Capítulo 31

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Narra Vanesa

Estaba en mi habitación, sentada en el centro de mi cama tocando un par de notas con la guitarra.

Miré el reloj, aún faltaba una hora para que Malú viniese a buscarme.
Sonreí al recordar la noche anterior.

Flashback

- ¿Que me dices Malagueña? ¿Empezamos de 0?

Tiré de su mano haciendo que se levantase y le besé como respuesta.
¿Como no iba a querer estar con ella?

Fin del flashback

Toqué un par de notas, cerré los ojos pensando en la noche anterior y comencé a cantar.

A un palmo de ti me muevo hoy
Y sé que va a costarme
A un palmo de una sinrazón
Un paso más y otro gira la noria de estos dos suicidas
A veces me comprendo y otras no...

Flashback

Me separé de ella, la miré a los ojos y nos sonreímos, me acerqué lentamente y volví a besarla, despacio, sin prisa, saboreando cada milímetro de su boca.
La agarré de la cintura y la conduje hasta la cama.

Fin del flashback

A un palmo de tu cuello estoy
No sé si va a dolerte
A un palmo del desastre soy
Qué fácil fue perder la calma
Cien huracanes me acompañan
Si quemas ya te soplo yo...

Flashback

Fui saboreando su cuello con ganas, una de mis manos recorría su cuerpo desnudo de arriba abajo mientras con mi otra mano masajeaba su entrada, metí un dedo y luego otro.
Sus arañazos en mi espalda, nuestros sexos buscandose a cada rato, gemidos ahogados entre besos...

Fin del blashback

Sucederá, tal vez ya fue
Y ni si quiera consigo acordarme
Tal vez no sé...

Dejé de tocar cuando la vi ahí, apoyada en el marco de la puerta de mi habitación, mirándome con una sonrisa, me sonrojé y dejé la guitarra a un lado.

- Bonita canción.

- Gracias.

Se acercó sonriéndome pícara.

- ¿Es nueva?

Asentí sonriendo como una boba, se sentó a horcajadas sobre mi, me mordí el labio y ella rió.

- ¿Como era esa parte...?

Se quedó pensativa y tarareó.

- "Si quemas ya te soplo yo" ¿no?

Asentí, ella puso sus manos en mis hombros y me tumbó colocándose encima mía, se acercó a mi oreja y me susurró.

- Pues soplame, que ardo por ti.

Sonreí atacando sus labios con deseo, volviéndome a perder en su cuerpo.

Yo, más yo que nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora