Narra Malú- Me ha comentado Vanesa que quiere ir cerrando la gira para tomarse un tiempo de descanso - me dijo Ana mientras poníamos la mesa.
La miré esperando a que continuase hablando.
- No es por meterme donde no me llaman, sabes que yo te quiero mucho Malú, y me parece perfecto que tú hayas decidido retirarte de la música, aún que ya te dije en su día mi opinión y sabes de sobras que pienso que es un error y que sin ti la música pierde mucho, pero el caso es que no entiendo por qué arrastras a Vanesa a hacer lo mismo, porque está claro que ella nunca llegaría a hacer eso por sí misma cuando la música es su vida y... - la interrumpí.
- ¡Ana para! - la miré seria con los puños sobre la mesa, cogí aire haciendo un esfuerzo por no perder los papeles - Vanesa ya es mayor para decidir por ella misma y saber lo que quiere. De todas formas no es definitivo, tú misma lo has dicho, la música es su vida.
- Chicas, siento interrumpiros - Berta apareció en el salón con el teléfono en la mano, me miró y estiró el brazo entregándomelo - es del hospital, preguntan por ti.
El silencio se adueñó de aquella sala de inmediato, fruncí el ceño y cogí el teléfono bastante confusa.
Me senté en una silla apoyándome sobre la mesa. Tragué saliva, tenía un mal presentimiento.
- ¿Sí? - pregunté algo nerviosa.
- ¿María Lucía Sanchez Benítez? - dijo una voz de mujer al otro lado del teléfono.
- Sí, soy yo, ¿qué desea? - me estaba empezando a poner bastante nerviosa.
- ¿Es usted la esposa de la señora Vanesa María Martín Mata? - en aquél momento sentí como el corazón se me paraba y abandonaba sus funciones dejando de latir y bombardear sangre a mi cuerpo, me llamaban del hospital, y era por Vanesa, no podía ser, no de nuevo.
Me levanté a toda velocidad en busca de papel y boli y apunté todos los datos que aquella enfermera me estaba dando.
- Gracias - le dije dando por finalizada la llamada.
Siendo sincera no me había enterado ni de la mitad de lo que me había dicho, pensar que Vanesa volvía a estar en un hospital había hecho que saltasen todas mis alarmas, los nervios me jugaron una mala pasada y mi cerebro decidió desconectar de aquella conversación, solo fui capaz de pensar continuamente "otra vez no".
- ¡Malú! - El grito de Ana acompañado de un chasquido de dedos frente a mis ojos me hizo volver a la realidad, nuevamente me había quedado sumergida en mis pensamientos, estática con la mirada fija en el teléfono.
- eh... perdón - musité.
- ¿Qué te han dicho? - me preguntó Berta bastante inquieta.
Las miré fijamente y contesté - Vanesa está en el hospital.
Narra Vanesa
- No entiendo por qué no me puedo ir ya si estoy perfectamente - rechisté.
- Ya lo has oído, hasta que no venga algún familiar a buscarte no puedes salir, podrías volver a desmayarte y tienes que estar acompañada por si eso pasa.
La miré con una cara bastante desagradable, odiaba tener que seguir aquí ni un segundo más. Cerré los ojos con fuerza y suspiré intentando calmarme. Volví a mirarla cayendo en la cuenta de que me había ayudado y aún no sabía su nombre.
- Por cierto - comencé a hablar llamando así su atención - ¿Como te llamas?
- Mi nombre es Livia - me contestó dibujando una leve sonrisa en su rostro.
ESTÁS LEYENDO
Yo, más yo que nunca
FanfictionSe prometieron amor eterno. Pero ¿podrá el amor contra todo? ¿Y contra la muerte?