53.- Time to time
Caminar por Wakanda era un rito que siempre realizaba durante las tardes antes de terminar el día. Siempre recorría el reino con la intención de admirar su paisaje y su gente, sentir el sol abrasarme y mirar el cielo, azul como jamás imaginé contemplar en ningún lugar. Había imaginado, por muchos años, el lugar ideal al que me gustaría vacacionar; pensé en algún país de Europa, Grecia o Italia; pero Wakanda había superado toda mi imaginación.
Agradecí — con el tiempo— haber huido con Rogers al reino de T'challa, pese a que, en la ciudad, había dejado a quienes decía eran mi familia. Mi única familia.
Había traicionado la confianza de Tony cuando dije que lo apoyaría en la disputa que llevaba con Rogers ante las firmas que nos pedían para que nos controlasen cada vez que decidiéramos ayudar al planeta. Mi misión en ese entonces, era convencer a Steve para que firmara el libro. Tony creyó que el capitán al ser mi novio, me escucharía y cambiaría de opinión, pero bien sabía yo que Steve mantenía sus ideales en pie, pasara lo que pasara.
Discutimos por días pues, ambos tratábamos de persuadir al otro para que se uniera al equipo al cual pertenecíamos. Todo ello cesó cuando me enteré de que el mejor amigo de Steve, Bucky, se encontraba ligado a un problema mayor en el cual, se le culpaba de la muerte de T'chaka, rey de Wakanda.
Entonces, mis ideales cambiaron. Pelee junto a Steve y en contra el equipo en el que había prometido ayudar. Todo culminó como menos lo esperamos; terminé, junto a Wanda, Sam, Clint y Scott encerrados en una cárcel de alta protección, alejados de la ciudad al ser tachados como un peligro para la sociedad.
Recordar aquel suceso me era algo tan natural como despertar por la mañana y saber que me encontraba en Wakanda, a salvo junto al hombre que amaba. Sin embargo, muy en el fondo, me dolía haber estropeado la relación de fraternidad que tenía con Tony. Lo estimaba como un hermano, pese a que no lo éramos biológicamente. Él, hacía lo mismo conmigo. Siempre me trató como si fuese una Stark.
Caminé de vuelta al palacio cuando noté las primeras estrellas asomarse en el cielo. Saludé a un par de guardias que resguardaban la entrada del recinto y caminé hasta mi habitación. T'challa se encontraba junto a Shuri fuera de la habitación de la muchacha, quien mantenía una sonrisa en su rostro. T'Challa no se demostraba tan divertido como lo hacía su hermana.
—¿Diálogo intenso entre hermanos? —Pregunté divertida.
—Algo así. —Respondió Shuri, con cierto tono de voz juguetón. —Hermano, tendré lo que me pides a tiempo. Calma, ¿sí? el mundo no se acabará. —Y dicho ello, comenzó a reír. —Ve mañana al laboratorio y tendré lo que me pides. Que tengan una linda noche. —Se despidió.
T'challa rodó sus ojos, para luego soltar una risita.
—Supongo que mañana me dirá lo mismo. —Dijo el moreno y se encogió de hombros. —¿Qué tal el paseo por Wakanda, Señorita ___________.?
—Tranquilo. —Sonreí.
—Siempre que la veo recorrer el reino, me pregunto si ha encontrado algo distinto a lo visto el día anterior...—Comentó divertido. —Alguna flor marchita... un árbol a punto de caer...
Reí.
—No he encontrado nada fuera de su lugar. —Ambos reímos. —Tu reino es perfecto. Jamás creí vivir para ver esto. —Y alzando la mirada, fijé mi vista en el cielo a través del cristal, en donde ya se podían ver las estrellas decorar la noche. —¿En qué momento iba a tener esta vista en New York? Tantas estrellas... tantos mundos por imaginar. Wakanda es magnífica...
—Me alegro que esté disfrutando su estadía en el reino, señorita ___________. Y espero que lo puedan seguir disfrutando por mucho tiempo. Por cierto... —Dijo y su expresión cambió a una de preocupación. —El capitán Rogers se ha visto muy cabizbajo hoy... ¿Le ha sucedido algo? —Inquirió con cautela.
—Debe ser por el sueño que tuvo durante la noche. —Suspiré. T'challa asintió, comprendiendo a lo que se debía su aflicción. No era primera vez que un sueño dejara sin ánimos al capitán.
T'Challa no hizo mayor comentario al respecto. Me despedí de él y me encaminé hasta la habitación en donde encontré a Steve sentado en la orilla de la cama, observando el cielo, al igual que como yo lo solía hacer durante la noche antes de acostarme.
Me acerqué y lo abracé por detrás. Deposité cortos besos por su cuello y hombros por sobre su camiseta. El capitán soltó un suspiro, donde pude comprender lo abrumado que se encontraba.
—Amor... —Murmuré, y volví a besar su cuello. —Él llamará...
—No lo sé, ___________. —Suspiró nuevamente. —El sueño de anoche... No me lo he podido quitar de la cabeza. El equipo se quebró, ____________, y es por mi culpa. Quise hacer lo mejor para todos, pero...
—Cariño, lo hecho, hecho está... —Me posicioné sobre sus piernas a horcajadas y besé sus labios con suavidad. —Y el sueño, fue sólo un sueño. Que Stark no te hubiese perdonado, no significa que no lo haga en la realidad. Yo sé que él debe estar arrepentido por todo lo que sucedió, pero ambos sabemos que Tony es orgulloso. Le costará dar el paso.
El capitán me miró con pena, y en su mirada pude comprender que el sueño que había tenido, él lo tomaba como un recordatorio de lo mal que habían actuado al llevar al equipo a la separación. Era el tercer sueño que tenía durante el tiempo que llevábamos en Wakanda, y en todos ellos, Steve se afligía pensando en que todo había sido su culpa.
—No es tu culpa. —Añadí. Steve seguía en silencio. —Amor, nada de lo que sucedió es tu culpa. Ninguno supo llegar a una solución, y errores así suceden en todas las familias. Dale tiempo al tiempo... —Besé sus labios nuevamente. —Y las cosas se solucionarán. Además, le has ofrecido tu ayuda ante cualquier problema. Él llamará cuando te necesite.
—¿Qué haría sin ti, ____________? —Musitó. Dibujó una pequeña sonrisa en sus labios. —Te amo.
—También yo, Capitán Rogers.
Nos besamos, comenzando a sentir la pasión subir por nuestra anatomía y adueñarse de ella. Empujé a Rogers y comencé a despojar su camiseta. No tardé en devorar su torso a besos y a pequeñas mordiditas que iba dejando en el camino. Rogers suspiraba.
Cuando la situación se transformó en lujuria y necesidad recíproca, la habitación fue invadida por el único sonido que Steve reconoció de inmediato. Nos quedamos mirando, extrañados.
—El tiempo habló. —Dije. Rogers rápidamente extrajo de la mesita de luz el celular que tenía con un único nombre grabado en él. Pude, de inmediato ver su sonrisa decorar su semblante.
Tal parecía que Tony Stark necesitaba de nuestra ayuda.
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S. Rogers - C.Evans || One Shots
FanfictionSteve Rogers || Chris Evans here One Shots.