Capítulo 20

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- ¿De que estás hablando?

Me dirigí a Alex, sonrió de medio lado y miró a Inma.

- Que te lo cuente tu novia.

Miré a Inma sin entender nada, ella estaba pálida.

- No le hagas caso mi amor, fue un favor de hace tiempo, pero de eso ya hace mucho, no tiene importancia.

Sonrió nerviosa y me acarició el brazo.

- ¿Y si no la tiene por qué no se lo cuentas? - intervino Malú.

Se estaba encendiendo un cigarro y miraba a Inma desafiante.

Inma la miró con odio y rabia.

- No te metas imbécil, esto no va contigo, no deberías ni estar aquí, y mucho menos acercarte a Vanesa, te recuerdo que es MI novia.

La miré incrédula, me quedé perpleja al oír eso.

- Inma, ¡ya basta! ¿Que coño te pasa? no te reconozco...

Me miró algo más calmada y pude ver decepción en su mirada.

- Siempre defendiéndola, siempre ella antes que todos, antes que yo, como no...

Suspiró nerviosa mirando a Malú cada vez con más rabia.

Malú le sonrió indiferente.

- Te noto un poco alterada Inma, te acabarán saliendo canas antes de tiempo, relajate un poco. ¿Quieres?

Le tendió el paquete de tabaco ofreciéndole un cigarro con una sonrisa en la cara, pude ver como Inma se tensaba, apretó la mandíbula reteniendo la rabia.

- Malú...

Le hice un gesto para que se callase, no era el momento de echar más leña al fuego, asintió y se alejó un poco para fumar tranquila, miré a Inma y a Alex que se habían puesto a hablar.

- Ay Inma, que mal lo estás haciendo todo.

Alex miraba a Inma sonriente y después se dirigió a mi.

- Mira Vanesa, como ella no te lo va a decir ya lo hago yo y acabamos ya con este asunto.

Inma la agarró del brazo quedando frente a frente desafiándola con la mirada, yo estaba flipando y me temía lo peor, porque era más que evidente que algo importante debía ser para que Inma se empeñase tanto en que no me enterase.

- ¡Callate Alexandra!

Inma estaba muy nerviosa y Alex sonreía triunfante, disfrutaba de esta situación, le encantaba ver sufrir a la gente, era como una víbora que se alimentaba del dolor.

- Mira Vanesa, tu novia me contrató para enamorar a Ana.

Abrí los ojos como platos, no me podía creer lo que acababa de oír.

- ¿De que estás hablando?

Comenzó a caminar de un lado a otro pero sin dejar de mirarme a los ojos, lo cual me ponía bastante nerviosa.

- Inma siempre le tuvo celos, le daba envidia no conseguir contigo la misma complicidad que tienes con Ana. Así que el plan era que Anita se enamorase de mi para alejarla de ti.

Me quedé perpleja, sonaba tan absurdo que no podía ser real, ¿como alguien podía ser capaz de hacer algo así? Además, ¿Inma? Vale que era algo celosa, ¿pero tanto? La miré sin saber que pensar, ella estaba atacada de los nervios.

- ¡Eso es mentira! Mi amor no la creas.

Intentó abalanzarse sobre mi pero la paré, necesitaba pensar, digerir la información, la observé fijamente, cada vez estaba más alterada.

- Claro que es verdad, ¿o no has visto como ha reaccionado antes con Malú? Inma a manipulado todo a tu alrededor durante todo este tiempo, para alejarte de Ana y de todos tus seres queridos. Te quiere solo para ella Vanesa.

No me podía creer lo que estaba escuchando, sentía una mezcla de enfado y tristeza al mismo tiempo, me sentía estafada, engañada, estaba dolida y cabreada.

- Lo de la boda fue algo que no supe controlar, no debí haber llegado tan lejos pero en fin, ahora ya sabes por qué la dejé plantada en el altar.

- ¿Como sé que no me estás mintiendo? - Le dije mirándola a los ojos e intentando contener las lágrimas.

- Dinero. Es lo único por lo que estoy aquí, lo único por lo que he hecho todo esto, y yo, a estas alturas, el dinero lo iba a tener igual, para algo le hice firmar un contrato, pero tú, la verdad no la ibas a tener nunca, y después de todo creo que eres una buena persona, merecías saberlo.

Miré a Inma con rabia, no me lo podía creer, no sabía muy bien como describir lo que sentía ahora mismo, pero estaba rota, confundida, como si todo lo vivido hasta ahora no hubiese sido más que una mentira.

Me acerqué a ella despacio con los puños apretados. Cogí aire para intentar tranquilizarme aun que no pude evitar soltar alguna que otra lágrima por toda esta situación.

- Mi amor yo...

Intentó decirme algo mientras hacía el intento de abrazarme, la frené evitando que se acercase a mi.
Cerré los ojos, cogí aire y la miré con serenidad.

- Coge tus cosas y vete.

Me tembló la voz, pero no me importó.

- ¿Qué?

Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y me destrozó aún más por dentro.

- Ya lo has oído ¡joder! haz las maletas y vete. Para cuando vuelva espero ver las llaves en el recibidor. No te quiero volver a ver en mi vida Inma, eres un ser despreciable.

Le di la espalda y me acerqué con paso firme hacia Malú.

- ¿Crees que un ser despreciable habría estado contigo durante tu operación?

Sus palabras se me clavaron una a una como cristales, me giré lentamente encontrándome con su mirada, sentí como se me aceleró el corazón y las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos.

- ¿Que te habría apoyado aún cuando estabas insoportable porque la situación podía contigo?

Me quedé paralizada escuchando a Inma, quería irme de allí pero mi cuerpo no reaccionaba, apenas veía con claridad ya que no podía parar de llorar.

Sentí la mano de Malú posarse con cuidado sobre mi hombro y rozó mi mejilla con delicadeza.

- Ey... Todo está bien.

Intentó tranquilizarme.

- Sácame de aquí, por favor... - Susurré.

Fue lo único que alcancé a decir, inmediatamente me agarró de la mano entrelazando sus dedos con los míos y tirando de mi me sacó de allí.

Yo, más yo que nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora