Narra Vanesa- ¡Ana! cancela todo lo que tengamos que hacer hoy, esta noche celebramos en mi casa ¡Voy a llamar a Pablo, y a Pastora, y a las chicas! - Grité efusiva a la vez que me paseaba por aquella casa.
Miré a Malú que estaba hablando con Ana, me acerqué y le planté un beso sonriente.
- Tengo muchas ganas de presentarte a las chicas, te van a caer genial, ya verás. - Me sonrió.
- Oye, ¿y vais a oficializar vuestra relación esta noche?
Malú y yo nos miramos, yo me encogí de hombros y ella respondió.
- Pues sí, ¿no? de todas formas no creo que haga falta, es de lo único que habla la prensa últimamente así que ya lo sabrán.
- También tienes razón - dijo Ana riéndose.
Las dejé hablando, me moví de un lado a otro de la casa de Malú, estaba feliz, por fin después de un año luchando contra esta enfermedad la había conseguido vencer, había sido tan duro que no pude evitar soltar alguna que otra lágrima al pensar en todo lo que había vivido en este año.
- Ey gorda, ¿que pasa?
Malú se acercó a mi al darse cuenta de que estaba llorando y Ana vino detrás.
- Demasiadas emociones, eso es todo.
Ana suspiró aliviada, seguramente se asustó y pensó que me pasaba algo grave, Malú me sonrió, rodeó sus brazos por mi cuello, la agarré de la cintura pegándola a mi cuerpo y nos besamos.
- En serio chicas, no tenéis remedio.
Ana rodeó los ojos soltando un soplido y nosotras nos reímos en medio de nuestro beso.
- ¡No te pongas celosa Anita! - Le dije abalanzandome sobre ella en un abrazo.
- También tenemos mucho amor para ti. - Le sonreí y ella soltó una carcajada.
- Eres lo que no hay. - Me dijo riéndo.
Unas horas después ya teníamos todo preparado para la cena, primero llegó Pablo Alborán, después Manuel Carrasco, Pastora no pudo venir ya que su hija estaba enferma y su marido estaba de viaje por trabajo, solo faltaban por llegar las chicas, Carmen, Patricia y Rosana.
El timbré sonó poco después.
- ¡Yo abro! - dijo Malú.
Todos miramos como iba hasta la puerta, al abrir su cara fue un poema, parecía que había visto a un fantasma.
- No puede ser. - Fue lo único que la oímos pronunciar.
Narra Malú
Cuando abrí la puerta no me podía creer lo que estaban viendo mis ojos, ambas nos quedamos paralizadas mirándonos de arriba abajo, analizándonos, habían pasado muchísimos años desde la última vez que nos vimos, estaba guapísima.
Rosana se lanzó a mis brazos y me abrazó con fuerza, sentí como todos nos miraban sin entender que estaba pasando. Di dos besos a Carmen y Patricia y fuimos al salón junto con los demás.
- ¡Pero que guapa que estás! en serio, estás preciosa. - Dije a Rosana.
No podía parar de sonreír y ella se sonrojó.
- Tú siempre tan zalamera Malú, veo que no cambias.
- ¿Pero os conocíais? - Preguntó Vanesa extrañada.
- Íbamos juntas a clase desde la guardería.
- Sí, hasta que Malú me abandonó para ser una gran estrella del pop.
Todos nos reímos, pasamos la noche charlando sobre todo, nos pusimos al día sobre nuestras vidas, celebramos que Vanesa había superado el cáncer e hicimos oficial nuestro noviazgo.
Pablo nos contó sobre su nueva novia y Manuel anunció que iba a ser padre, aun nos quedaba contárselo a Pastora, pero para eso ya haríamos una de nuestras quedadas en un futuro.Acabábamos de despedir a Ana, que nos ayudó a recoger todo y fue la ultima en irse, eran las; 03:13am.
Salí a fumar al jardín, Vanesa apareció poco después abrazándome por la espalda, me dio un beso en el cuello y apoyó su barbilla en mi hombro.
- Me encanta que hagas eso. - Le dije a la vez que me mordía el labio inferior.
- ¿El qué? - Preguntó dejándome un leve beso en la mejilla.
- Pues que aparezcas así, de repente, y me abraces, me beses, no sé, me encantas tú, eres lo más bonito que me ha pasado en la vida Vanesa.
Noté como sonreía detrás de mi, caminó poniéndose frente a mi y me miró fijamente, di una calada a mi cigarro y ella rodeó los ojos, cosa que me hizo sonreír.
- Me alegra oír eso, porque tú también eres lo más bonito que me ha pasado en la vida, por eso...
Metió la mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó una cajita, me sonrió y se arrodilló, me quedé perpleja por la situación e intintivamente abrí la boca, no me podía creer lo que estaba viendo y casi me ahogo con el humo.
- Por eso quiero darte esto, abrela.
Me costó reaccionar, ¿de verdad me iba a pedir matrimonio? intenté controlar las lágrimas que se comenzaron a acumular en mis ojos por la emoción y la alegría que sentía dentro.
Me quedé bloqueada, no sabía que hacer, estaba nerviosa, al final le hice caso y la abrí, me sorprendí al ver que habían dos papeles dentro, los cogí y los miré de cerca, eran dos billetes de avión, la miré extrañada, no entendía nada.
Vanesa se levantó del suelo, entrelazó sus dedos con los mios, agarró de mi cintura acercándome a ella y me dijo practicamente pegada a mis labios.
- Tú, yo, y París, ¿Que me dices?
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Yo, más yo que nunca
Hayran KurguSe prometieron amor eterno. Pero ¿podrá el amor contra todo? ¿Y contra la muerte?