78.- Birthday with the Captain América.
Tras la llamada telefónica, escuché atenta cada palabra de Evans explicándome que no podría asistir al cumpleaños número cinco de nuestro hijo. Rodeé los ojos cabreada. Esta era la segunda vez que no estaba junto a Vincent en su día.
—Cariño, prometiste que estarías con nosotros. —Espeté, molesta.
Chris exhaló pesadamente el aire acumulado en su pecho.
—Amor, lo siento tanto. —Musitó.
—No importa, Chris. —Suspiré, después de todo, ya no había caso discutir. Era su trabajo promocionar sus películas y asistir a entrevistas. Yo me había casado con él sabiendo que su vida giraba en torno a ello. —¿Cuándo nos veremos?
—Pronto, amor. —Y sin siquiera tenerle frente a mí, supe que esbozó una sonrisa amplia y dichosa. —Te amo.
—También yo. —Chris lanzó un beso del otro lado de la llamada y ambos colgamos. Me dejé caer sobre la cama, bastante cansada. Organizar el cumpleaños de nuestro hijo me había desgastado más de lo normal, y, tener que salir de la habitación y procurar que todo estuviese en orden, me agotaba el doble.
—¿Estás bien? —Me preguntó mi hermana al asomarse tras la puerta de mi habitación. Me incorporé y asentí. —¿No vendrá, cierto?
—No, no lo hará. —Fruncí mis labios en una mueca que denotaba cierta decepción. Y es que Vincent estaba tan emocionado con la idea de que su padre lo estuviese mimando para su cumpleaños, que me causaba lástima tener que explicarle que su progenitor tenía otras cosas que hacer y que, por eso, no estarían juntos en su día.
— Tú sabías que esto sucedería si te involucrabas con Evans...— Dijo Mandy, sentándose a mi lado. — Su vida es ajetreada, _____________.
—¡Claro que lo sabía! —Exclamé. —Pero nunca me imaginé que tendría que pasar tanto tiempo alejada de él. Lo extrañamos, Mandy. Demasiado. —Murmuré casi llorando. Lo extrañaba, y Evans no se hacía una idea de cuanto lo hacía.
Mandy suspiró, iba a mencionar algo, pero los gritos de los niños en el primer piso se hicieron presente, llamando nuestra atención. Ambas bajamos corriendo por las escaleras, creyendo que algo había sucedido. Los pequeños seguían gritando, mencionando que "el capitán América" estaba allí.
Miré a mi hermana desconcertada.
—Debe ser broma. —Murmuré una vez observé el caos que se formaba en el living de mi hogar. Frente a nosotras se encontraba el personaje de ficción que tanto amaban los niños. El sujeto vestido del famoso personaje, alzó la mirada a nuestra dirección y sonrió amplio; supe de inmediato de quien se trataba. Mandy soltó una carcajada al percatarse de quien era realmente; se acercó a los niños y trató de poner orden para que todos pudiesen tener la oportunidad de hablar con "el Capitán América"
—¡Mamá! —Exclamó Vincent. —¡Es el Capitán América! —Chilló con euforia. Sus ojitos destellaban a más no poder.
Sonreí al ver a mi hijo tan feliz. Su mano no soltaba la de Chris, quien con una sonrisa en su rostro observaba la felicidad que irradiaba su hijo con tan sólo tener a su superhéroe favorito a su lado.
—Un gusto, bella dama. —Me dijo Chris. Luché por no soltar una risotada que pusiese al descubierto la fachada de Chris. Asentí y le tendí la mano, agradeciendo el gesto que había hecho por Vincent. —Debo decir que tienes una mamá muy hermosa, muchacho. —Le dijo el Capitán a Vincent. —Realmente hermosa.
El pequeño frunció su entrecejo, analizando lo que el Capitán le había dicho.
—¿Quieres jugar con nosotros? —Le preguntó Vincent, sujetando a Chris de sus piernas, observándolo con admiración.
—¡Claro! Para eso he venido, Vincent. —Le dijo el Capitán. —¡Vamos a jugar!
—Vincent, cariño. —Le llamé antes de que saliera corriendo. —El Capitán tiene que comer algo, de seguro ha viajado horas para venir a verte. —El pequeño miró al Capitán no muy convencido de querer separarse de él por unos minutos. —Deja que coma algo y después juegan, ¿sí?
—Vale, pero jugarás con nosotros, ¿eh? —Chris tras su máscara asintió. —¡Les diré a mis amigos! —Y dicho aquello, nuestro pequeño se fue corriendo hacia su grupo de amigos quienes lo recibieron felices en el living.
—¡Eres un vil mentiroso, Evans! —Chillé una vez dentro de la cocina. Cerré la puerta con pestillo. Chris soltó una risotada mientras se sacaba la máscara de su rostro. —¡Me has mentido!
—Cariño, ¿qué gracia tiene llegar a casa sin sorprenderte? —Rio. —Ha Vincent lo he sorprendido bastante. —Volvió a reír.
—Claro, hasta se ha olvidado de su padre. —Reí. —Eres un idiota, Evans. —Sonreí. Me acerqué a su cuerpo vestido con aquel disfraz tan característico y rodeé su cuerpo. —Te extrañé.
—También yo, preciosa. —Murmuró, depositando un beso tierno en mis labios. —Perdón por dejarte todo este trabajo a ti... —Besó mi cuello, hundiendo su rostro en mi cabello. Aspiró profundo y soltó una risita ligera. —Lo único que quería era llegar luego a casa, besar a mi hijo y a su madre. —Sus labios se deslizaron nuevamente por mi cuello hasta mi oreja. Brinqué y evité soltar un gemido cuando sentí una de sus manos, traviesa, toquetear bajo mi polera.
—Chris... —Jadeé. Combatí contra mí misma para no perecer en ese mismo instante. Mis piernas temblaban, amenazaban con doblarse y aterrizar contra el suelo. Evans sujetó mi cuerpo con más fuerzas, percatándome del efecto que creaba con tan seductoras caricias. —Amor, hay niños en casa. —Murmuré.
—La puerta está bloqueada.
—Pero le prometiste a Vincent jugar con él. —Le recordé. Tomé su rostro entre mis manos y le observé. Chris resopló por lo bajo. —Cuando todos se retiren, le pediré a Mandy que se lleve a Vincent con ella, ¿te parece bien? —Los labios de Evans se ensancharon formando una sonrisa que dejó ver su dentadura. Asintió repetidas veces, bastante entusiasmado.
—Me parece perfecto. —Sonrió rijoso.
—¡Capitán América! —Llamó nuestro hijo, golpeando la puerta de la cocina, tratando de entrar. —¿Terminaste de comer? ¿ya puedes jugar con nosotros?
—Sí, voy. —Le dijo Chris. —En un minuto estoy con ustedes. —Tras la puerta, los niños gritaron eufóricos.
—Procura no darles tantos dulces, _____________. O si no, no terminaré nunca de entretenerlos. –Lanzó un suspiro pesado, tomó su máscara y se preparó para dar función al cumpleaños de nuestro hijo.
Reí divertida y dichosa de tenerlo en casa.
—Que la suerte lo acompañe, Capitán. —Reí. Chris depositó un último beso antes de cumplir su misión como el Capitán América frente a los amigos de nuestro hijo.
Sin duda alguna, ese día, ni Vincent ni yo lo olvidaríamos.
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Proximo Os con smut, pero ¿de quién? >:)
Chris bb
o
Steve bb
