Estuvimos un rato hablando de cualquier cosa, mi móvil sonó, tenía un mensaje de Inma;
"Hoy ceno con las chicas, llegaré tarde, no me esperes despierta, te amo."
Rodee los ojos al leerlo, aún estaba enfadada con ella y no me apetecía hablarle, le mandé un corazón como respuesta y apagué el móvil.
- ¿Todo bien?
- Sí, era Inma que no cena en casa, se va con sus amigas.
- ¿Y te molesta eso?
Su pregunta me pilló por sorpresa así que pensé rápido en una excusa, evidentemente no le iba a explicar mis problemas con Inma.
- No, no, si me gusta que salga y se divierta, es solo que me he acostumbrado a cenar con compañía y se me hace raro estar sola.
- Bueno, tienes a Pongo y Carmela, algo es algo.
- Uy sí, que conversaciones más interesantes vamos a tener ¡eh!
- Oye, que Rumba, Lola, Danka y yo debatimos mucho sobre la vida, incluso Chanelo se une a la conversación de vez en cuando.
Reí a más no poder ante su comentario y ella comenzó a reír también, me encantaba su locura, siempre sabía que decir en cada momento para quitarle importancia a las cosas y tomárselo todo con humor.
Dejamos de reír y hubo un momento de silencio en el que solo se escuchaban nuestras respiraciones, me miró y puso su mano en mi hombro haciéndome pequeñas caricias con la yema de sus dedos, se me erizó la piel tras su contacto y me quedé petrificada a la vez que sentía un cosquilleo en el estómago como hacía tiempo que no me pasaba.
- Si quieres podéis veniros a cenar a mi casa, los tres - dijo mirando a donde estaban Pongo y Carmela.
- No creo que sea buena idea Malú...
Tragué saliva y ella volvió a mirarme fijamente.
- ¿Y por qué no?
Intenté pensar en mil excusas que decirle pero no se me ocurría ni una, y es que esos ojos me tenían hipnotizada y a penas me salían las palabras.
- Es que...
- Va vente, por los viejos tiempos.
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Yo, más yo que nunca
Fiksi PenggemarSe prometieron amor eterno. Pero ¿podrá el amor contra todo? ¿Y contra la muerte?