Capítulo 17

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Nos tumbamos en su cama, al principio estábamos un poco tensas, al menos yo, pero poco a poco me fui relajando, Malú no dejaba de moverse, parecía que estaba incómoda y se fue acercando más hacia mi lado.

- ¿Sigues despierta? - Susurró.

Quise quedarme callada y fingir estar dormida, ella poco a poco se iba acercando más, rozó con sus dedos mi mano, me acarició con delicadeza y después se giró quedando boca arriba, la oí suspirar y no pude evitar contestar a su pregunta.

- Sí, estoy despierta.

Noté como me miraba, giré la cara y me encontré con sus ojos a pocos centímetros de mi, la poca claridad que entraba por las rendijas de su ventana me permitió ver que tenía los ojos lagrimosos.

- Ey... - Susurré.

Apoyé mi mano en su mejilla y limpié sus lágrimas con mi pulgar, le sonreí, pero sentí como algo en mi interior se rompió al verla así, me partía el alma verla mal, puso su mano encima de la mía, supuse que para que no la quitase, cerró los ojos y cogió aire entrelazando nuestros dedos.

- ¿Que te pasa?

Silencio fue lo que obtuve como respuesta, separé nuestras manos y me senté, acomodé la almohada, cogí uno de los cojines que sobraban y me apoyé en él intentándome incorporar quedando medio tumbada.

Malú me miró y le hice un gesto para que se acercase, me sonrió de lado y apoyó su cabeza sobre mi pecho, la rodeé con mi brazo y fui acariciando su espalda con delicadeza, ella dejó caer su mano sobre mi barriga y se abrazó a mi.

- No quiero que este día acabe. - susurró.

No le respondí, solo la miré, nos miramos fijamente y medio sonreí.
Metí mis dedos entre su pelo enredandome con sus mechones, comencé a hacerle caricias y ella se abrazó más a mi cuerpo.

La realidad es que yo tampoco quería que se acabase, quería tenerla así, entre mis brazos, me encantaba esta sensación de paz y tranquilidad que tenía el don de transmitirme siempre.

Me pareció un poco injusto que ella se abriese a mi y yo quedarme aquí callada, pero pensaba que si le decía lo que sentía en cierto modo estaba traicionando a Inma, aún así después de mucho pensarlo, me armé de valor y lo hice, le contesté.

- Yo tampoco quiero que este día se acabe...

Tragué saliva y le dejé un beso en la cabeza, después la abracé, como si con ese abrazo intentase retenerla un poquito más, noté que me abrazó también y no pude evitar sonreír.

Cerré los ojos y respiré de su aroma, ¿quién diría que iba a echar tanto de menos su aroma mezclado con el olor a tabaco? la observé, tenerla así era de las mejores sensaciones que había tenido en mi vida.

- No quiero que te vayas.

Me dijo en un susurro.

- Hoy he sentido que te he vuelto a tener, parece como si el tiempo no hubiese pasado entre nosotras, y no quiero perderte, otra vez no...

El corazón se me aceleró al escuchar sus palabras.

- Yo...

Intenté decirle algo pero me interrumpió.

- Vanesa, sé que no es justo que te diga esto, y sé que estás con Inma y lo voy a respetar, pero necesito que sepas que...

Se quedó callada durante unos segundos.

- ¿Que pasa Malú?

La vi limpiarse la cara y supe que estaba llorando, agarré de su mano y entrelazó nuestros dedos, tragué saliva, sabía el rumbo que estaba teniendo esta conversación y no podía evitar que me doliese.

- Que te quiero, nunca he dejado de hacerlo, sigo enamorada de ti Vanesa, y creo que lo seguiré estando hasta el día en que me muera.

Me quedé de piedra, si antes se me había acelerado el corazón ahora se me acababa de parar por completo, no me esperaba esta declaración, la cogí de la barbilla con delicadeza haciendo que me mirase, tenía las mejillas mojadas de haber llorado, tragué saliva y me acerqué despacio, le di un beso en la frente y la abracé fuerte contra mi pecho. Cogí aire antes de contestarle.

- Yo también te quiero Malú.

Yo, más yo que nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora