi andar. Esta vez, sintiéndome mucho más ansiosa.

¿Por qué era tan difícil conseguir trabajo? Cuando creí que ser socióloga era mi destino, había momentos en los que realmente me cuestionaba si ello había sido una buena elección. Me veía envuelta en la desesperación y las pocas esperanzas de poder conseguir un puesto en el sistema. Pensaba en todas las entrevistas que había dado, alrededor de diez durante los cuatro meses que había enviado mi curriculum a distintas empresas. Ninguna, claramente, me llamaba de vuelta.

Brinqué cuando el teléfono comenzó a sonar. Corrí hacia a él, teniendo la pequeña esperanza de que fuese, por fin, el llamado que alegraría mi día.

—¡Amiga! —Saludaron del otro lado del teléfono, alegre. Mis pulmones soltaron el aire reprimido. —¡Eres tú! —Exclamó, eufórica.

—Hola Amber. — Saludé al reconocer la voz de quién me llamaba. —¡Tanto tiempo!

—Bastante, ¿no? —Rio divertida. —Acabo de encontrar tu número de teléfono entre unas agendas que tenía guardada. No sabía si éste seguía siendo tu número, pero me animé a llamar de todas formas. —Volvió a reír. —¡Y si era!

Carcajeó y yo le imité.

Amber seguía siendo la misma muchacha risueña y optimista. Habían pasado años desde que no sabía nada de ella. Nos habíamos conocido en la universidad, en la facultad de ciencias. Ambas decíamos tener interés por ser tecnólogas médicas, era lo que, aparentemente nos movía, o al menos eso creía yo. Más, al pasar dos años, me di cuenta de que eso no era lo mío. Amber siguió la carrera y yo busqué nuevos horizontes en la sociología. No era una carrera muy cotizada, y supuse que ahí estuvo mi error. Más, no me importó cuando estaba cursando los años; me gustaba y eso era lo único que me importaba.

Ahora me veía abrumada al no poder conseguir trabajo.

Escuché a la muchacha alrededor de una hora, en donde me contó su vida después de que yo dejase la carrera. Había conseguido sacar un doctorado, se había casado y ahora esperaba su primer hijo. Entre tantos logros, mencionó que su trabajo era todo lo que ella imaginó durante los años que cursó la carrera.

Al terminar la llamada, me vi mucho más frustrada que antes. No, no era envidia. Claro estaba. No era de aquellas personas que la sintieran; Pero sí sentía que el tiempo pasaba y yo me quedaba estancada allí, sin poder lograr algo tan básico como el conseguir trabajo.

Vi el portátil y me percaté que mi bandeja de entrada seguía teniendo el mismo número de mensajes leídos.

Nuevamente e inconsciente, volví a caminar de un lado a otro.

—Harás un hueco en el piso si sigues caminando de esa forma. —Me dijo Chris en cuanto entró a la habitación. Le miré con seriedad, sin ánimos de escuchar sus comentarios burlescos. —¿Qué hablamos hace días atrás? —Me preguntó y yo negué sabiendo a lo que se refería.

—Para ti es fácil, ¿no? Tienes trabajo, yo aún lo busco y, déjame decirte que no me es fácil encontrarlo —Espeté. —Cuatro meses, Chris. No quiero seguir siendo tu mantenida —Lancé un suspiro, frustrada por no poder tener la oportunidad de ejercer en lo que había estudiado.

Evans rodó los ojos.

—Veo que nada te quedó claro cuando tocamos el tema de "ser la novia mantenida" —Dijo e hizo comillas; fruncí la comisura de mis labios y miré el suelo. —Cariño, te lo repito. Tómate el tiempo necesario para poder encontrar un trabajo que te guste. No quiero verte frustrada por estar en un lugar que no te complace...

—Lo sé... —Murmuré. Pasé una mano por mi rostro, agobiada. —Pero es que no entiendo por qué nadie me llama. He dado buena impresión en las entrevistas, respondo con sinceridad, hago lo que creo ellos quieren ver en mí, pero nada resulta. —Suspiré. —¿Y si elegí mal mi carrera? — Cuestioné, casi para mí, como si ello fuese una revelación. Chris rio suave, casi conteniendo una carcajada.

El rubio se acercó a mí y me abrazó. Su cuerpo, grande y corpulento tapó el mío, pequeño y menudo. Me vi sumida en su aroma, en su calor corporal, en su cariño... Me aferré a su anatomía y allí me quedé por unos minutos.

—Me acaba de llamar una antigua amiga. —Murmuré, con mi rostro en su pecho. —Amber, no sé si te acuerdas... —Chris asintió. —Le ha ido bastante bien...

—Y a ti te irá mejor, preciosa. Pero debes tener paciencia. —Besó mi cabello. —El tiempo no es el mismo para todos. Algunos se casan a nuestra edad, otros viven solos, esperando a que la persona indicada llegue a su vida; Otros tienen hijos mientras algunos intentan tenerlo. Son tiempos distintos... —Tomó mi rostro entre sus manos y me besó con ternura. —Tranquila, amor. Tu tiempo llegará.

Volvió a juntar sus labios contra los míos, permitiéndome sentir la tranquilidad que ansiaba sentir inconscientemente.

—¿Qué haría yo sin ti, Chris? —Le pregunté, a lo que él simplemente soltó una risita afable.

—Pues, no lo sé. —Se encogió de hombros. —Me pregunto lo mismo. Soy el mejor novio que has tenido en tu vida, no lo puedes negar. —Sonrió airoso. Golpeé su brazo.

—Idiota. —Reí.

—Uhm, pues tu idiota te ha traído un regalo que, estoy seguro te hará cambiar de opinión.

Se separó de mi para salir de la habitación y volver con una bolsa. De inmediato mis fosas nasales percibieron el aroma característico de lo que amaba consumir: Maní. Solté una carcajada y me acerqué a Chris con la intención de besarlo. Éste, no se opuso.

—Que bien me conoces, cariño. —Ronroneé.

—¿Ves? —Me dijo entre risitas divertidas. —Soy el mejor.

—Eres el mejor, Chris Evans. —Le volví a besar. 




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GENTEEEEEE! I'M BAAAACK <3

No voy a ahondar  en el por qué de mi desaparición; sólo diré que la inspiración no llegaba y, que ahora espero volver a escribir. Era lo único que me alejaba del estrés y la ansiedad y yo me alejé abruptamente de ello.

En fin. Las extrañé mucho :( pero no quería escribir algo malo y sin ganas, so, por eso desaparecí. 

Aclarar que  el MANÍ es lo mismo que Cacahuate, sólo que aquí en Chile se le dice maní, por si alguien no sabe lo que es. Dato Friki y necesario ah. 

Las quieroooo! <3

S. Rogers - C.Evans || One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora