Narra MalúLlegamos por fin a Málaga, donde nos reunimos con Antonio, habíamos quedado en que nos recogería a Ana, Vane y a mi para llevarnos a la casa que nos habíamos comprado hacía ya varios meses, y así lo hizo.
- ¡Hermanito! - Dijo Vane abalanzándose sobre su hermano. - ¿Como está mi moreno favorito?
- Estupendamente, ¿Y tú qué? ya veo que muy bien eh, has cogido color y todo cabrona - ambos rieron y se picaron durante un rato.
Ana y yo saludamos a Antonio con dos besos y nos quedamos en un segundo plano escuchándoles hablar mientras caminábamos hasta el coche.
- ¿Como está papá? - dijo Vanesa.
- Mucho mejor y con ganas de verte, los ataques pararon y todo apunta a que si sigue con la medicación que le están dando no tiene por qué volver a ocurrirle. - vi a Vanesa respirar más tranquila al oír eso, y sinceramente yo también lo hice, estaba delicado desde hacía mucho tiempo y ambas estábamos muy preocupadas, y sé que Vane se sentía muy culpable por no poder ir a verle tanto como quisiera por el tema de la gira.
Antonio nos dejó en nuestra casa, que estaba situada en una zona costera, cerca de la playa.
Las tres nos despedimos de Antonio y picamos a la puerta de casa, nos abrió Berta, que sonrió a más no poder cuando nos vio.
- ¡Chicas! ¡Que alegría veros! ¿que tal el viaje? - nos preguntó mientras nos abrazaba a Vane y a mi al mismo tiempo.
- Largo - dijo Vane notablemente cansada.
Berta le hizo una mueca en muestra de comprensión.
- Cariño... - Dijo en tono dulce Berta en cuanto vio a Ana, se acercó a ella y la besó cargándola en brazos.
Berta era la novia de Ana desde hacía un año, se conocieron hacía mucho tiempo atrás, cuando Vane aún salía con Inma, en una entrega de premios. Berta también era actriz y de hecho se llevó algún que otro premio aquella noche, por aquella época Inma, Vane, Berta y Ana solían quedar bastante, y ya entonces se gustaron pero por las circunstancias no acabaron de decidirse e incluso se distanciaron cuando Vane e Inma rompieron, pero hace poco más de un año volvieron a coincidir y desde entonces no han vuelto a separarse.
- Oye chicas, que estamos delante... - les dije entre risas viendo que no me hacían mucho caso, y seguí a Vanesa hacía dentro de la casa.
Fue entrar y fuimos literalmente arrolladas por nuestros perros que nos tiraron al suelo.
Pongo, Rumba, Lola y Danka no dejaron de lamernos y saltar sobre nosotras durante bastante rato hasta que por fin Ana y Berta que ya habían acabado de darse el lote, nos ayudaron a quitárnoslos de encima.
- Gracias por cuidar de nuestros niños - Le dije a Berta sonriente.
- Ha sido un placer tías, ya sabéis que me los podéis dejar siempre que queráis - contestó devolviéndome la sonrisa.
- Oye, ¿Y donde está mi Peca? - Preguntó Ana extrañada por no ver a su perra.
- Está en el jardín con Uma - Uma era la perra de Berta. - Vamos, ven.
- Nosotras vamos a arriba a dejar las maletas - Les avisó Vanesa mientras observaba como ellas se dirigían al jardín.
Una vez en la habitación dejamos nuestras maletas a un lado y nos tumbamos en la cama, realmente estábamos agotadas.
- Ni te imaginas lo que había echado de menos nuestra cama... - dijo Vane en un suspiro.
Me giré apoyando medio cuerpo sobre el suyo y le sonreí pícara.
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Yo, más yo que nunca
FanfictionSe prometieron amor eterno. Pero ¿podrá el amor contra todo? ¿Y contra la muerte?