Capítulo 25

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Llegué tarde a casa, había estado todo el día con Ana de un lado a otro, al final quedamos en que ella me acompañaría a la clínica, lo cual me tranquilizaba un poco, al entrar me asusté cuando no vi ni rastro de Pongo y Carmela, después recordé que estaban en casa de Malú y sonreí mientras le enviaba un mensaje.

"¿Me devolverás a mis perros o pedirás un rescate?"

Lo leyó al segundo y me quedé mirando el 'escribiendo...' impaciente por su respuesta.

"¡Pues mira! ahora que lo dices...🤔😏 ¿que tal si me invitas a cenar?"

Su mensaje llegó en seguida y yo sonreí como una boba al leerlo.

"¡Hecho!😉 En 1 hora en mi casa"

Fui rápido a comprar shushi, dejé las bolsas en la cocina y decidí darme un baño antes de que Malú llegase.

Salí de la ducha después de estar un rato bajo el agua, antes de salir del cuarto de baño me paré frente al espejo, abrí mi albornoz observando mi cuerpo desnudo, centré mi mirada en aquella discreta cicatriz que tanta historia guardaba detrás, pasé mis dedos sobre ella con delicadeza y una lágrima se escapó de mis ojos, se me hizo un nudo en la garganta al recordar todo lo que había pasado.

El timbre sonó sacándome de mis pensamientos.

Narra Malú

Vanesa abrió la puerta y Carmela no tardó ni un segundo en lanzarse a sus brazos, Pongo hizo lo mismo y entre los dos la tiraron al suelo llenándola de besos. Me quedé apoyada en la puerta observando aquél panorama sin poder parar de sonreír.

Se levantó a saludarme y me sonrojé al ver que estaba en albornoz.

- ¡Vaya! ¿así recibes siempre a tus visitas?

La miré de arriba abajo, tragué saliva y no pude evitar morderme el labio inferior.

- Quizás. - me dijo guiñandome un ojo y sonriendome pícara.

- Entonces tendré que venir más.

Soltó una carcajada tras mi comentario, se acercó lentamente y dejó un rápido beso en mis labios.

- ¡Me visto y vuelvo! - dijo desapariciendo de allí a toda prisa.

Me dirigí hacia la cocina y miré dentro de las bolsas que había encima de de la mesa, sonreí al ver que había comprado shushi, decidí sorprenderla y preparé la mesa, al ir a por los platos me fijé en una nota que había al lado del cuenco de la fruta, la cogí y no pude evitar leerla, era de Inma.

- Shushi... Vino... Faltan un par de velas y ya tenemos cena romántica. - Dijo Vanesa riendo mientras entraba en la cocina.

Me agarró por la cintura besándome en el cuello, lo cual me estremeció por completo, me giré hacia ella con cuidado y le tendí el papel.

- Me he encontrado esto aquí, deberías leerlo.

Yo, más yo que nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora